Lo que el ministerio juvenil no es

Lo que entendemos por ministerio juvenil, ¿es lo mismo que enseña la Biblia?
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En las últimas décadas el ministerio juvenil en la iglesia local ha tomado un gran auge, así que vale la pena que pasemos revista e identifiquemos los peligros a los que exponemos a los jóvenes si no definimos qué es el ministerio juvenil, y cuál debería ser su alcance y propósito. Es muy común que las congregaciones desarrollen programas y ministerios que sirvan para suplir la necesidad que tiene la generación emergente. Pero en ocasiones se crea un punto de tensión y controversia, hay quienes han ido de una posición a otra. Algunos dicen que el ministerio juvenil no debería existir porque no se encuentra en la Biblia ninguna referencia del mismo. Por otro lado, algunos deciden hacer del ministerio juvenil un lugar de entretenimiento para los jóvenes, saturado con programas de actividades y simples reuniones sociales sin ningún propósito, un lugar “cool” donde los jóvenes pueden divertirse sanamente dentro de la iglesia. Así que, para tener una idea clara primero despejemos las dudas sobre lo que el ministerio juvenil es y no es:

1. No es una iglesia paralela.

Desarrollar una estructura paralela a la iglesia, con una visión diferente y que persiga objetivos diferentes no es lo que define al ministerio. El pastor o líder de jóvenes debe ser el primero en entender que los ministerios juveniles son parte de la iglesia y no una iglesia paralela. Expresiones como nuestro espacio, nuestro ambiente y nuestra pequeña iglesia, pueden crear en los jóvenes un mal concepto de lo que es el ministerio juvenil y para qué existe.

Sí es un ministerio integrado a la iglesia local

«Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. […] Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él», 1 Corintios 12:12, 27.

Es una comunidad que es parte importante del cuerpo de Cristo dentro de la iglesia y que está integrado activamente en el servicio de la misma.

Los líderes de jóvenes deben transmitir la idea de que los jóvenes no están aparte de la iglesia, sino que ellos son la iglesia.

2. No es una subcultura dentro de la iglesia.

El ministerio juvenil no existe para ser una subcultura dentro de la iglesia, un lugar donde el evangelio es presentado de la manera más “cool” posible, con el fin de no ofender a los jóvenes y hacerlos sentir bien. Un lugar donde no se respire “religiosidad”, donde se usan códigos y lenguajes que solo los jóvenes pueden descifrar. Desarrollar una subcultura dentro de la iglesia tiene sus peligros:

  • Los jóvenes puedes asistir a su grupo y nunca sentirse parte de la iglesia local.
  • Los jóvenes pueden perder el sentido de pertenencia y compromiso con la iglesia local.
  • Los jóvenes puede perder de vista que los pastores y ancianos son la autoridad impuesta por Dios para corregirlos o amonestarlos.
  • Los jóvenes pueden rechazar cualquier forma de adoración o predicación fuera de su subcultura y ver la liturgia de los domingos como algo anticuado.
  • Los jóvenes pueden ver la iglesia local como algo solo de adultos.
  • Los jóvenes pierden de vista la importancia de su inserción a la comunidad de adultos, y se verán tentados a postergarlo lo más posible ya que no quieren salir de su burbuja.
  • Los jóvenes corren el riesgo de no ver con seriedad el evangelio y la Palabra.

Sí es parte de la cultura de la iglesia

Es una sola iglesia, es una sola cultura, es una misma cosa. Por lo tanto, este debe esforzarse en trabajar a favor del propósito y llamado de la iglesia. Los jóvenes deben ser estimulados a desarrollar un sentido de pertenencia, integración y colaboración a todo lo que sucede en la iglesia local, ya sea en las misiones, el evangelismo, el discipulado, la oración, la adoración, la predicación, los ayunos, las ofrendas, etc.

3. No es un substituto de la responsabilidad de los padres.

Muchas veces los pastores y líderes juveniles con las mejores intenciones pasamos la línea de nuestras responsabilidades. En ocasiones asumimos un rol que no nos pertenece, y dirigimos a los jóvenes de nuestra congregación como si fueran nuestros hijos.

En algunas iglesias existe un mal entendido sobre cuál es el rol de la iglesia y cuál es el rol de los padres con relación a la instrucción a los jóvenes. En las Escrituras vemos que la responsabilidad de instruir a los hijos siempre es y será de los padres o tutores.

Lamentablemente muchas veces los roles se invierten y vemos a los padres esperando que la iglesia o los pastores sean quienes formen a sus hijos en el evangelio. En otras ocasiones vemos a los líderes de jóvenes relacionándose con los jóvenes y estableciendo disciplina como si estos fueran sus hijos. Ambas cosas violan el propósito y diseño establecido por Dios.

Sí es un aliado de los padres, pero nunca un sustituto

«Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él», Proverbios 22:6.

Es evidente que la instrucción a los jóvenes en la Palabra es un llamado a los padres, por lo tanto, el ministerio juvenil apoya a los padres en su labor de mostrarles a sus hijos el camino en el que deben andar. El ministerio juvenil apoya a los padres y la familia, pero no asume su rol.

4. No es un grupo de entretenimiento.

El entretenimiento es uno de los componentes más considerados y usados dentro de los ministerios juveniles, sin embargo, el exceso de este hace que el ministerio fomente expectativas incorrectas a los jóvenes que asisten. Por lo tanto, el ministerio juvenil no puede desarrollarse sobre la base de entretener a los jóvenes. El entretenimiento no cambia el corazón de los jóvenes, el evangelio sí.

Sí es un campo de evangelismo y discipulado

El ministerio juvenil es un excelente escenario para presentar el evangelio fielmente. Es el lugar donde los jóvenes deben ser expuestos a la transformadora verdad de la Palabra de Dios, y a un programa sistematizado de discipulado que les permita crecer en gracia y piedad de acuerdo a la edad en la que se encuentren. El ministerio juvenil debe desafiar cada momento a los jóvenes a vivir el evangelio y a compartir su fe como una misión en cualquier lugar donde se encuentren.

Finalmente, el ministerio juvenil debe entender su propósito, el cual es transformar la vida de los jóvenes con el evangelio, de manera que ellos impacten a otros con la buena noticia de Cristo. El ministerio debe estar centrado en el las buenas nuevas de salvación, en la persona de Cristo y en la Palabra de Dios. El ministerio juvenil debe caracterizarse por el impacto del evangelio en las vidas de estos jóvenes.

Una definición bíblica

Yo definiría un ministerio juvenil Cristo-céntrico como un ministerio que persigue:

  • Glorificar a Dios impactando a los jóvenes de esta generación con el evangelio de Cristo.
  • Discipular a los jóvenes a luz de las Escrituras.
  • Con el fin de cumplir con la gran comisión de proclamar el evangelio a otros y hacer discípulos en cualquier lugar donde se encuentren.

Y tú, ¿cómo definirías el ministerio juvenil con tus propias palabras?

Moisés Gómez

Moisés Gómez sirve como uno de los pastores en la iglesia First Baptist Church of Irving en el área de Dallas, Texas. Actualmente se encuentra desarrollando la congregación hispana en esta iglesia. Está felizmente casado con Betsy Gómez, y tienen tres hijos: Josué, Samuel, y Grace. Es graduado del SEBTS con una Maestría en Divinidad. A Moisés le apasiona compartir el evangelio y disfruta los deportes.

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