Bienvenidas al Podcast de Mujeres en la Palabra llevado a ustedes por Iniciativas Femeninas de Soldados de Jesucristo. Reciban un saludo desde la República Dominicana de parte de Cathy Scheraldi de Núñez y Vilma de Méndez. El estudio que estaremos llevando nos emociona mucho, leamos Rut 1:1-5
“Aconteció que en los días en que gobernaban los jueces, hubo hambre en el país. Y un hombre de Belén de Judá fue a residir en los campos de Moab con su mujer y sus dos hijos. 2 Aquel hombre se llamaba Elimelec, y su mujer se llamaba Noemí. Los nombres de sus dos hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Y llegaron a los campos de Moab y allí se quedaron. 3 Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos. 4 Y ellos se casaron con mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa y el nombre de la otra Rut. Y habitaron allí unos diez años. 5 Murieron también los dos, Mahlón y Quelión, y la mujer quedó privada de sus dos hijos y de su marido”.
Para entender mejor este libro, creo que es importante situarnos en la historia de Israel en este tiempo. El libro de Rut comienza diciéndonos que la historia se desarrolla durante la época de los jueces, probablemente entre 1200-1020 a.C. Reconocemos al leer el libro de Jueces que ésta fue una época turbulenta, justo después de la conquista de Canaán, y se caracterizó por una anarquía rampante donde cada uno hacía lo que mejor le parecía (Jue. 21:25). Es interesante que el libro comienza con una crisis, una terrible hambruna en la tierra de Israel, tal vez como disciplina del Señor, porque Deut. 11:13-14 nos dice que Dios dijo a los judíos a través de Moisés: “Y sucederá que, si obedecéis mis mandamientos que os ordeno hoy, de amar al Señor vuestro Dios y de servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, El dará a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, lluvia temprana y lluvia tardía, para que recojas tu grano, tu mosto y tu aceite”. Pero, como tu dijiste Vilma, ellos no fueron obedientes, y aún más fueron infieles al Señor con los países paganos alrededor. Sin embargo, como veremos con este libro, Dios es fiel a Su pueblo aun cuando ellos ni se dan cuenta. El patrón de los judíos en este tiempo fue rebelión a través de idolatría e incredulidad, y juicio de parte de Dios a través de la opresión por sus enemigos. Dios levantaba un libertador o juez, volvían a Dios en arrepentimiento con súplica a Dios y luego venía la libertad de nuevo. Hay que ser muy osado para desafiar, desobedecer a Dios y hacer algo sin buscar su rostro y su voluntad. Muchos jóvenes o familias deciden cambiar de país por trabajo en busca de mejoría, por escoger la riqueza o comodidad sin tomar en cuenta el peligro de la mundanalidad y la cultura que los apartará de Dios. Esto no es malo, pero debieran preguntarse ¿cómo y a dónde me mudaré? ¿A dónde iré a buscar trabajo? ¿Hay iglesia? ¿Me congregaré? Otro peligro es hacer algo que Él nos ha prohibido o mandado, “no os unáis en yugo desigual con los incrédulos” (2Cor. 6:14). Vemos ahora que la familia de Elimelec salió del pueblo elegido a un país no solamente pagano, sino enemigo de los judíos, Moab, pero Dios, que bueno y grande es Dios que siempre saca gloria de nuestros pecados, aunque, en ese tiempo, parece ser que tenían una relación de relativa paz. Cathy, ¿tú recuerdas tu recuerdas como comenzó el país de Moab? Claro que sí, Moab es la descendencia de la relación incestuosa de Lot y su hija mayor como leemos en Génesis 19:37 “Y la mayor dio a luz un hijo, y lo llamó Moab; él es el padre de los moabitas hasta hoy”. Recordamos que cuando Lot se separó de su tío Abraham, él y su familia fueron a vivir a Sodoma, un país no solamente pagano sino extremadamente pecaminoso. Dios destruyó a Sodoma y Gomorra mandando una lluvia de fuego y azufre y su esposa murió por desobediencia mirando atrás en vez que seguir adelante con Dios. Mientras Lot y sus 2 hijas están viviendo en las montañas, ellas tienen la “brillante” idea de emborrachar a su padre y acostarse con él para tener una herencia. Mira la influencia que el mundo puede tener en la familia y sobre nuestros hijos cuando El Señor no es el centro de nuestras vidas. Una familia judía fue el inicio de un país pagano. Los moabitas fueron siempre adversarios del pueblo de Israel. Lo oprimieron durante el tiempo de los jueces por 18 años y se puede leer sobre esto en Jueces 3:14. Sus luchas siguieron con el correr del tiempo y Dios los maldijo por su idolatría, por su soberbia y su férrea oposición a Su pueblo. También persiguieron a los israelitas cuando andaban por el desierto y los atacaron por la espalda, donde venían niños y mujeres. Y estos nombres mencionados en el texto, Mahlón, Quelión, Orfa, su nombre significa “doble-mente”. Había división en su corazón (Stg.1:8). Todos estuvieron en contacto con la Palabra al casarse con los hijos de Noemí, pero vemos que unos abren su corazón y otros no. Orfa abrazaría a Moloc dios de Moab, algunos no pasamos el examen, nos casamos y formamos parte de una familia cercana a Dios y el evangelio no nos impacta, no nos ilumina. Orfa representa a los que, habiendo gustado el evangelio, retroceden y regresan a la oscuridad.
