10 cosas que deberías saber del huerto del Edén

El huerto del Edén fue hermoso, pero ¿queremos volver a él? Aquí hay 10 ideas clave que nos ayudan a poner la esperanza en algo mejor.
Foto: Light Stock

A veces escuchamos la historia de la Biblia contada en este orden: Creación-Caída-Redención-Restauración. Pero ¿la obra en la cruz realmente tiene por objetivo restaurar lo que vivimos en el huerto del Edén? Aunque ese lugar estaba lleno de perfección y belleza, como creyentes debemos anhelar algo mejor que regresar a él.

En este breve artículo, exploraremos 10 ideas acerca del Edén, que nos permitirán ver por qué nuestra esperanza es mejor que ese huerto.

1. Edén era bueno, pero no completamente glorioso

Edén era brillante y hermoso, y tendemos a pensar en él en términos de perfección. Pero en lugar de pensar en así, deberíamos pensar en él en términos de potencial. Ciertamente, ese sitio era puro, inmaculado, ordenado y pleno, pero el Edén que leemos en Génesis 1 ‒ 2 aún no era todo lo que Dios tenía previsto para Su creación. Era inmaculado pero incompleto.

Desde el principio, Edén no estaba destinado a ser estático: se dirigía hacia algún lugar. Podríamos decir que había una escatología de Edén. Las intenciones de Dios para Su creación siempre han estado encaminadas hacia la consumación, hacia la gloria.

Más que pensar en el Edén como un lugar perfecto, debemos considerarlo en términos de su potencial. / Foto: Envato Elements

2. Edén era abundante, pero no era expansivo

Génesis 2:8 nos dice que en la tierra que Dios creó “plantó un huerto hacia el oriente, en Edén, y puso allí al hombre que había formado”. Les dio a Adán y Eva las siguientes instrucciones: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra” (Gn 1:28). Claramente, había un proyecto de expansión en marcha. A medida que el hombre y su mujer trabajaran, cuidaran el huerto, fueran fructíferos y se multiplicaran, Edén crecería más allá de sus límites, y la gloria de su gobierno real aumentaría.

3. Edén era completamente bueno, pero no era completamente seguro

Por muy bueno que fuera el Edén original, era vulnerable al mal, al engaño e incluso a la muerte. Esto se hace evidente cuando consideramos que Satanás habitaba en el cuerpo de una serpiente común y trajo la muerte al huerto inmaculado. En Apocalipsis 21, Juan se asegura de tranquilizarnos de que esto no sucederá en el huerto mayor que vendrá. Será completamente seguro: “Jamás entrará en ella nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino solo aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero” (Ap 21:27).

4. Edén tenía un ritmo de trabajo y descanso, pero todavía no había descanso interminable

Dios hizo Su obra de creación y luego descansó. En Su descanso, estaba dándole a Adán un ejemplo de algo que esperar cuando completara su obra de someter la tierra, ejercer dominio sobre ella y llenarla de portadores de la imagen de Dios. Si Adán hubiera terminado fielmente la obra; él, Eva y su descendencia habrían entrado en un descanso sabático permanente.

Por muy bueno que fuera el Edén original, era vulnerable al mal, al engaño e incluso a la muerte. / Foto: Jhon Montaña

5. Adán y Eva fueron hechos a imagen de Dios, pero aún no tan gloriosos como Dios pretendía

David escribió sobre el primer hombre: 

¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles, 

Y lo coronas de gloria y majestad! (Sal 8:5).

Claramente, Adán y Eva, al haber sido hechos a imagen de Dios, poseían una medida de Su gloria. Si hubieran obedecido, habrían sido transformados de gloria en gloria. “Transformados en la misma imagen de gloria en gloria” (2Co 3:18), siempre ha sido y sigue siendo el plan de Dios para aquellos hechos a Su imagen. Incluso ahora, a medida que el Espíritu Santo trabaja en nosotros, estamos siendo cambiados de un grado de gloria a otro. Pero es la plenitud de la gloria de la resurrección lo que más anticipamos:

Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de Su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a Él mismo (Fil 3:20-21).

Adán y Eva habitaron en el Huerto del Edén, pero tras su caída en pecado, fueron expulsados de ese lugar. / Foto: Jhon Montaña

6. Adán y Eva estaban desnudos, pero todavía no estaban vestidos con esplendor real

Cuando leemos en Génesis 2 que Adán y Eva estaban desnudos en Edén, inicialmente puede parecernos algo bueno o neutral. Pero los lectores originales de Moisés habrían reconocido que algo faltaba. Ellos eran representantes reales del gran Rey, los cuales siempre están vestidos con ropas reales en las Escrituras (piensa en el manto de muchos colores de José, el manto de Jonatán dado a David, y el manto y el anillo dados al hijo pródigo).

El informe de su desnudez indicaba una necesidad de ropa de la realeza que les habría sido dada si hubieran ejercido fielmente el dominio. Pero en lugar de obtener un mejor vestido, perdieron la gloria original que los cubría. Esto hizo que su desnudez ante Dios fuera tan insoportable que buscaron cubrirse con hojas de higuera.

7. Adán y Eva disfrutaban de la intimidad de una sola carne, pero su vínculo era vulnerable a la ruptura

La historia de amor en Edén comenzó con Adán y Eva disfrutando de una intimidad de “hueso de mis huesos, y carne de mi carne” (Gn 2:23). Pero las mismas dos personas que estaban desnudas y sin vergüenza están, tan solo unos versículos más tarde, tratando de cubrir su vergüenza. El mismo esposo que extendió su mano a su esposa para darle la bienvenida exclamando: “Esta es”, solo unos versículos más tarde, la señala con el dedo diciendo: “La mujer que Tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí” (Gn 3:12). Esta relación que estaba destinada a bendecir al mundo trajo una maldición sobre él.

Desde que este primer matrimonio salió tan terriblemente mal, Dios ha estado trabajando en Su plan para presentar una novia perfeccionada al esposo perfecto. Llegará el día en que la sombra del matrimonio humano temporal dará paso a la sustancia: el matrimonio eterno, inquebrantable y más íntimo entre Cristo y Su novia. Este será el matrimonio más feliz de todos los tiempos.

Desde que el primer matrimonio salió tan terriblemente mal, Dios ha estado trabajando en Su plan para presentar una novia perfeccionada al esposo perfecto. / Foto: Dragon Images

8. Adán y Eva disfrutaban de la presencia de Dios, pero eran vulnerables a Su presencia en juicio

Adán y Eva experimentaron la alegría de la presencia de Dios con ellos en el jardín antes de pecar. Pero un aspecto de esa presencia fue la advertencia que les dio sobre el árbol prohibido: “El día que de él comas, ciertamente morirás” (Gn 2:17). Cuando leemos en Génesis 3:8 que el hombre y su mujer “oyeron al Señor Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día”, no era como si Dios estuviera dando Su habitual paseo tranquilo por la tarde en el huerto. Este era el día del juicio, que para Adán y Eva significaba también el día del desalojo. Ya no podían vivir en el santuario santo de Edén en la presencia de un Dios santo, porque se habían convertido en personas impías.

Pero la intención de Dios de habitar con un pueblo santo en una tierra santa no podía ser frustrada por el pecado humano. En cambio, Él comenzó a trabajar en Su plan para hacer posible que los pecadores fueran limpiados y santificados, de forma que pudieran vivir en Su presencia. Llegará el día en que “Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos” (Ap 21:3).

9. Adán y Eva podrían haber obtenido el conocimiento del bien y del mal sin comer del árbol prohibido

Cuando leemos sobre el árbol del conocimiento del bien y del mal (Gn 2:9), podríamos pensar que debió haber algo intrínsecamente malo en él, incluso amenazante. Pero no estaba prohibido porque fuera malo; más bien, era malo porque estaba prohibido. Dios puso este árbol en el huerto para dar al hombre la oportunidad de vivir una fe y obediencia genuinas.

Adán y Eva podrían haber usado la sabiduría que Dios les dio a través de Su Palabra para evaluar las mentiras de la serpiente y la rebelión, y verlas como algo malo, a la vez que se aferraban a la bondad de Dios. Adán debería haber aplastado la cabeza de la serpiente malvada en ese momento; debería haber sofocado esta rebelión en lugar de participar en ella. Si lo hubiera hecho, el hombre habría podido comer hasta saciarse del árbol de la vida y entrar en una vida celestial, sin tener que experimentar nunca la muerte.

10. Edén tenía el árbol de la vida, pero a Adán y Eva se les prohibió comer de él

No se nos dice específicamente que Adán y Eva no pudieran o no hubieran comido del árbol de la vida que estaba en medio del huerto. Pero parece que el fruto de este árbol era un festín que Adán y Eva disfrutarían una vez que pasaran la prueba de obediencia representada en el árbol prohibido. Apocalipsis 2:7 habla de “comer del árbol de la vida” como algo concedido a aquellos que “vencen” o “conquistan”. Claramente, Adán y Eva no vencieron la tentación. Estaban destinados a gobernar sobre la creación, pero no pudieron dominar sus propios apetitos. Debido a su desobediencia, se les prohibió comer del árbol.

Apocalipsis 22 revela que la oportunidad para que el pueblo de Dios coma del árbol de la vida no ha desaparecido para siempre. En cambio, el árbol de la vida está gloriosamente plantado en el centro del jardín más grande que está por venir. En el antiguo Edén, los árboles daban fruto en su estación, lo que significa una vez al año, pero en el nuevo y mejor Edén, el árbol de la vida produce una nueva cosecha de frutos cada mes. En el antiguo Edén, el árbol de la vida crecía en medio del huerto, pero en el nuevo Edén, el árbol de la vida crece a ambos lados del río. Parece haberse multiplicado y expandido, lo que implica que todos tendrán acceso a él; todos serán bienvenidos a comer hasta saciarse. Y no es solo el fruto lo que nos alimentará; las hojas de este árbol nos sanarán. De hecho, sanarán toda la creación.

A veces escuchamos la historia de la Biblia contada como Creación-Caída-Redención-Restauración. Pero por bueno que fuera Edén, no estamos simplemente volviendo a Edén como solía ser. La historia de la Biblia es Creación-Caída-Redención-Consumación. Esperamos un hogar que será incluso mejor que Edén.


Este artículo se publicó originalmente en Crossway.

Nancy Guthrie

Nancy Guthrie enseña la Biblia en conferencias por todo Estados Unidos. Ella y su esposo, David, dirigen retiros restauradores para parejas que han experimentado la muerte de un hijo. Conócela en nancyguthrie.com

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