Regalos divinos: los medios ordinarios de gracia

Explorando la elección divina de lo simple, Travis Montgomery desentraña la esencia de los 'medios ordinarios de gracia', destacando la Palabra, el agua y la Cena del Señor como canales de fortaleza y regalos especiales para el pueblo de Dios.
Foto: Andrew Moca

La vida cristiana es sobrenatural, pero no siempre es impresionante. La obra de Dios es asombrosa, pero no siempre es inmediata. De hecho, Dios a menudo escoge “lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo para avergonzar a lo que es fuerte” (1Co 1:27) y pone el ‘tesoro’ del Evangelio “en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros” (2Co 4:7). Es por eso que muchos cristianos a lo largo de los siglos y en todo el mundo han valorado los llamados ‘medios ordinarios de gracia’. 

¿Qué son los medios ordinarios de gracia? Son las prácticas externas que Dios ha prescrito por las cuales Él promete Su presencia fortalecedora a Su pueblo cuando este participa por fe. Dicho de manera más sencilla, los medios ordinarios de gracia son las proclamaciones del evangelio prescritas por Dios, e incluyen la Palabra (predicación, enseñanza y evangelismo), el agua (bautismo) y la mesa (la Cena del Señor). [1]

La palabra de Dios es uno de los medios de gracia dados a la Iglesia. / Foto: Aaron Owens

Estos son medios de gracia que provienen únicamente de Dios, y deben recibirse por fe (Ef 2:8–9). Así que no debemos pensar en la Palabra, el agua o la mesa como prácticas mágicas que obran en nosotros automáticamente o que obran por igual en todos y en todo momento. [2] Hay muchos que oyen el evangelio predicado mas no creen (2Co 3:3). Hay algunos que son bautizados sin haber sido verdaderamente regenerados (y, por lo tanto, no reciben ningún beneficio espiritual de su ‘bautismo’; [1Jn 2:19; cp. 1P 3:21]), y hay algunos que nunca son bautizados y, sin embargo, han sido redimidos (Lc 23:42–43). Ciertamente, hay momentos en que el pueblo de Dios participa en la Cena del Señor y, sin embargo, no se beneficia espiritualmente de ella debido a falta de fe o falta de una vida fiel (1Co 11:29). 

Otro de los medios de gracia que encontramos establecidos en la Escritura es el bautizo. / Foto: Arquidis Molina

Sin embargo, estos son los medios de gracia de Dios, y Él ha prescrito que usemos estos elementos ordinarios (externos, tangibles y, a menudo, muy simples): palabras, agua, pan y copa (Ro 10:13–15; Mt 28:19; Lc 22:19–20). Por lo tanto, no debemos dejar de lado estas prácticas esperando que Dios obre en nosotros solamente de manera mística e inmediata (sin mediación alguna). Necesitamos la creación de Dios (incluyendo a nuestros hermanos y hermanas en Cristo) para recibir Su gracia sobrenatural. Es así como Dios los ha y nos ha diseñado (cp. 1Ti 4:4-5). 

¿Cómo es que realmente nos beneficiamos de estos medios ordinarios de gracia cuando participamos en ellos por fe? En ellos, y a través de la proclamación del evangelio y el poder del Espíritu, confesamos nuestra debilidad y cultivamos nuestra confianza en Cristo. Sí, confesamos nuestra debilidad: todos tartamudeamos en la proclamación, todos nos ahogamos en las aguas, y todos somos mendigos en la mesa de Dios. Y, aun así, Dios salva a través de mensajeros imperfectos, nos resucita a una nueva vida en Cristo y celebra el banquete con nosotros. Así que cultivamos nuestra confianza en Dios a través de Sus medios ordinarios para nutrirnos tanto individual como colectivamente como iglesia. No se hace a través de habilidad, ni espectáculo, ni innovación o dinero algunos. Habiendo comenzado por el Espíritu, estamos siendo perfeccionados por el Espíritu (Ga 3:3) mientras proclamamos el evangelio del Hijo de Dios a través de Sus medios prescritos en Su Palabra. 

La Mesa o la Cena del Señor es también un medio de gracia para el Pueblo de Dios. / Foto: Unsplash

Para los niños 

Cuando tú o tus padres van a la Iglesia, ¡habrá algunos eventos inusuales! Puede que parezcan normales, pero también pueden sonar un poco raros. Verás a alguien predicar, lo cual es un poco como una clase en la escuela. ¡Pero lo escucharás hablar como si Jesús le dijera qué decirte! Es posible que veas bautismos, que es cuando sumergen en y sacan a personas del agua. ¡Pero es posible que escuches a alguien decir que murió con Jesús y que ahora camina con Él! Es posible que veas personas tomando la Cena del Señor, que es cuando todos juntos comen un pedazo de pan y beben de una copa. ¡Pero los escucharás hablar sobre el cuerpo y la sangre de Jesús y el día en que Él regrese! Cuando ves un paquete envuelto que dice: “Para: Ti” y “De: Papá”, sabes que es un regalo. Todas estas prácticas de la iglesia parecen normales, pero Dios dice que son Su regalo especial. Entonces, cuando veas a los cristianos predicar, bautizar o tomar la Cena del Señor, y los escuches hablar de Jesús al hacer todo esto, Dios te está llamando a confiar en Jesús para ser perdonado y tener una vida nueva. Esto es Su regalo especial. 

Este artículo se publicó originalmente en For the Church.


[1] 2Ti 2:15–17; Col 2:11–14; Mt 26:26–29. Aunque los católicos tradicionalmente enumeran siete ‘sacramentos’ y muchos más objetos ‘sagrados’ (sacramentalia), los protestantes generalmente han considerado estos tres como los medios ordinarios de gracia de Dios. Aunque algunos han considerado la oración junto con estos tres, es mejor considerar la oración como la respuesta natural y en fe del cristiano debido los medios ordinarios de gracia de Dios. Por supuesto, hay muchos otros elementos vitales para la obediencia cristiana que fluyen de nuestra fe, como el compañerismo, la generosidad, el servicio, la confesión, etc. Aunque hay otros aspectos importantes a considerar en estas tres prácticas (como, por ejemplo, la naturaleza de la presencia de Cristo en la Cena del Señor o el método apropiado para el bautismo), cuando hablamos de ellos como ‘medios ordinarios de gracia’ estamos hablando de la prioridad que tienen para la vida y el ministerio arraigado en la fe en Cristo. 

[2] Para una discusión más extensa de los errores de la perspectiva ‘mágica’ o ‘mística’ de los medios ordinarios de gracia, ver Herman Bavinck, Reformed Dogmatics, Vol. 4: Holy Spirit, Church, and New Creation, editado por John Bolt y traducido por John Vried (Baker, 2008), pp 441–445. 

Travis Montgomery

Travis James Montgomery (PhD, Midwestern Seminary) es Decano Asistente del Campus Global y Profesor Asistente de Estudios Cristianos en el Seminario Teológico Bautista Midwestern en Kansas City, MO. Travis y su esposa Lauren son miembros de Northside Fellowship, donde Travis se desempeña como uno de los pastores.

Artículos por categoría

Artículos relacionados

Artículos por autor

Artículos del mismo autor

Artículos recientes

Te recomendamos estos artículos

Siempre en contacto

Recursos en tu correo electrónico

¿Quieres recibir todo el contenido de Volvamos al evangelio en tu correo electrónico y enterarte de los proyectos en los que estamos trabajando?

.