¿En qué consiste el ayuno?

Estoy convencido de que gran parte de nuestra apatía hacia el ayuno se deriva de nuestra confusión al respecto. Entonces ¿cómo ayunar?
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El ayuno es, por mucho, la disciplina espiritual menos apreciada y practicada. Existe una curiosa apatía hacia una disciplina que Jesús asumió que Sus seguidores deberían practicar. Al fin y al cabo, igual que dio instrucciones sobre la oración precedidas de las palabras: “Cuando [no si] ustedes oren (énfasis añadido)”, dio instrucciones sobre el ayuno precedidas de: “Y cuando ayunen (énfasis añadido)”. Ambas parecen ser disciplinas normales y esperadas para los seguidores de Cristo. Aunque Jesús no ordenó ayunar, ciertamente lo elogió y lo demostró. Por lo tanto, si Jesús consideró necesario ayunar, parece poco probable que nosotros debamos evitarlo por completo. 

Estoy convencido de que gran parte de nuestra apatía hacia el ayuno se deriva de nuestra confusión al respecto. No entendemos por qué o cómo ayunar y, por tanto, no lo hacemos. Extrañamente, parece que queremos tener una teología perfecta del ayuno antes de practicarlo. Sin embargo, en ninguna otra parte exigimos tanta precisión. Empezamos a orar antes de distinguir una adoración de una súplica y empezamos a leer la Biblia antes de distinguir una epístola de un apóstol. Pero, de algún modo, cuando se trata del ayuno permitimos que la ignorancia nos lleve a la falta de acción.

En esencia, el ayuno es simple: es abstenerse de una cosa específica durante un tiempo específico y por una razón específica.

Gran parte de nuestra apatía hacia el ayuno se deriva de nuestra confusión al respecto. No entendemos por qué o cómo ayunar y, por tanto, no lo hacemos. / Foto: Envato Elements

El ayuno es abstenerse de comer

Pero últimamente he oído a gente que aboga por abstenerse de otras cosas en lugar de la comida, especialmente durante el tiempo cercano a la Pascua o Semana Santa. “Este año ayuno de Facebook”, me dijo un amigo. Pero bíblicamente, debemos ayunar de comida por esta sencilla razón: la comida es algo que necesitamos, no simplemente algo que queremos. Puedes querer usar Facebook, pero necesitas comer. Por lo tanto, al ayunar te estás privando de algo que necesitas (la comida) para buscar algo que necesitas aún más (la comunión con Dios).

Se ayuna durante un tiempo determinado

Puedes ayunar una mañana, puedes ayunar un día, puedes ayunar de sol a sol, puedes ayunar una semana, o puedes ayunar una mañana cada día de la semana. El ayuno solo debe durar lo suficiente como para sentirlo físicamente, para sentir la debilidad y las punzadas de hambre que te recuerdan tu debilidad y tu total dependencia de Dios.

Al ayunar te estás privando de algo que necesitas (la comida) para buscar algo que necesitas aún más (la comunión con Dios). / Foto: Unsplash

El ayuno tiene como finalidad la oración

El ayuno está relacionado con la oración de tal manera que un teólogo los describe como “primos hermanos”. Debemos llenar toda nuestra vida de oración, de modo que oremos continuamente sobre todo tipo de asuntos (1Ts 5:17; Ef 6:18). Debemos bombardear sin descanso el cielo con nuestras oraciones (Lc 18:1-8). Sin embargo, a veces también debemos ayunar, y parece desprenderse del registro bíblico que el ayuno está relacionado con oraciones que son especialmente serias e intensas o que llegan en momentos de profunda tristeza espiritual, deseo o incertidumbre. Puede que no sea necesario ayunar sobre tus oraciones para que Dios te ayude a planificar bien las vacaciones o para que cure tu rodilla adolorida, pero puede que sea sabio ayunar sobre tus oraciones para que Dios te ayude a superar tu adicción al alcohol o tus súplicas para que Dios conceda la salvación a tu hijo descarriado.

Por tanto, el ayuno es algo que se puede añadir a la oración. Ayunas en aquellos momentos en los que deseas fervientemente buscar a Dios, la presencia de Dios, la voluntad de Dios, el poder de Dios y el perdón de Dios. Si vale la pena suplicar a Dios por ello, vale la pena ayunar por ello. En última instancia, la oración es un medio para buscar a Dios mismo, y el ayuno es el medio misterioso pero eficaz de Dios para ayudar a ese noble deseo. Es dejar de lado la satisfacción de la comida para llegar a una satisfacción más profunda en Dios. Es desviar el deseo de comer hacia el deseo de Dios.

A pesar de todo, recuerda que Dios está contigo. Es un Padre amoroso que se preocupa mucho más por la orientación de tu corazón que por tus primeras acciones vacilantes. No necesitas dominar una teología del ayuno antes de empezar a practicar el ayuno, como tampoco necesitas dominar una teología de la adoración antes de empezar a adorar. En última instancia, el ayuno es la escuela del ayuno, igual que la oración es la escuela de la oración. Aprende a ayunar ayunando.


Publicado originalmente en Challies.

Tim Challies

Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo BLOG ( challies.com ) ha publicado contenido de sana doctrina por más de 7000 días consecutivos. Tim es esposo de Aileen, padre de dos niñas adolescentes y un hijo que espera en el cielo. Adora y sirve como pastor en la Iglesia Grace Fellowship en Toronto, Ontario, donde principalmente trabaja con mentoría y discipulado.

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