¿Por qué creo en Dios? cinco argumentos finales que dan firmeza a nuestra fe

En el artículo final de la serie “Por qué creo en Dios”, Douglas Torres expone cinco convincentes razones que respaldan la existencia de un Dios todopoderoso y personal, desde la vida extraordinaria de Jesús hasta la transformación radical de quienes han tenido un encuentro directo con su Creador.
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Es razonable pensar que si Dios es real dejaría evidencia de ello en diferentes partes, así como sería razonable pensar que si Dios es real quisiera revelarse a Sí mismo de una u otra manera. En los dos artículos anteriores se abordaron en total once razones por las que creo en Dios, once argumentos que apuntan a la evidencia de la existencia de un ser Supremo o Creador universal. Finalicemos esta pequeña serie con otras cinco razones de por qué creer en Dios, por qué creer que hay una Deidad Topoderosa, Sabia, Buena, Perfecta, Bendita, Justa y Personal.

1. Creo en Dios porque explica lo que Jesús dijo e hizo

Cuando vamos a la Biblia y leemos de forma objetiva sobre Jesús no podemos negar que fue un hombre extraordinario, sencillamente no era un hombre común, no se puede negar que no hay explicaciones naturales para lo que hizo; las señales, los milagros, las muestras de conocimiento sobrenatural, el poder sobre la naturaleza y desde luego el clímax de todo, Su resurrección; simplemente Jesús es una persona fuera de lo común y esto lo entendemos al ver en las páginas de la Biblia que era Dios mismo hecho carne. 

Como argumenta Josh MacDowell, cómo no creer que Jesús es Dios si Su entrada en la historia humana fue completamente única, vivió sin pecado, tuvo una vida perfecta, mostró poderes sobrenaturales, habló las palabras más grandes jamás habladas, derrotó el enemigo más temido y desgarrador de la humanidad: la muerte. Además, ha satisfecho el hambre espiritual de la humanidad y ha tenido una influencia permanente y universal, y si a esto le sumamos Su conocimiento sin igual y el amor que mostró y habló, no podemos menos que reflexionar que era quien dijo ser: Dios.

Jesús es una persona fuera de lo común y esto lo entendemos al ver en las páginas de la Biblia que era Dios mismo hecho carne. / Foto: Getty Images

Por tanto, podemos decir que si Dios no existe no tiene sentido alguno la persona de Cristo, pero si Dios existe, Jesús tiene todo el sentido, Dios se hizo hombre. Y si alguien tiene dudas acerca de lo que se sabe de Jesús, entonces es importante recordar tres cosas: 

Primero, está demostrado que Jesús es un personaje histórico, pues no solo lo encontramos en las páginas de la Biblia, sino también en relatos históricos ajenos a la Biblia y al cristianismo como el caso del historiador romano Cornelio Tácito (aprox. 55 ‒120 d. C.); el escritor griego Luciano de Samosata (aprox. 125 ‒ 181 d. C.); el historiador romano Suetonio (aprx 70 ‒ 126 d. C.); el escritor y gobernador de Bitinia, Plitinio el joven (aprox. 61 ‒ 112 d. C.); y el historiador judío Flavio Josefo (aprox. 37 ‒ 100 d. C.). Estos entre otros confirman a Jesús como personaje histórico, es importante aquí resaltar que por una parte estos escritores son del primero y segundo siglo, pues esto les permite ser voces muy cercanas a Cristo que murió aprox. en el año 33 del primer siglo, y por otra parte, estos escritores no eran cristianos, solo narraron los hechos de sus días.

Segundo, cuando los relatos de los evangelios se escribieron habían pasado solo de veinte a treinta años de la muerte de Cristo, esto es importante porque quienes lo conocieron, vieron y escucharon aún vivían para corroborar tales historias; todo esto se escribió dentro de la misma generación que vivió los Hechos, y todo el Nuevo Testamento se terminó en el primer siglo (alrededor del año 95 d. C. se escribió el último libro [Apocalipsis]).

Tercero, se ha dicho que si Dios fuera real esperaríamos que se manifestara, bueno eso es exactamente lo que ocurrió en Jesús, Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros y nos mostró el camino de la salvación.

El historiador judío Flavio Josefo, junto con otros historiadores del primer y segundo siglo, confirman a Jesús dentro de sus registros como un personaje histórico. / Foto: Getty Images

2. Creo en Dios porque explica la transformación de muchas personas

Si revisamos las páginas de las Escrituras, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento, nos damos cuenta de cómo hombres y mujeres tuvieron un cambio radical en sus vidas una vez tenido un encuentro y humillación delante de su Creador. Por ejemplo, si vamos específicamente al Nuevo Testamento encontramos a un grupo de hombres entre los cuales habían ladrones, revolucionarios extremistas, intolerantes iracundos y perseguidores del cristianismo entre otros, pero una vez reconocida su pecaminosidad y necesidad de Dios sufrieron una transformación radical.

Ahora bien, sabemos que hay organizaciones como alcohólicos anónimos o fundaciones para la desintoxicación de personas con problemas de drogas que hay que reconocer que han tenido ciertos logros específicos, pero el punto aquí no es si una persona deja de fumar o deja de golpear a su esposa, sino que lo que vemos en la Biblia, en la historia cristiana y aun en nuestros días, es a hombres y mujeres que tuvieron un cambio desde adentro hacia afuera, hombres y mujeres que como personas simplemente fueron otras a partir de rendirse ante Dios, no perfectas, pero sí con una disposición de corazón de hacer lo correcto delante de su Señor.

3. Creo en Dios porque explica muchas experiencias

En internet y en libros podemos encontrar muchas experiencias inusuales que apuntan a algo más allá del mundo natural; personas que en medio de un problema oran y luego reciben paz y lucides para enfrentar la dificultad, hombres que sintieron una necesidad intensa de orar y de llamar a un amigo cuando justo en ese momento este amigo estaba pasando por una fuerte crisis, personas que estaban a punto de suicidarse y de repente les llega un mensaje al celular diciendo “Dios te ama”, mujeres con conflictos que van a una iglesia y en la predicación son confrontadas de manera directa por la Palabra de Dios, jóvenes que al tener un accidente alguien sin saber de dónde se les acercó, les ayudó y de repente solo desapareció y así muchas historias de oraciones contestadas e historias donde buscarle una explicación natural y ordinaria no es sencillo.

La existencia de Dios explica muchas experiencias inusuales que apuntan a algo más allá del mundo natural. / Foto: Unsplash

4. Creo en Dios porque explica el deseo de justicia

En general el ser humano con su código del bien y del mal situado en lo que se llama conciencia, espera y desea la aplicación de la justicia sobre lo que considera está mal. Si somos solo producto de una casual evolución de la materia, ¿por qué hay algo dentro de nosotros que nos lleva creer en que es necesario la justicia? Tenemos que reconocer que hay algo en nuestro interior que nos dice que cada quien debe tener lo que merece, y esto solo es posible si somos seres racionales y espirituales tal como lo dice la Biblia y no solo materia como dice la evolución.

5. Creo en Dios porque explica la idea de Dios dentro del hombre

Otro de los argumentos clásicos acerca de la existencia de Dios es la noción de un Ser Supremo dentro del ser humano. Este argumento reflexiona sobre: ¿Cómo explicar que en la historia humana, en las diferentes eras, diferentes culturas, diferentes civilizaciones y diferentes regiones hay la idea de una deidad? 

Si reflexionamos en este argumento el sentido común nos dice que podría ser normal que en ciertos lugares y culturas se tenga tal idea, pero ver que los diferentes lugares y culturas hablan de un mundo espiritual y específicamente de dioses o de un Dios Supremo hace que este argumento tenga base, pues estos hechos se pueden explicar como ya se ha dicho, siendo el hombre un ser con conciencia, un ser tanto físico como espiritual, un ser hecho como dice la Biblia, a imagen y semejanza de Dios, y por esto, esta idea dentro de sí mismo, una idea que dice que existe un Creador Supremo.

La concepción que los seres humanos tienen acerca de la existencia de un ser supremo constituye un argumento sólido que respalda la idea de la existencia de Dios. / Foto: Unsplash

Conclusión

Creer en algo sin evidencia alguna, o tener fe sin bases es ingenuo y débil, pero creer en algo con bases, creer en algo al reconocer las señales y testimonios da firmeza a tal fe. En total vimos en estos tres artículos dieciséis argumentos o señales que apuntan a un Diseñador Inteligente y Personal; en resumen, vimos que la creación, la vida, la conciencia, el raciocinio, las experiencias, los milagros, la biblia, Jesús y aún la ciencia apunta a la realidad de un Dios Creador, lo podemos ignorar o aceptar, pero es la realidad, podemos creer o no, pero no es un caso sin bases, creer en Dios es un caso con bases creíbles, sensatas y lógicas.


Puedes leer la primera parte de la serie aquí: ¿Por qué creo en Dios? Un viaje a través de seis argumentos


Referencias

  •  Josh MacDowel. Nueva Evidencia que Demanda un Veredicto. Editorial Mundo Hispano, El paso TX, 2004, p 331.
Douglas Torres

Douglas Torres

Graduado del seminario bíblico Río grande (Edinburg, Texas), en la actualidad cursa una maestría en teología en el seminario Teológico bautista de Venezuela. Es facilitador del Seminario Teológico Ministerial (SETEMI), prosefor del Centro de Capacitación bíblica para pastores y maestro de la iglesia bautista Nuevo Amanecer en Bocono Edo Trujillo. Está casado con Erika de Torres y juntos tienen dos hijos, Douglas Davet y Naryet Orel Torres.

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