En un artículo anterior sobre la familia, quise mostrar que Dios creó la familia y, por lo tanto, le corresponde a Él definirla. Ahora, necesito abordar la pregunta del “por qué”: ¿Por qué Dios creó la familia? Dios creó la familia para llevar a cabo Su voluntad.
Quiero reconocer que la familia es un tema difícil para muchas personas. Casi todos tenemos ciertas cicatrices relacionadas con asuntos familiares. Algunos tuvieron situaciones familiares muy difíciles cuando eran niños. Algunos que quieren casarse y formar una familia no han podido encontrar un cónyuge. Algunas parejas que anhelan tener hijos no pueden tenerlos. Sé que esos son asuntos muy difíciles que pueden hacer que sea muy difícil hablar de la familia.
Para nuestros propósitos, necesitamos ver que la intención general de Dios para la humanidad es casarse y tener hijos, aun mientras reconocemos que el plan específico de Dios para algunos individuos puede ser no casarse o no tener hijos. Y en estas situaciones solo necesitamos confiar en que Dios sabe lo que es mejor, que Sus planes específicos son buenos, incluso si parecen que no son buenos.
Génesis 1:28 nos muestra la intención general de Dios para la humanidad en lo que respecta a la familia: “Dios los bendijo y les dijo: ‘Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra’”. Al crear a la humanidad, Dios le asignó una gran misión de dos partes: primero, ser fecundos y multiplicarse, y segundo, ejercer dominio sobre la tierra. Ambos mandatos dependen de la familia.

Procreación
La primera parte de nuestra misión es procrear: ser fructíferos y multiplicarnos. Los seres humanos son la corona de la creación de Dios, así que no es sorprendente que Dios quisiera que hubiera más seres humanos. Y aunque Él podría haber seguido formando personas de la manera en que formó a Eva de Adán (sacando costillas y construyendo personas alrededor de ellas), eligió hacerlo de manera diferente. Eligió usar la relación sexual como el medio de procreación y colocar la relación sexual dentro del contexto del matrimonio y la familia. Nueva carne sería formada a partir de la unión de una sola carne.

Por supuesto, la humanidad pronto cayó en pecado y esto interrumpió la voluntad perfecta de Dios de muchas maneras. Pero nada ha interrumpido Su intención perfecta, y es esta: cada niño está destinado a entrar en este mundo dentro de una familia compuesta por un hombre y una mujer unidos por el matrimonio. Este tipo de familia proporciona el entorno, la estabilidad y el sentido de pertenencia en el que un niño puede prosperar mejor. La familia está destinada a ser la red principal de amor y cuidado que dará la bienvenida a las personas a este mundo, las nutrirá hasta la adultez y las amará durante toda la vida.

Esto se vuelve aún más importante después de que el pecado entró en el mundo, ya que la familia ahora también proporciona el contexto principal en el que las personas se debilitan y mueren. La familia es una red de amor y apoyo que se extiende desde el nacimiento hasta la muerte. Dios ama a las personas, así que les dio la relación fundamental que mejor les serviría: la familia.
Dominio
Así que, la primera parte de nuestra misión es procrear y requiere de la familia. La segunda parte es ejercer dominio sobre tierra. La humanidad debía traer orden a toda la tierra; extender los muros del huerto del Edén hasta que cubrieran todo el globo. Y así como un solo ser humano no puede ser fructífero y multiplicarse, un solo ser humano no puede ejercer dominio sobre toda la tierra.
¿Cómo interviene la familia en esto? Llevar a cabo esta tarea, a medida que las poblaciones crecieran hasta llegar a miles, millones y miles de millones, requeriría estructuras sociales. Se necesitaría organización a nivel local, regional y global. Las personas tendrían que dividir responsabilidades. Las personas tendrían que liderar y seguir a los líderes. Y toda esta estructura se construiría sobre la estructura familiar.

La familia siempre estuvo destinada a ser la unidad social central en el mundo y todos están destinados a ser parte de una. Todas las demás estructuras se construyen sobre la familia. Es el principal bloque de construcción de cualquier sociedad o civilización. Los Diez Mandamientos nunca dicen: “Honra a tu rey y a tu reina” u “Honra a tu primer ministro y a tu presidente”. No necesitan hacerlo porque dicen: “Honra a tu padre y a tu madre” (Dt 5:16). La primera estructura de autoridad y organización no es el gobierno, sino la familia. Las demás simplemente se construyen sobre ella.
Una vez más, la caída en el pecado interrumpió el buen plan de Dios de muchas maneras, pero la familia todavía conserva su lugar legítimo como nuestra estructura social central. El gobierno y la iglesia y cualquier otra institución solo deberían apoyar a la familia, nunca reemplazarla o redefinirla.
Conclusión
¿Qué hemos visto hasta ahora? Primero, Dios creó la familia. Segundo, Dios creó la familia para llevar a cabo Su voluntad: llenar la tierra con personas y someterla a Su dominio. En el próximo artículo quiero añadir una segunda razón por la que Dios creó la familia.
Este artículo se publicó originalmente en Challies.