‘Evangelización’ es sin duda alguna una palabra conocida para el vocabulario de la mayoría de los que están leyendo esto — si no es el 100%. Pero, ¿realmente entendemos que significa ‘evangelización’? Algunos pueden decir que tiene que ver con hablar acerca de Dios; otros dirán que es sobre lo que Jesucristo hizo en la cruz; otros, quizás, tendrán una oración que querrán que repitan los no-creyentes. ¿Todos los métodos de evangelización son válidos? ¿Nos ha dejado Dios un camino a seguir en el área de la evangelización de las naciones? ¿Tiene algo para decir La Biblia sobre este tema? Absolutamente. Te quiero compartir 21 citas claves que resalté en el libro La evangelización: cómo toda la iglesia habla de Jesús, escrito por J. Mack Stiles, del ministerio 9Marcas. Este libro nos define la evangelización, nos ayuda a entenderla de una manera bíblica, y nos guía tanto a pastores como a miembros a vivir una vida centrada en el evangelio, de manera que la evangelización sea algo normal de nuestro diario vivir. Emocionante, ¿verdad? Lo es. Estas son las citas que me gustaría que leas conmigo:
- Cuando nos proponemos a evangelizar, debemos comenzar con fundamentos bíblicos. Debemos considerar estos fundamentos para que moldeen, guarden, e informen nuestra manera de compartir nuestra fe, en lugar de empezar buscando una forma de obtener un máximo impacto. Debemos ser muy cuidadosos para conformar nuestra práctica evangelística a la Biblia, pues esto honra a Dios.
- La evangelización es enseñar (anunciar, proclamar, predicar) el evangelio (el mensaje de Dios que nos lleva a la salvación) con el objetivo (la esperanza, el deseo, la meta) de persuadir (convencer, convertir).
- Les advertiría que en la iglesia a nivel mundial hay mucha enfermedad porque las iglesias llaman evangelización a algo que verdaderamente no lo es. “Por favor” —les rogaría— “cuando enseñéis a la gente cómo comportarse durante una invitación. Enseñad claramente qué es el evangelio y qué es lo que se requiere de una persona para que se vuelva a Cristo”.
- Las promesas de salud y riqueza engañan a los más vulnerables: a los pobres, a los desfavorecidos y a los enfermos. Y muchas iglesias ofrecen un “evangelio” que no cuesta nada, cómodo y que da beneficios; el cual no se encuentra en ningún lugar de las Escrituras.
- No hay evangelización sin palabras.
- No todos podemos ser predicadores, pero todos podemos enseñar el evangelio cuando tengamos la oportunidad.
- Si no sabes cómo enseñar el evangelio es probable que no lo entiendas verdaderamente. Y si no lo entiendes, es probable que no seas un verdadero cristiano.
- Las añadiduras al evangelio —por muy buenas o bien intencionadas que sean— corrompen el evangelio.
- Pablo dice que persuadimos a otros para que sigan a Jesús (2 Co. 5:11). Desde mi punto de vista, la palabra persuadir es útil porque nos protege del error: nosotros persuadimos, pero no manipulamos; persuadimos, pero no somos los que causamos el arrepentimiento o la conversión […] La conversión proviene de una fe en Jesús, verdadera, consciente y genuina.
- Anhelo ver una iglesia que entiende que la iglesia local es el método escogido y el mejor para evangelizar.
- Anhelo ver una iglesia donde los cristianos están tan llenos de amor por Jesús que cuando se reúnen para su tiempo regular de adoración, llegan a ser una imagen del evangelio.
- Anhelo ver una iglesia que impacta con su amor, no con entretenimiento, y que vive una confianza contracultural en el poder del evangelio.
- Anhelo una iglesia donde las mayores celebraciones se centran en aquellos que comparten su fe, y donde los héroes son aquellos que arriesgan su reputación para evangelizar.
- La iglesia debería cultivar una cultura de evangelización. Los miembros son enviados desde la iglesia para evangelizar.
- Entender la iglesia nos ayuda a tener la dirección correcta para la evangelización. De manera que primero tenemos que pensar acerca de la iglesia y qué hacer que una iglesia sea sana.
- Aunque hay muchas cosas importantes que una iglesia puede hacer —tan importante como alimentar a las viudas— nada debería mermar el llamado principal de la iglesia: predicar la Palabra. Tanto los miembros como los pastores deberían unirse para proteger el llamado propio y principal de la iglesia.
- No te pienses que la gente es lo que parece. No lo creas ni por un segundo. Traemos palabras de vida a quienes están en desesperación y muerte, no importa cuál sea la apariencia externa.
- En una cultura de evangelización, la meta es que cada uno comparta, ore y aproveche las oportunidades que le lleguen.
- Las iglesias deben asegurarse también de equipar a sus miembros con el evangelio.
- La iglesia está llamada a ser una comunidad centrada en la cruz, enfocada en el evangelio y en dar gloria a Dios para la alabanza de Cristo.
- El evangelio no es solo un mensaje de salvación, sino una manera de vivir. Me he dado cuenta de que cuando vivimos el evangelio, compartir el evangelio se convierte en parte de nuestras vidas.
¡Qué maravilloso! ¡Cuánto hay todavía por aprender en nuestras vidas como seguidores de Jesús! Al terminar de leer este libro sentía el deseo de que todo cristiano pudiera tener la oportunidad de leerlo y de ponerlo por obra. Yo seguiré luchando por evangelizar mejor y ser más fiel en esta área de mi vida cristiana, pero libros como este nos llenan de herramientas, de entendimiento, y de ánimo para perseguir aquello por lo que fuimos llamados: predicar el evangelio a toda criatura. ¿Te animas a leerlo? Puedes descargarlo desde este enlace gratuitamente en formato PDF; también puedes comprar tu copia digital para Kindle, o física desde Amazon. ¡Hablemos como iglesia acerca de Jesús!