Por qué tu iglesia debería cantar nuevas canciones (no sólo las antiguas)

Las canciones tradicionales nos conectan con un legado de fe, y las nuevas permiten descubrir himnos que marcarán a futuras generaciones. Solo cantando ambas podemos ser fieles administradores de la adoración.
Foto: Lightstock

Algunas iglesias solo cantan canciones antiguas; se basan en los grandes himnos de la fe y solo añaden selecciones más nuevas en muy contadas ocasiones. Algunas iglesias solo cantan canciones nuevas; se basan en sus propios compositores o en el top 40 cristiano y solo cantan selecciones más antiguas en muy contadas ocasiones. Estoy convencido de que hay un valor en cantar deliberadamente tanto las canciones más antiguas como las más recientes (aunque con gusto hago una excepción con aquellos hermanos y hermanas que tienen la convicción de que la Biblia nos permite cantar solo los salmos en nuestros servicios de adoración).

Charles Wesley es probablemente el escritor de himnos más prolífico de la historia. No sabemos exactamente cuántos compuso a lo largo de su vida, pero si los contamos con sus poemas, es probable que el total se acerque a los 10.000. Se trata de una obra increíble que parece difícil de igualar. Todavía nos encanta cantar “Se oye un son en alta esfera”, “Maravilloso es el gran amor”, “Oh, que tuviera lenguas mil”, “Cariñoso Salvador”, y muchas más.

Charles Wesley es probablemente el escritor de himnos más prolífico de la historia. / Artista: Magnus Manske

Si alguien se acercó o incluso igualó el total de himnos escritos por Wesley, fue Fanny Crosby. Una vez más, no estamos seguros de cuántos himnos compuso, especialmente, porque algunos fueron escritos bajo seudónimos (¡hasta 250!), pero comúnmente se calcula que fueron unos 9.000, de nuevo un total estupendo que incluye maravillosos himnos como “Salvador, a ti acudo”, “Grata certeza”, “Do mi Salvador me guíe” y “A Dios sea la gloria”.

Admiramos a estos dos músicos como nuestros más preeminentes compositores de himnos. Les honramos por su enorme contribución a la adoración cristiana. Seguimos cantando sus palabras. Sin embargo, vale la pena considerar esto: ¿Cuántos himnos de Wesley y Crosby seguimos cantando hoy? Incluso en las iglesias que todavía se centran en los himnos, ¿podría ser en total más de 10 o 12 de cada uno de ellos? ¿Qué pasó con los otros 9.990 himnos de Wesley y los otros 8.988 de Crosby?

Fanny Crosby / Foto: Britannica

Lo que ha pasado es el tiempo. El tiempo tiene una forma de servir de filtro que separa lo bueno de lo malo y lo bueno de lo mejor. Supongo que en algún momento Wesley estrenó la mayoría de sus 10.000 himnos. En algún momento y en algún lugar una congregación los cantó. Supongo que muchos de ellos solo se cantaron una vez antes de que alguien dijera amablemente: “Deséchalo, ese no funcionará”. Aunque Wesley era brillante, incluso él debe haber escrito algún que otro fracaso.

Supongo que muchos más se cantaron unas cuantas veces antes de que la gente se diera cuenta de que, aunque no eran objetivamente malos, tampoco eran tan buenos. Seguramente, otros se cantaron durante un año, o una década, o incluso un siglo antes de ser desplazados por otros himnos que trataban mejor el mismo tema. Casi 250 años después, solo tenemos en circulación lo mejor de lo mejor de los himnos de Wesley. El pueblo de Dios cantaba las canciones malas y no tan buenas de Wesley para poder transmitir las excelentes. Lo mismo, por supuesto, es cierto de Crosby, Watts, Hart y tantos otros.

Somos guardianes de la himnodia de la iglesia, con el deber de preservar, enriquecer y refinar este legado.

Y esto demuestra exactamente por qué los compositores de hoy necesitan seguir escribiendo nuevas canciones y por qué las iglesias de hoy necesitan cantarlas. Somos los administradores de la himnodia de la iglesia. Se nos ha entregado un legado increíble y es nuestro trabajo no solo preservarlo, sino también aumentarlo y refinarlo. Tenemos que hacer, por las generaciones futuras, lo que las pasadas hicieron por nosotros. Para ser fieles administradores debemos seguir cantando las viejas canciones, pero también las nuevas, porque solo cantándolas podremos evaluarlas adecuadamente. Inevitablemente, cantaremos algunas que no sirven. También cantaremos algunas que solo están bien. Pero estoy seguro de que también cantaremos algunos himnos generacionales que serán mejores y más preciosos cada vez que los cantemos. Y estos son los que luego pasaremos a las generaciones que nos siguen.

Para ser fieles administradores debemos seguir cantando las viejas canciones, pero también las nuevas.

Empecé diciendo que algunas iglesias solo cantan canciones antiguas y otras solo cantan canciones nuevas. Ambas cosas son defectuosas. Inclinar la balanza hacia un lado es no aprovechar el legado de las grandes canciones cristianas. Inclinarla hacia el otro, es no añadir nada a ese mismo legado. Administramos fielmente nuestra música cuando cantamos lo mejor de lo antiguo y encontramos lo mejor de lo nuevo. ¡Y solo podemos hacerlo si cantamos!


Publicado originalmente en Challies.

Tim Challies

Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo BLOG ( challies.com ) ha publicado contenido de sana doctrina por más de 7000 días consecutivos. Tim es esposo de Aileen, padre de dos niñas adolescentes y un hijo que espera en el cielo. Adora y sirve como pastor en la Iglesia Grace Fellowship en Toronto, Ontario, donde principalmente trabaja con mentoría y discipulado.

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