Bienvenidas al Podcast Mujeres en Su Palabra, parte de las Iniciativas Femeninas de Soldados de Jesucristo. Estamos estudiando el libro de Ester. Les saluda Vilma de Méndez junto a Cathy Scheraldi de Núñez, les estamos saludando desde la Republica Dominicana. Vamos a continuar desarrollando este tema del libro de Ester 4:13-14. Es un gozo y honor compartir contigo, con Masiel que está ayudándonos con la grabación y con todas nuestras hermanas. Es tan maravilloso que podemos compartir con hermanas que hablan español, en todo el mundo por medio de la tecnología que tenemos disponible hoy en día. Hay tantas personas que lo utiliza para el mal, nos ha tocado utilizarlas para el bien. Y antes de comenzar creo que debemos leer el texto que desarrollaremos hoy. “Entonces Mardoqueo les dijo que respondieran a Ester: No pienses que estando en el palacio del rey sólo tú escaparás entre todos los judíos. Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?” Ester 4:13-14 Cathy, aunque me imagino ya se ha conversado en el podcast anterior, creo que debemos hacer un recuento rápido de lo que está ocurriendo. Ester es una judía y extranjera, y está casada con un rey pagano que es muy orgulloso y vamos a decir que no era conocido por sus virtudes. Era iracundo, impetuoso y con poca sabiduría y recordamos que ella fue elegida para ser la nueva reina cuando su esposo, en medio de una borrachera, se divorció de la reina previa porque no lo obedeció. El primo y padre adoptivo de Ester, Mardoqueo, que había sido deportado de Jerusalén por Nabucodonosor, rey de Babilonia y después Babilonia fue conquistada por Persia. No era de conocimiento público que él y Ester eran judíos. El rey había elegido a Amán su primer ministro y mandó al pueblo a prostrarse ante el, Mardoqueo se rehusó a postrarse y al hacerlo estaba revelando que era judío. El Señor había mandado a los judíos a no adorar a nadie menos Yahweh, como leamos en 2 Reyes 17:35 “el SEÑOR hizo un pacto y les ordenó, diciendo: No temeréis a otros dioses ni os inclinaréis ante ellos, no los serviréis ni les ofreceréis sacrificios.” Obviamente esto enfureció a Amán, quien comenzó a conspirar un plan para destruir no solamente a Mardoqueo sino a todos los judíos. ¿Esto no te recuerda la exageración de los sabios cuando convencieron al rey a divorciarse y destituir a la reina? Ellos convencieron al rey diciéndole que todas las mujeres mirarían con desdén a sus maridos cuando se enteraran. Parece que sabían muy bien cómo manipular al rey. Amán ahora convenció al esposo de Ester que los judíos, quienes fueron diseminados en todas las provincias de su reino, no obedecían al rey y entonces debían ser destruidos. El rey fue convencido del aparente peligro que Aman pintaba y decretó que en un día especifico el pueblo podía exterminar a todos los judíos incluyendo los jóvenes, ancianos, niños y mujeres. Nosotras habíamos señalado en el otro podcast que las mujeres no tenían valor a los ojos de las autoridades de Persia, pero ahora vemos de manera clara que no solamente eran las mujeres, sino que la vida no tenía valor para nadie, ni para las mujeres, ni para los judíos. El rey dejó que Aman sellara el decreto y ¿recuerden lo que Aman y Asuero hicieron? Déjenme leer el texto en 3:15 “Salieron los correos apremiados por la orden del rey. El decreto fue promulgado en la fortaleza de Susa, y mientras el rey y Amán se sentaron a beber…” ¡Qué insensibles! ¡falta de compasión y misericordia! No les importaba que miles de personas inocentes iban a morir por una decisión caprichosa de ellos. ¿Qué crees tú que cambió esta actitud en las culturas modernas? ¡Jesucristo! Los valores judeocristianos cambiaron el mundo. Yahweh anunció y luego Jesús demostró que la razón que la vida tiene valor es por lo que leamos en Génesis 1:27 “Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” Nosotros tenemos valor porque tenemos la imagen de Dios impresa en nuestro ser. Cuando el edicto fue publicado, la ciudad entera estaba consternada y cuando los otros pueblos lo recibieron, la confusión, miedo, duelo, y llantos se generalizaron. Leamos en 4:1 “Cuando Mardoqueo supo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza, y salió por la ciudad, lamentándose con grande y amargo clamor. Y llegó hasta la puerta del rey, porque nadie podía entrar por la puerta del rey vestido de cilicio.” Por años nadie se enteró que Mardoqueo era judío, sin embargo, me llama la atención que ahora que está en peligro de ser asesinado, que es cuando uno pensara que quisiera esconder su nacionalidad, Mardoqueo revela su nacionalidad. Ni Mardoqueo ni Ester estaban viviendo externamente como judíos devotos porque tendrían que vivir separados de la cultura, con las restricciones de dieta etc., y esto revelaría a su religión, sin embargo, a pesar de esto, sus vidas demostraron la fidelidad y confianza que tenían en el Señor durante este tiempo de crisis. Continúa escuchando el tema de hoy y no olvides descargar la guía de estudio que hemos preparado para ti.
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