¿Cuál es la voluntad de Dios para mí?

Podemos creer que conocer la voluntad de Dios es difícil, pero la Biblia nos ayuda a entender que es posible conocerla.
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El apóstol Pablo en Efesios 2:10 nos dice, acerca de los creyentes, que somos hechura de Dios, que somos creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que nosotros anduviéramos en ellas. Ahora bien, la pregunta es ¿cuáles son esas buenas obras que Dios preparó para que nosotros anduviéramos en ellas? ¿Cuáles son las obras que Dios quiere que haga? ¿Cuál es la voluntad de Dios para mi?

La verdad es que aunque estas preguntas pueden ser complejas, las respuestas no son tan difíciles, pues si de verdad queremos conocer la voluntad de Dios, si queremos saber lo que Dios quiere para nosotros, entonces debemos empezar por su voluntad expresa, y esa voluntad la encontramos en las Escrituras; así que veamos algunas cosas que, de acuerdo CON la Palabra de Dios, el Creador quiere contigo.

La voluntad de Dios es que lo conozcas

Lo primero que podemos decir en cuanto a la voluntad expresa de Dios, es que el Señor de todo el universo quiere que lo conozcas de forma personal. 1 Timoteo 2:3 dice que Dios “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad”; así que lo primero que el Todopoderoso quiere contigo es que seas salvo, salvo del castigo de tus pecados, salvo de Su justa ira; y esta salvación tiene que ver con conocerle personalmente, tiene que ver con la vida eterna por medio de Jesucristo.

En palabras sencillas, la voluntad de Dios es que creas en Cristo como tu único y suficiente Salvador, que confíes en Cristo como la única forma en la que puedes acercarte a Dios, que descanses en la verdad de que Cristo es el hijo de Dios que murió por tus pecados y resucitó al tercer día (Jn 6:40; 17:3; 1Co 15:3-4).

La voluntad de Dios es que creas en Cristo como tu único y suficiente Salvador. / Foto: Unsplash

La voluntad de Dios es que vivas en santidad

Segundo, podemos ver con claridad en las Escrituras que el Rey de los cielos y de la tierra quiere que tu vivas en santidad en cada área de tu vida; Pablo en 1 Tesalonicenses 4:3 dice: “Porque esta es la voluntad de Dios: su santificación; es decir, que se abstengan de inmoralidad sexual; que cada uno de ustedes sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor”. La Biblia es clara al explicar que una vez que se conoce al Señor o que una persona es salva, si bien ya ha sido santificada por la sangre de Jesucristo, también es verdad que comienza a andar en un progresivo camino de santificación. De manera que la voluntad de Dios es que progresemos en nuestra vida cristiana, que crezcamos como creyentes, que cada día avancemos en nuestras luchas contra el pecado.

Un detalle importante en este punto, es entonces, ver qué nos revela Dios en cuanto a esta santificación que quiere para Sus hijos, pues si seguimos revisando las Escrituras, notaremos que el Señor nos da medios para poder crecer en esta santidad que quiere para nosotros, por ejemplo nos muestra que el congregarse es parte vital de este crecimiento progresivo (Heb 10:23-25), esto al igual que la lectura y meditación de Su Palabra (Jos 1:8), la vida de oración (Ef 6:8) y desde luego la obediencia a Su voz (Jn 14:15); cosa que es sumamente clave en este tema, pues querer conocer la voluntad de Dios debe ser querer conocer Sus mandamientos, y en consecuencia hacer la voluntad de Dios es obedecer Sus ordenanzas.

Por tanto, una clave en la búsqueda de la voluntad específica de Dios en determinada área, es la sumisión a los mandamientos divinos, mandamientos como, por ejemplo, el decálogo (los Diez Mandamientos), pero también mandamientos como la esposa estar sujeta a su marido como al Señor, así como el marido amar a sus esposa como Cristo amó a la iglesia (Ef 5:22-33), esto en caso de los casados, pero también mandamientos sobre ser personas agradecidas en todo (1Ts 5:18), ser buenos trabajadores (Ef 6:5-6), ser íntegros (Pr 11:3) y en fin, siempre hacer el bien y lo correcto en cada área, pues esta es la voluntad de Dios como lo dice 1 Pedro 2:15.

En palabras más sencillas, la voluntad de Dios es que crezcas día tras día, semana tras semana, mes tras mes y año tras año en tu santificación, y para ello, la voluntad de Dios es que te congregues en una iglesia local que te ayude a crecer por medio de las Escrituras y su liderazgo; también la voluntad de Dios es que seas un hombre y una mujer de oración, alguien que continuamente abre su corazón al Señor; y la voluntad de Dios también es que seas un persona que constantemente lee, medita y obedece la Biblia, pues como dijo el salmista: “Lámpara es a mis pies Tu palabra, y luz para mi camino” (Sal 119:105).

Dios quiere que tu vivas en santidad en cada área de tu vida. / Foto: Light Stock

La voluntad de Dios es que perseveres hasta el final

Muy en sintonía con el punto anterior de vivir en santidad, está el hecho de que el Señor quiere que como hijo que eres por medio de Cristo, permanezcas firme en la verdad del evangelio. El Señor Jesucristo hablando en Juan 6:39 dice lo siguiente: “Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que Él me ha dado Yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final”.

Así que con pasajes como este de Juan 6:39, y también de otros como Hebreos 10:39; 1 Juan 2:19; 2 Juan 9 y Judas 24; nos muestran que Dios quiere que quienes le conocen perseveren hasta el final, y para ello, como ya se dijo, está el crecimiento en la santidad constante y progresiva, así como también el hecho de llevar vidas sabias como lo dice Efesios 5:15-17, como también el hecho de que el Señor de la iglesia quiere que le sirvamos con los dones que nos ha dado (1P 4:10), e incluso con la verdad de que en ocasiones Su voluntad es que pasemos por dificultades como está escrito en 1 Pedro 3:17, dificultades que tienen el propósito de seguir moldeandonos y llevándonos a ser más como Cristo.

Conclusión

Entendiendo, entonces, cuál es la voluntad expresa de Dios y cumpliendo o haciendo esta voluntad divina, estaremos en condiciones para poder ver y entender con claridad la voluntad específica del Señor. Cumplir con la voluntad expresa o general de Dios nos llevará a cumplir Su voluntad específica; pues como dice John MacArthur, en su muy buen libro La voluntad de Dios: “¿Por qué Dios debe mostrar a una persona algo si ni siquiera está cumpliendo eso que Él ya ha declarado con claridad, cómo su voluntad?” [1]. Si queremos saber qué quiere Dios con nuestras vidas, como qué estudiar, dónde vivir, qué trabajo tomar, con quien casarse y demás decisiones importantes, empecemos por preocuparnos por cumplir con su voluntad general que está muy clara en las Escrituras.

Si queremos saber qué quiere Dios con nuestras vidas, empecemos por interesarnos en cumplir con su voluntad general que está muy clara en las Escrituras. /Foto: Unsplash

Ahora bien, si eres una persona o creyente que dice que en general y con sinceridad te esfuerzas en cumplir con la voluntad de Dios expresada en Su Palabra, entonces lo que debes hacer es perseguir lo que sientes que debes hacer, lo que debes hacer es seguir tu corazón; pero quizás alguien cite la Biblia diciendo que esto no es posible puesto que Jeremías 17:9 dice que “más engañoso que todo es el corazón, y sin remedio”, y esto es cierto, pero si tu corazón está lleno de las Escrituras y está cumpliendo la voluntad expresa de Dios, entonces tal corazón será guiado por el Espíritu Santo, pues recuerda que, una persona llena de las Escrituras es una persona llena o guiada por el Espíritu de Dios. MacArthur concluye diciendo lo siguiente:

La voluntad de Dios no es primordialmente un lugar. La voluntad de Dios no es, ante todo, un sitio donde ir o un lugar donde trabajar. La voluntad de Dios tiene que ver con usted como persona. Si usted es una persona que está en la condición correcta, entonces puede seguir sus deseos y cumplirá así con la voluntad de Él. [2]


[1] John MacArthur. La voluntad de Dios compruebe la dirección y el propósito de Dios para su vida (El Paso, Tx: Editorial Mundo Hispano, 2008), 149.

[2] Ibíd., 632.

Douglas Torres

Douglas Torres

Graduado del seminario bíblico Río grande (Edinburg, Texas), en la actualidad cursa una maestría en teología en el seminario Teológico bautista de Venezuela. Es facilitador del Seminario Teológico Ministerial (SETEMI), prosefor del Centro de Capacitación bíblica para pastores y maestro de la iglesia bautista Nuevo Amanecer en Bocono Edo Trujillo. Está casado con Erika de Torres y juntos tienen dos hijos, Douglas Davet y Naryet Orel Torres.

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