Una exposición del amor de Dios

Solo Cristo como segundo Adán, fue absolutamente perfecto y por esto Dios su Padre pudo decir que en Él tenía Su perfecta complacencia
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Es bien sabido por la escritura que ningún hombre puede conocer a Dios sino por medio de Jesucristo su único hijo (Mateo 11:27 – Lucas 10:22 – Juan 14:6), y el atributo de Dios que más conviene a nuestra alma conocer, es Su Amor. Pablo en su carta a los Efesios nos dice que es conociendo el amor de Cristo como seremos llenos de la plenitud de Dios, a la luz de esto, Pablo ora para que la iglesia pueda llegar a conocer, a cimentarse y arraigarse en este amor: “para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.” (Efesios 3.17–19, RVR60) Es mi oración, que el Señor use esta reflexión sobre el amor de Dios para transformar tu vida. Entender el amor de Dios ha sido un tema que ha ocupado mis pensamientos en los últimos años. Salí de una denominación que enfatizaba tanto el amor de Dios, que dejó de hablar de Su justicia, al punto que pusieron estos dos atributos en contra posición, un día alguien me dijo: “Dios es más lleno de Amor que Justo”; ahora que conocí las doctrinas de la gracia, estoy asombrado como muchos se han ido al otro extremo y entienden que Dios es más justo que lleno de Amor y que Su amor está restringido solo a los escogidos, así que no comparten la doctrina de la libre oferta del evangelio. Otros últimamente están enfatizando tanto en el amor incondicional de Dios que han caído en el antinomianismo.[1] ¡Cuanto necesitamos! como dice Pablo, comprender el amor de Dios, un amor que solo puede ser comprendido a la luz de la revelación especial. Por esta razón, iniciaré este ensayo considerando como la biblia habla del amor de Dios, pondré las implicaciones de esta doctrina en categorías lógicas, iré intercambiando mis ideas con pensamientos de algunos teólogos importantes que han hablado del amor de Dios y espero mostrar en cada punto lo relevante de esta doctrina para nuestra vida. La doctrina del Amor de Dios en las Escrituras  Dios está dispuesto a perdonar o tener misericordia de una ciudad por amor a un Justo (Génesis 18:26, 24).  Dios bendice a Isaac por amor a Su siervo Abraham (Génesis 26:23–24).  Dios juzga al pueblo de Egipto y su gobernante por amor a Su pueblo Israel (Éxodo 18:8).  Dios salvó a Su pueblo de Egipto por amor de su nombre: (Salmo 106:8, RVR60).  Dios pone a David por rey sobre Israel por amor a ellos (2 Samuel 5:12).  Dios por amor a David no divide el reino de Salomón en sus días, aunque lo hace después, por amor a David y a Jerusalén promete preservar la tribu de Judá, esto por cuanto David fue sinceramente fiel a Jehová: (1º Reyes 11:13, 32; 15:4-5).  Dios ampara, protege y defiende a Su pueblo de sus enemigos por amor a Sí mismo y a David Su siervo: (2 Reyes 19:34; Isaías 37:35; 1º Crónicas 16:21).  David alaba a Dios por Su amor, un amor que se expresa en la redención de Israel y Su presencia en medio de ellos (1 Crónicas 17:19, RVR60). Dios redime a Su pueblo por Su amor y clemencia (Isaías 63:9).  Dios guía a Su pueblo por amor de Su Nombre (Salmo 23.3, RVR60).  Dios por amor a Su Nombre perdona su pecado (Salmo 25.11; Isaías 43.25).  En este salmo mesiánico se habla del amor del Hijo por el Padre (Salmo 91.14).  El salmista espera que por amor de Su Nombre Dios lo fortalezca (Salmo 109.21).  Dios ama Su justicia y por esto magnifica Su ley (Isaías 42.21, RVR60).  Dios usa al rey Ciro, aunque este no le conoce, para proteger a Su pueblo Israel por amor a Jacob Su escogido (Isaías 45.4).  Dios es paciente por amor de Sí mismo, retarda Su ira y la reprime para no destruir a Su pueblo, aunque lo disciplina para que Su Nombre no sea mancillado y otro no reciba la honra que solo Él merece (Isaías 48.9–11).  Por amor a Su pueblo Dios promete hacer que Su justicia y salvación resplandezca en ellos (Isaías 62.1).  Dios ama con amor eterno y por esto ofrece misericordia y gracia a Su pueblo: (Jeremías 31.2–3) y lo hace por amor a Su nombre (Ezequiel 20.44).  Daniel clama a Dios por perdón y su fundamento para hacerlo es el amor de Dios a Sí mismo, por causa de Su Nombre (Daniel 9.19).  El amor de Dios no está basado en algo que le halla agradado de Su pueblo, es un amor libre e inmerecido (Oseas 3.1).  Dios calla de amor y se regocija con canticos sobre Su pueblo. Además, se conmueve Su corazón por amor a Su pueblo y les muestra compasión (Sofonías 3.17; Oseas 11:8).  Dios ama electivamente a Jacob más que a Esaú (Malaquías 1.2–3, RVR60) y a Israel, más que a todos los pueblos de la tierra (Deuteronomio 10.15) y por esto fueron llamados de Egipto, aunque ellos se alejaban de Él (Oseas 11.1, RVR60).  Jesús enseño a Sus discípulos en el sermón del monte sobre el amor que ellos debían tener por todos los hombres, aun por sus enemigos, este amor debe ser expresado en acciones como bendecirlos, orar por ellos y buscar su bien, haciendo esto estarán imitando a Dios el Padre, que es perfecto en amor (Mateo 5.44–48).  Jesús exhorta a los Fariseos por cuanto habían pasado por alto la justicia y el amor de Dios, dos atributos que Jesús ve como inseparables (Lucas 11.42, RVR60).  Dios amo al mundo, este es un mundo corrupto que se rebeló contra Él y que le aborrece. Dios lo amó de tal manera que entregó la vida de su hijo para todo el que cree no se pierda más tenga vida eterna, Dios por amor envió a Su Hijo al mundo no para condenarlo, sino para salvarlo, pues ya todos están bajo condenación, pero el que tiene al Hijo tiene la vida (Juan 3.16).  Dios El Padre ha amado a Dios Hijo desde la eternidad, con este amor el Hijo ama a Sus discípulos y los discípulos son llamados a permanecer en este amor. Para Jesús permanecer en el amor del Padre fue guardar Sus mandamientos, así Sus discípulos permanecerán en Su amor si guardan Su palabra (Juan 15.9–10, 1 Juan 5.3). Así que el Hijo de Dios ha amado al Padre eternamente.  El amor puede ofrecerse con mayor intensidad, la más grande demostración de amor según Jesús es que una persona de su vida por sus amigos, por tanto, como Jesús nadie ha amado porque Él dio su vida por Sus discípulos (Juan 15.13–15, RVR60).  Jesús ora para que el amor con que el Padre ha amado al Hijo desde la eternidad también esté en los discípulos (Juan 17.26). El Padre ha amado desde la eternidad al Hijo.  Dios por amor de Su nombre le dio a Pablo la gracia y el apostolado para la obediencia de la fe en todas las naciones (Romanos 1.5).  Dios por el Espíritu Santo ha derramado Su amor en el corazón de los creyentes (Romanos 5.5).  Dios mostró Su amor en que, siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos 5.8–9). El amor de Dios es un amor inmerecido, Dios no vio nada en nosotros que pudiera motivarle a amarnos.  El amor de Dios es en Cristo Jesús Señor nuestro, esto asegura que nadie podrá separarnos de este amor (Romanos 8.35–39).  El Espíritu Santo también nos ama, por esto el creyente está llamado a orar en el Espíritu por otros creyentes (Romanos 15.30).  El amor de Cristo se manifestó en que Él dio la vida por todos los Suyos, de manera que en unión con Él todos morimos, este amor nos constriñe de manera que no vivamos para nosotros mismos sino para Cristo y así amemos a nuestros hermanos (2 Corintios 5.14–15 – 1 Juan 3.16).  El Señor Jesús por amor a nosotros se hizo pobre, con el propósito de enriquecernos (2 Corintios 8.9).  Dios es llamado “el Dios de Amor” (2 Corintios 13.11), este título está en el contexto de Su libre elección de habitar en medio de Su pueblo.  Dios libremente predestinó un pueblo para adoptarlo como Sus hijos por medio de Cristo y lo hizo basado en Su amor (Efesios 1.5–6, 1 Juan 3.1).  El amor de Dios se expresa de manera grandiosa, en que aun estando nosotros muertos en delitos y pecados nos dio vida juntamente con Cristo, salivándonos por gracia (Efesios 2.4-5 RVR60).  Cristo nos amó y lo expresó al ofrecerse a Dios como un cordero sin mancha, como un sacrificio sustitutivo para hacer propiciación por nuestros pecados, esto debe movernos a andar en amor (Efesios 5.2, 1 Pedro 1.19–20, 1 Juan 4.7–12; Apocalipsis 1.4–7).  Dios es Amor (1 Juan 4.16). Implicaciones de la doctrina del Amor de Dios Según lo que hemos visto en las Escrituras sobre como Dios ha revelado Su amor, podemos hablar de cuatro categorías lógicas: 1. El Amor esencial de Dios El amor es esencial al ser de Dios, 1 Juan 4:16 manifiesta que Dios es Amor, no dice que tiene o posee amor. Por implicación podemos decir que hace parte de Su misma naturaleza y que por lo tanto no hay nada externo a Él que lo motive. Dios es amor desde la eternidad, como ha sido santo, justo, verdad y luz, Él se ha dado a conocer con este glorioso título “El Dios de Amor” (2 Corintios 13:11), así como cada atributo de Dios es santo, cada atributo de Dios esta caracterizado por el amor, alguien dijo: “Cada atributo expresa el amor superabundante de Dios. Esto significa que Dios demuestra Su amor no sólo en Su bondad, misericordia, gracia, compasión y fidelidad, sino también en Su santidad, justicia, celos e ira. Su amor es santo, así como Su santidad es amorosa”. [2] Dios es la fuente de toda expresión de amor que pudiera existir en su creación, por esto se puede decir que le podemos amar porque Él nos amó primero (1 Juan 4:19). El amor es algo inherente a Dios, dice Arthur Pink: El amor de Dios es inherente. Queremos decir que no hay nada en los objetos de su amor que pueda provocarlo, ni nada en la criatura que pueda atraerlo o impulsarlo. El amor que una criatura siente por otra es producido por algo que hay en ésta; pero el amor de Dios es gratuito, espontáneo, inmotivado.[3] A la pregunta ¿Qué es Amor? Podríamos con naturaleza responder Dios es Amor y si quisiéramos aprender del amor debemos observar a Dios en Sus relaciones intra-Trinitarias y en Su relación con Sus criaturas para comprender que como se manifiesta Su amor. Si los hombres pueden amar es solo en virtud de que fuimos creados a imagen de Dios, como esta imagen se estropeó a causa del pecado, solo puede amar aquel que ha nacido de Dios (1 Juan 4:8), aquel en quien Dios ha derramado Su amor por medio del Espíritu Santo (Romanos 5:5). Norman Geisler dijo: “Ignorar la naturaleza de Dios significa desconocer la naturaleza del amor absoluto. En resumen, la ética del amor cristiano no es más segura que su fuente, ni más aplicable a la vida que nuestro conocimiento de esa fuente”. [4] El amor históricamente ha sido considerado por muchos teólogos uno de los atributos esenciales del carácter de Dios, unos lo han catalogado dentro de los atributos comunicables de Dios, otros lo han puesto dentro de los atributos morales, otros lo han ubicado dentro de lo que han llamado atributos absolutos o esenciales de Dios, Muchos lo consideran el atributo básico, la auténtica naturaleza o definición de Dios. [5] 2. El Amor Personal de Dios Dios es amor en esencia, como también es amor en sus Tres personas, por esto digo “el amor personal de Dios”. Cada persona de la Trinidad ha sido una fuente de amor eterna para las otras (Juan 14:31; Mateo 3:17), el amor, según las definiciones que encontré es: algo que exige un objeto personal que sea distinto de la persona que ama [6], así que antes de que si quiera existieran las cosas creadas, Dios se ha amado así mismo en las tres personas de la Trinidad. Dios puede amar libremente porque es fuente de amor y puede amar eternamente porque es un Dios en tres personas. Conocer al Dios Trino amante que se ha revelado en las Escrituras, es fundamental para el entendimiento de nuestras relaciones, el cristianismo de echo es la única religión que puede promover el amor porque nuestro Dios es amor y ha amado eternamente, Dice D.A. Carson: Este amor de Dios entre las personas de la Trinidad no sólo diferencia al monoteísmo cristiano de los demás monoteísmos, sino que está estrechamente vinculado de forma sorprendente a la revelación y a la redención. [7] Aunque podemos conocer este amor intra-Trinitario de Dios por varios textos de las Escrituras que ya consideramos, la mayoría de las expresiones del amor de Dios han sido reveladas tocante a Su pueblo, estas expresiones de amor como la misericordia, la gracia o benevolencia son hechas hacia personas indignas, por lo que hacemos bien en recordar las palabras de Carson: El amor del Padre hacia el Hijo y del Hijo hacia el Padre se expresan en una relación de perfección intachable, a la que no le afecta el pecado…. el amor del Padre no redime al Hijo, ni el amor del Hijo se expresa en una relación de perdón otorgado y recibido. [8] 3. El Amor General de Dios En Mateo 5.44–48 el Señor nos enseñó a imitar al Padre, amando a nuestros enemigos, buscando su bien, bendiciéndoles y orando por ellos. Este claramente enseña sobre como Dios expresa misericordiosamente [9] Su amor hacia todos los hombres que han pecado en Adán, buscando su bien al proveerles los necesario para la vida sin que lo merezcan y por amor a Sí mismo, bien dice Berkhof: Él ama a Sus criaturas racionales por Su propio bien o, para expresarlo de otro modo, en ellos Él se ama a Sí mismo, Sus virtudes, Su obra y Sus dones. Él ni siquiera retira Su amor completamente del pecador en su pecaminoso estado actual, aunque el pecado de este es una abominación ante Él, en vistas de que Él reconoce incluso en el pecador Su imagen y semejanza. [10] Pero, Dios además no ha dejado de ofrecer a los hombres caídos en Adán, las buenas noticias del evangelio (Ezequiel 33:11) por lo que podemos asegurar que Dios no se goza en condenar, sino en salvar (Juan 3:17), por esta razón le dio a la iglesia el ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5:18-20), todos los hombres son misericordiosa y genuinamente llamados por Dios a venir a Cristo por cuanto Dios es amor. Pero cuando su amor en Cristo es menospreciado, el actúa justamente y tendrá que condenar al culpable eternamente (Números 14:18), Su amor exige justicia, sea en Cristo para salvación eterna o en el infierno para condenación eterna (2 Tes 1:8). 4. El amor Pactual de Dios En los textos que leímos abundan las referencias de este amor pactual de Dios, que como creyó Abraham, es un amor que se manifiesta en el perdón que Dios puede ofrecer a un pueblo por amor a un Justo (Génesis 18.26, 24), como bien dice Berkhof: “en virtud de que Dios es absolutamente bueno en Sí mismo, Su amor no puede hallar completa satisfacción en ningún objeto que se quede corto en cuanto a perfección absoluta”. [11] Solo Cristo como segundo Adán, fue absolutamente perfecto y por esto Dios su Padre pudo decir que en Él tenía Su perfecta complacencia (Mateo 3:17). Fue con base en esta satisfacción de Dios por Su Hijo quien se ofreció voluntariamente desde la eternidad a venir al mundo para obedecer la ley de Dios y morir como sustituto por el pecado del pueblo que había puesto en Él su confianza, que Dios pudo pasar por alto el pecado de Su pueblo en el Antiguo Testamento (Romanos 3:21-26) al justificarlos por la fe en el Mesías. Fue por este amor pactual que Dios bendijo a la descendencia de Abraham, los redimió de Egipto, les ofreció Su presencia, los protegió, los disciplinó, los guardó de sus enemigos, los preservó como remanente, les dio a David por rey prometiéndoles que de su linaje vendría un Rey justo que reinaría para siempre, los libró de sus enemigos, se regocijaba en ellos, les tuvo paciencia y al final cumplió por amor a Su Nombre las promesas que hizo a Abraham. Este amor pactual en Jesucristo, es aplicado por el Espíritu en el corazón de los hombres (Romanos 5:5) que libremente Dios escogió desde la eternidad (Efesios 1:4), para traerles por Su gran amor de muerte a vida (Efesios 2:5), es por este amor que todo el que Dios salva, adopta, santifica y glorifica, vendrá a participar de un lazo de comunión de amor con las tres personas de la Trinidad (Juan 14:15-23). Pero la escritura también nos enseña que este amor pactual en Jesucristo, demanda de aquellos a quienes es extendido este amor dos cosas: Arrepentimiento y Fe (Hechos 3:19-20). Una fe que descansa en las promesas de Dios y en el sacrificio sustitutivo de Jesucristo, esta es una fe que no descansa de amar y servir al Señor. Este amor pactual, aunque es inmerecido (Deuteronomio 7.7) está buscando el bien de los objetos de este amor, el bien que Dios busca es la restauración de Su imagen o la vindicación de Su gloria en los objetos de Su amor. Cuando este amor pactual es recibido, los depositarios del mismo se regocijan en las misericordias de Dios y en Su gracia, en respuesta el amor de Dios les constriñe a amar y obedecer a Cristo, a amar y a buscar el bienestar de la Iglesia y por último, a amar y buscar la salvación de los hombres ofreciéndoles la salvación prometida en el Evangelio. El amor de Dios es pues un amor transformador, libre, inmutable, eterno, constante, un amor santo que corresponde con Su justicia al satisfacer las demandas de la ley para traer libertad a los objetos de este amor, es un amor tan profundo que el Señor estuvo dispuesto a descender muy bajo, al punto de hacerse pobre para enriquecernos, tan alto que nos llevó a disfrutar de las gloria de Dios y de Su amor por medio de la sangre del pacto eterno, tan ancho que se extiende desde la elección libre de Dios en la eternidad para hacernos Suyos por la eternidad.  


[1] Una forma de anarquía espiritual, que rechaza la ley planteando que no tiene ningún lugar en la vida cristiana, sea como instructora o como asesora. – M. H. Manser, Diccionario de temas bíblicos, ed. Guillermo Powell (Bellingham, WA: Software Bíblico Logos, 2012). [2] Susanne Calhoun, «Amor de Dios», en Sumario Teológico Lexham, ed. Mark Ward et al. (Bellingham, WA: Lexham Press, 2018). [3] Arthur Pink, Los Atributos de Dios (Estandarte de la Verdad, 1997), 112. [4] Norman Geisler y Ron Brooks, Apologética: Herramientas valiosas para la defensa de la fe (Miami, FL: Editorial Unilit, 1997), 340. [5] Ej., Eberhard Jüngel, God as the Mystery of the World, trad. Darrell L. Gruder (Grand Rapids: Eerdmans, 1983), p. 314. [6] Geerhardus Vos, Teología Propia, trans. Rubén Gómez, vol. 1, Teología Sistemática Dogmática Reformada (Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico; Lexham Press, 2018). [7] D. A. Carson, La difícil doctrina del amor de Dios, trans. Elena Flores Sanz, 1a Edición. (Barcelona: Publicaciones Andamio, 2001), 17. [8] D. A. Carson, La difícil doctrina del amor de Dios, trans. Elena Flores Sanz, 1a Edición. (Barcelona: Publicaciones Andamio, 2001), 23. [9] Debemos recordar que la misericordia es no dar a alguien lo que merece. [10] Louis Berkhof, Teología Sistemática, trans. Cristian Franco (Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico, 2018). [11] Louis Berkhof, Teología Sistemática, trans. Cristian Franco (Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico, 2018).

 

Andres Espinoza

Rodrigo Andrés Espinoza Gonzalez. Pastor y moderador de la Iglesia Presbiteriana de la Reforma en Colombia; Anciano Docente y fundador de la Iglesia Cristiana Bíblica Raah en la ciudad de Bogotá. Licenciado en teología del Wesleyan Seminary, es estudiante de Maestría en Ministerio Bíblico y Divinidades del TMS. Profesor – Coordinador de MINTS Colombia. Está casado y tienen una hija.

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