El Evangelio y el dolor de la ausencia de la paternidad

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A veces, la historia de una persona puede sustituir a la de millones. En ocasiones, un individuo puede explicar una situación que no sólo le afecta a él, sino, también, a innumerables personas. Los que hemos tenido la bendición de crecer con padres que estaban presentes, activos y comprometidos podemos tener dificultades para entender las penas y los retos particulares que se presentan para aquellos cuyos padres estuvieron alejados, no involucrados o, tal vez, totalmente ausentes. «Finding My Father: How the Gospel Heals the Pain of Fatherlessness» [Buscando a mi Padre: Cómo el evangelio cura el dolor de la falta de un padre] por Blair Linne, cuenta su propia historia, pero a su manera, presenta también la vida de muchas otras personas. Ella comienza de esta manera: «La sección en mi certificado de nacimiento reservada para el nombre de mi padre está en blanco. El interior del estrecho y vacío cuadro horizontal no ha sido ni tachado ni borrado. Simplemente se encuentra deliberadamente intacto. Así que mi partida de nacimiento, como muchas otras, cuenta por omisión la historia de una madre y un padre que nunca se casaron. Este trozo de papel apenas se mencionaba. Casi no existía en absoluto, porque yo casi no existía». Su madre era joven cuando tuvo su primer hijo y era aún joven cuando quedó embarazada del segundo. Decidió que buscaría un aborto, pero fue disuadida por un pastor y pronto dio a luz a Blair. Y aunque Blair fue muy querida por su madre, permaneció alejada de su padre—o del hombre que ella creía que era su padre. Pero esa historia es de ella y se cuenta mejor con sus propias palabras. La razón por la que leí su libro es que conozco a varias personas que han crecido sin padres y estoy ansioso por saber cómo amarlas, servirlas y apoyarlas mejor. Sé que para hacer eso, necesitaré entender mejor las luchas particulares de ellos. Y me alegra decir que «Finding My Father» [Buscando a mi Padre] ha resultado útil. Linne describe por qué, a pesar de la insistencia de nuestra cultura, una madre no puede ser un padre. «Por razones entendibles, nuestra cultura nos dice todos los días que las mujeres como ella pueden [reemplazar a un padre]. Este mundo empuja por la fusión de los roles parentales. Los medios de comunicación presentan a los hombres como ineptos, mientras que las mujeres son guerreras—especialmente las negras … Algunas mujeres insinúan o gritan que no necesitan un hombre o un padre. Sé por experiencia que estas cosas se suelen decir para tapar el dolor: Diré que no te necesito antes de que demuestres que no me necesitas. Pero a pesar de todo, la verdad es que los hombres son importantes y los padres son necesarios. Las madres tienen una vocación diferente a la de los hombres. Mi madre nunca fue creada para ocupar el lugar de mi padre, como tampoco él podría haber ocupado el de ella». Ella explica por qué la falta de padre es tan a menudo un predictor de ciertas luchas y patrones de pecado: «Cuando era más joven, pensaba que tener a mi padre en nuestra casa resolvería todos mis problemas. Pensaba que la presencia de un padre arreglaría todo lo que la ausencia de un padre había roto. Y tenía razón al sentir eso. Los estudios demuestran que la pobreza, los embarazos de adolescentes, la obesidad, el consumo de drogas y alcohol, la actividad criminal, la mortalidad infantil y los problemas de comportamiento están relacionados con la falta de un padre. Y esto se queda corto para expresar las implicaciones espirituales». Ella cuenta cómo ha llegado a entender la paternidad como algo celestial antes de ser terrenal, como una descripción de Dios antes de una descripción de cualquier hombre. Ella explica cómo la iglesia puede llenar el vacío dejado por los padres ausentes y proporcionar algo de lo que ellos no tienen o no quieren. «En la iglesia, los compañeros creyentes se convierten en nuestros hermanos, hermanas, madres y padres espirituales. Aunque es posible que no hayamos tenido un padre, podemos orar para que Dios nos envíe una familia en nuestra iglesia que esté dispuesta a cuidarnos y a proporcionarnos una figura paterna que sea la influencia masculina que necesitamos para nuestro desarrollo. Después de todo, en Cristo, en realidad tenemos más en común con una figura paterna que es creyente que con un padre biológico que no lo es. Hay algunas cosas que nuestros padres nos habrían enseñado si hubieran estado allí. Como no estuvieron, se nos ha dejado para que resolvamos estas cosas por nosotros mismos. Este no es el plan de Dios, ya que no nos ha dejado solos. Tenemos una iglesia como familia que nos ayuda a caminar por la vida». En un capítulo, ella le entrega el bolígrafo a su esposo Shai, quien explica cómo ha sido capaz de convertirse en el padre que él mismo nunca tuvo. «Cuando Blair y yo comenzamos a hablar, a ambos nos sorprendió lo similares que eran nuestros antecedentes familiares. Los dos éramos adultos conversos criados en zonas urbanas por madres solteras. Los dos teníamos padres que entraban y salían de nuestras vidas. Los dos teníamos mucho quebrantamiento e inestabilidad en nuestras familias. Una de las cosas que nos entusiasmó al reunirnos fue la perspectiva de un nuevo comienzo. Creo firmemente en la idea de que una pareja piadosa casada puede tener un impacto duradero en muchas generaciones que le siguen. Cuando miramos en nuestros árboles genealógicos, no vimos esa pareja. Creímos que el Señor nos estaba dando la oportunidad de ser esa pareja». Y, por la gracia de Dios, se están convirtiendo en esa precisa pareja. «Finding My Father» [Buscando a mi Padre] es un libro que trata de forma bíblica y compasiva un dolor que es familiar para muchos. No es un libro de texto frío sobre el tema, sino un relato cálido y convincente del deseo de una hija de conocer a su padre y ser conocida por él, de amar y ser amada. Espero que muchos de los que conocen ese dolor sean bendecidos y alentados por él; espero que muchos de los que no conocen ese dolor sean mejor equipados para servir a los que sí lo conocen. Este artículo fue publicado originalmente en inglés en https://www.challies.com/book-reviews/the-gospel-and-the-pain-of-fatherlessness/

Tim Challies

Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo BLOG ( challies.com ) ha publicado contenido de sana doctrina por más de 7000 días consecutivos. Tim es esposo de Aileen, padre de dos niñas adolescentes y un hijo que espera en el cielo. Adora y sirve como pastor en la Iglesia Grace Fellowship en Toronto, Ontario, donde principalmente trabaja con mentoría y discipulado.

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