Cuando se trata de la Biblia, todos tenemos que tomar una decisión. Podemos abrazar la Biblia en nuestros términos o en sus términos. Podemos elegir seguirla una parte del camino o podemos elegir seguirla hasta el final. Podemos incursionar en ella o podemos profundizar en ella. En algún momento tenemos que elegir. Muchas personas eligen relacionarse con la Biblia como si fuera un mapa que ofrece una ruta, pero no la ruta a su destino. Lo seguirán durante parte del recorrido, pero durante al menos una parte del viaje tomarán lo que parece ser un camino más fácil. Muchas personas eligen relacionarse con la Biblia como si fuera una de las porciones de un buffet. Pondrán un poco de Biblia en su plato, luego también un poco de esto y un poco de aquello. Pero a medida que pasa el tiempo y sigo viviendo mi pequeña vida en este mundo, me convenzo más y más de que no hay nada mejor que apostar por toda la Biblia. Me he dado cuenta de que estoy tan involucrado que, si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado. De hecho, si la Biblia está equivocada, estoy muy equivocado, totalmente equivocado, vergonzosamente equivocado, devastadoramente equivocado, y equivocado sobre todo lo que realmente importa en la vida y la muerte. Si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado acerca de los orígenes del mundo. La Biblia me dice que fue creado por Dios en el transcurso de seis días, y no hace tanto tiempo como los millones de miles de millones de años que otras personas afirman. Este mundo, este universo, fue hecho por Dios y para Dios, en un increíble acto ex nihilo (de la nada) de superioridad creativa. Si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado acerca de los orígenes de la humanidad. La Biblia me dice que los primeros dos seres humanos fueron creados por Dios y puestos en esta tierra como seres humanos adultos y completos, no que evolucionaron lentamente a partir de organismos menores. Fueron creados a la imagen de Dios como la corona de la creación de Dios. Si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado acerca del propósito de la humanidad. La Biblia me dice que el ser humano fue puesto en esta tierra para glorificar a Dios. Existimos para hacer bien a los demás, lo que a su vez manifiesta la bondad de nuestro Dios. Esto se opone a una misión de empoderamiento personal o de realización humana. Si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado acerca del propósito de la familia. La Biblia me dice que el matrimonio existe para servir como un modelo de la relación de Dios con Su pueblo a través de la complementariedad del esposo y la esposa. Me dice que el matrimonio existe como el contexto en el que tenemos la responsabilidad de crear más personas que porten la imagen de Dios. El matrimonio es la institución de una nueva familia y la familia es la piedra angular de la sociedad. Si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado acerca del gran problema y la gran necesidad del ser humano. La Biblia me dice que nuestro gran problema es que hemos pecado contra un Dios santo, nos hemos rebelado en Su contra y necesitamos desesperadamente la reconciliación. No somos buenas personas que de vez en cuando toman malas decisiones, ni inocentes que a veces actúan con ignorancia, sino personas malas que odian a Dios y al prójimo. Nuestra gran necesidad no es la autoestima, la tolerancia o las nuevas formas de política o economía, sino el perdón que recibimos por gracia a través de la fe en Cristo Jesús. Si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado acerca del futuro. La Biblia me dice que la historia culminará con el regreso de Jesucristo que vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. El mundo no terminará con una catástrofe ecológica o un holocausto nuclear, sino con la reaparición del Cristo glorioso. Él vendrá como el Rey victorioso, como el Juez justo, para llevar a unos a la gloria eterna y condenar a otros a la condenación eterna. Si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado acerca de los problemas culturales más apremiantes de la actualidad: la homosexualidad, el matrimonio homosexual, el transexualismo, el aborto, el cambio climático. Si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado acerca de los temas teológicos más apremiantes de la actualidad: la resurrección de Jesucristo, la naturaleza de la atracción hacia personas del mismo sexo, la autoridad y la suficiencia de las Escrituras. Si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado en cómo me relaciono con el dinero, cómo honro mi cuerpo, cómo uso mi tiempo. Me equivoco una y otra vez, una y otra vez, de la cabeza a los pies. Soy pobre, patético, lamentable y ciego. Pero he tomado mi decisión. He examinado la evidencia y he elegido creer que no está mal, sino que está bien. Elegí creer que es buena, pura y verdadera, infalible, inerrante y suficiente. Elegí abrazarla en Sus propios términos, creerla hasta el final, vivir de acuerdo con cada una de sus palabras. Elegí estar adentro, totalmente adentro. Este artículo se publicó originalmente en Challies.
