

Buenas nuevas para los idólatras: desmantelando la fábrica del corazón
Nuestro corazón es una fábrica incesante de ídolos, pero el evangelio de Cristo nos da el poder para desmantelarlos cada día, para Su gloria.
Nuestro corazón es una fábrica incesante de ídolos, pero el evangelio de Cristo nos da el poder para desmantelarlos cada día, para Su gloria.
¿Cómo es posible que Dios salve al hombre injusto? La respuesta constituyó la bandera de la teología de la Reforma protestante.
Ya tenemos acceso a la fuente, pero aún no hemos bebido lo suficiente. Así que ven a Cristo a saciar tu sed.
Cuando reviso mi vida, ¿qué es lo único que busco? ¿Ver la majestad de mi Dios todos los días? ¿Mis deseos llegan tan alto?
La hospitalidad es un mandamiento por una razón: nunca deja de mostrar la compasión cristiana hacia el necesitado.
La confesión es una puerta para salir de la miseria, y aunque parece negra como la muerte, siempre nos lleva a orillas más luminosas.
El llamado a vivir cerca del Señor no debe considerarse como legalista, sino como una invitación sincera para estar cerca de la fuente de vida.
¿Cómo evangelizamos a las personas que ya han escuchado el Evangelio y están seguras de que no lo necesitan?
No somos el autor de la salvación, pero si somos medios usados por el Autor de la salvación. ¡Qué bello gozo!
La ley de Dios nos muestra el camino hacia el amor verdadero: el evangelio de Cristo.
Un breve repaso al motivo e importancia de concluir nuestras oraciones en el nombre de Jesús.
La razón de la vida cristiana es Cristo mismo. Sin embargo, en vivir las disciplinas cristianas podemos llegar a olvidar a Aquel por quien hacemos