Estoy iniciando una nueva serie de artículos en la que revisaremos una lista de términos teológicos para proporcionar una definición concisa y sencilla (eso espero) de cada uno de ellos. Al usar el término «elemental» no siempre me refiero a que las palabras son de uso común entre los cristianos (o que se encuentren en la Biblia), sino a que las cosas que representan comprenden algunos de los componentes centrales de la fe y la práctica cristiana. El contenido de estos artículos procederá, en la mayoría de los casos, de uno o varios autores cuyas definiciones me han resultado especialmente útiles (aunque de vez en cuando también puedo aportar algún resumen o síntesis). Para comenzar, lo más apropiado es iniciar con una definición del término que ha unificado a todos los demás: teología. Millard Erickson, en su obra masiva Teología Sistemática, da una definición sencilla pero completa: [Teología es] aquella disciplina que intenta desarrollar una exposición coherente de las doctrinas de la fe cristiana, basándose principalmente en las Escrituras, situándose en el contexto de la cultura en general, expresándose en un idioma contemporáneo y relacionándose con los asuntos de la vida. (23) Lo que Erickson llama simplemente “teología” otros lo denominan de forma más precisa como teología sistemática. Wayne Grudem, un teólogo que también ha escrito un libro enorme sobre el tema (casi obligatorio tenerlo en su biblioteca), hace esta distinción y define la teología sistemática como “cualquier estudio que responde a la pregunta ‘¿Qué nos enseña toda la Biblia hoy?’ respecto a cualquier tema” (21). Aunque mucho más corta, la definición de Grudem es, en esencia, la misma que la de Erickson; ambas son buenas y útiles. Otra forma aún más sencilla, con menos calificaciones, sería decir que la teología se refiere a lo que pensamos que Dios piensa sobre algo. ¿Sugiere usted algunas otras definiciones para la teología?