Cristiano, para este año nuevo Cristo es suficiente

Comienza el año, comienzan los planes nuevos. Pero cada meta se vuelve un sinsentido sin la mirada puesta en Cristo. Sin entender que nuestra vida está completa en Cristo y nosotros mismos estamos completos en Él, sin duda que cada emprendimiento será algo vano, tal como lo comprobó el rey Salomón. En este artículo se nos llama a vivir el año nuevo con nuestra fe, mirada, confianza y ser fundamentados en Cristo.
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Recién comienza el nuevo año. ¿Qué te espera este año? ¿Qué tiene Dios para ti, tu familia, tu iglesia local? Creo que la mayoría de nosotros tenemos una idea general de lo que sucederá. Hemos hecho planes para este año nuevo. Los más organizados tienen ya un calendario de actividades, procesos y planes, al menos un bosquejo general de cómo se verá su año. Ahora bien, no sabemos con total seguridad qué vendrá para nosotros este año nuevo. Tal vez muchas alegrías. Gracias a Dios. Quizás algunas tristezas. Gracias a Dios, también. Pero cualquiera sea tu situación, Cristo será suficiente para ti.

Completos en Cristo

En lugar de profetizar para ti el bien y la prosperidad quisiera darte algo mejor. En lugar de decretar y declarar buena salud, un mejor trabajo o que tu hijo rebelde regresará a casa, te quiero anunciar algo muchísimo mejor: en Cristo estás completo. El Espíritu Santo nos habla a través del apóstol Pablo en Colosenses 2:8-10: 

Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía [sabiduría humana] y vanas sutilezas [engaños vacíos], según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales [ideas básicas] del mundo y no según Cristo. Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él, y ustedes han sido hechos completos en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.

La cultura pagana que rodeaba a la iglesia colosense adoraba a muchos dioses. Es indudable que los creyentes en esa ciudad se sentían bastante presionados por sus vecinos a regresar a su antiguo estilo de vida. Epafras, un colaborador del apóstol, informó a Pablo que las congregaciones en esa zona de su ministerio estaban siendo infiltradas por falsos maestros. Estos hombres negaban la deidad y suficiencia de Jesucristo. Evidentemente, Epafras comunicó al Apóstol que aquellas falsas doctrinas estaban afectando la vida diaria de la congregación en Colosas. Tal situación motivó a Pablo a escribir esta carta, la cual exalta maravillosamente la persona de nuestro Señor Jesús. Las herejías que amenazaban a la iglesia de Colosas, eran una extraña mezcla entre la filosofía griega y el legalismo judaizante. Resumiendo la situación, podemos decir que había dos grupos opuestos teológicamente, pero que ambos negaban la verdad sobre Cristo. La respuesta de Pablo, tanto para los filósofos griegos como para los judaizantes, fue la misma: Cristo es suficiente. El tema del libro puede resumirse en las palabras de Colosenses 3:11: “Cristo es todo, en todos”. Él es Dios (2:9), el Creador (1:16), el Salvador (1:20; 2:13-14) y la cabeza de la iglesia (1:18). El anhelo de Pablo al escribir la epístola a los Colosenses era que los hermanos en esa iglesia local reconocieran que Cristo en todo tiene la preeminencia (1:18).

El anhelo de Pablo al escribir la epístola a los Colosenses era que los hermanos en esa iglesia local reconocieran que Cristo en todo tiene la preeminencia. / Foto: Jhon Montaña

Cristo es suficiente, no busques fuera de Él

El deseo de nuestro enemigo Satanás es que quitemos nuestra vista de Cristo. Quiere que Cristo sea olvidado o, al menos, marginado en tu vida, familia e iglesia. Satanás quiere que si pecas y tienes culpa, pongas tus ojos en tu culpa y no en Cristo. Quiere que si no pecas tan gravemente como otros, pongas tus ojos en tus buenas obras y no en Cristo. Quiere que si tienes ahorros, pongas tus ojos en tus ahorros y no en Cristo. Quiere que si no tienes ahorros ni recursos económicos, pongas tus ojos en tu necesidad o pobreza y no en Cristo. Quiere que si estás enfermo pongas tus ojos en esa enfermedad y no en Cristo. Quiere que si no estás enfermo pongas tus ojos y esperanzas en tu buena salud y no en Cristo. Quiere que si tienes hijos, pongas tus ojos en tus hijos y no en Cristo. Quiere que si no tienes hijos, pongas tus ojos en tu deseo de tener hijos y no en Cristo. Quiere que si tienes talentos, pongas tus ojos en esos talentos y no en Cristo. Quiere que si no tienes talentos, pongas tus ojos en desear tener talentos y no en Cristo. Michael Reeves escribe: “La mayoría de nuestros problemas cristianos y errores de pensamiento vienen precisamente por olvidar o marginalizar a Cristo”.[1]

Cristo es suficiente, Él es a quien necesitas

En Colosenses 2:9 leemos: “Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él [Cristo]”. Pablo afirma que Jesús es Dios. Él no necesita más para llegar a ser Dios. En este año nuevo, Cristo no es algo que necesitas. Cristo es a quien necesitas. Jesucristo es todo lo que necesitas porque si lo tienes a Él lo tienes todo y estás satisfecho. En Él conoces a Dios y tienes a Dios. “El centro, la piedra angular, la joya en la corona del cristianismo no es una idea, un sistema o una cosa; ni siquiera es ‘el evangelio’ como tal. Es Jesucristo”.[2] Para contrarrestar la influencia de los falsos maestros, Pablo exaltó a Cristo. El rey Salomón nos dice en el libro de Eclesiastés que él hizo la meta de su vida buscar la satisfacción de su alma (Ec 1:12-13). Buscó en el trabajo, los estudios y el conocimiento, las riquezas y las posesiones, la diversión y el placer, las bebidas alcohólicas, las construcciones y los proyectos laborales, los ahorros y la música. ¿Cuál fue su conclusión después de buscar el gozo en eso? “Todo es vanidad” (Ec 2:10-11). Robert Murray M’Cheyne lo dijo así: “Aprende mucho del Señor Jesús. Por cada mirada a ti mismo, mira diez veces a Cristo. Él es totalmente digno de ser amado. Tan infinita majestad, y al mismo tiempo tanta mansedumbre y gracia… Deja que tu corazón se llene con un sentimiento de la dulzura y excelencia de Cristo”.[3]

El deseo de nuestro enemigo Satanás es que quitemos nuestra vista de Cristo. Quiere que Cristo sea olvidado o, al menos, marginado en tu vida, familia e iglesia.

Cristo es suficiente, si lo tienes a Él estás completo

Por supuesto, los falsos maestros en Colosas no pedían a los creyentes que se olvidaran de Cristo. Ellos les pedían que hicieran a Cristo una parte de su fe y de su vida. Pero esto solamente quitaría a Cristo del lugar que le corresponde, el lugar de preeminencia. Así que Pablo dio el verdadero y duradero antídoto a toda falsa enseñanza: “Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él, y ustedes han sido hechos completos en Él”. ¿Por qué necesitarías algo más?[4] Juan Calvino comenta que “en Cristo hay tal perfección, que nada puede ser añadido a Él”.[5] En este año nuevo, en Cristo estamos completos y Él es suficiente para nosotros. Ante un nuevo año frente a nosotros, Cristo es y será suficiente para ti. Si vienen alegrías, agradece a Dios quien por Su gracia te las envía. Y recuerda que el mayor gozo está en Cristo. Si vienen tristezas y tiempos de dolor, el Buen Pastor te cuidará y guiará “en valle de sombra y de muerte” (Sal 23:4). Recuerda que en ese momento, Cristo continúa siendo suficiente para ti. En Él estás completo y nada te falta. Que Dios te bendiga este nuevo año guiándote a encontrar tu satisfacción duradera en Cristo.


[1] Michael Reeves, Rejoicing in Christ [Regocijándome en Cristo] (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2015), 10.

[2] Ibid.

[3] Andrew Bonar, Memoir and Remains of the Rev. Robert Murray M’Cheyne (Edinburgh: William Oliphant, 1864), 257. Citado por Michael Reeves, 12.

[4] Warren W. Wiersbe, The Bible Exposition Commentary [El comentario expositivo de la Biblia] vol. 2 (Wheaton, IL: Victor Books, 1996), 126.

[5] Juan Calvino, Commentaries on the Epistles of Paul the Apostle to the Philippians, Colossians, and Thessalonians [Comentarios sobre las epístolas del apóstol Pablo de Filipenses, Colosenses y Tesalonicenses] (Bellingham, WA: Logos Bible Software, 2010), 182.

Daniel Puerto

Daniel es Coordinador Editorial de Poiema Publicaciones. Estudió en el Instituto Bíblico Rio Grande (Edinburg, Texas) y actualmente cursa una maestría en el Southern Baptist Theological Seminary. Está casado con Claudia y es padre de Emma y Loikan.

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