Recientemente he sido animado por el compromiso de muchos pastores a la predicación expositiva de la Palabra de Dios. Por “predicación expositiva” queremos decir dos cosas. Primero, y más importante, un expositor de la Biblia predica un sermón expositivo; eso es, él hace del texto del pasaje el mensaje que proclama. El propósito del sermón es proveer una “exhibición de lo que está ahí,” con el fin de que el mensaje del Espíritu Santo en el texto será enseñado a la congregación. En la predicación expositiva, el ministro estudia el pasado para entender lo que el texto está diciendo y cómo lo dice. Después, organiza su sermón para desnudar delante de las mentes y corazones de su congregación, el mensaje y el significado del pasaje. Segundo, hablamos de la predicación expositiva como una serie expositiva. Esto es conocido como la lectio continua, en la cual el ministro predica todo un libro de la Escritura de principio a fin. En ambos sentidos –sermones expositivos y series expositivas– la predicación expositiva contraste con predicación temática, en la cual el pastor decide el mensaje y después busca pasajes para sustentarlo. Permíteme animar a los pastores a considerar la predicación expositiva a la luz de los siguientes beneficios:
La predicación expositiva entrega la Palabra de Dios desde el texto a la congregación
Como los profetas de la antigüedad, la predicación expositiva puede declarar, “así dice el Señor.” Sus sermones no contienen sus propias ideas y perspectivas, sino el mensaje que vino del autor bíblico bajo la inspiración del Espíritu. La congregación no se va del servicio pensando qué tan listo o interesante es el predicador, sino meditando en los pensamientos de Dios. Dado que la Palabra de Dios es “viva y eficaz” (Heb. 4:12), la predicación expositiva es la mejor manera de traer poder espiritual a la iglesia. Más aún, cuando un predicador se pone primero bajo la autoridad de la Palabra de Dios para predicar lo que la Biblia dice, la autoridad divina del sermón es acrecentada de manera formidable.
La predicación expositiva presenta un versículo o pasaje en su contexto bíblico
Aquellos que no se han relacionado con la predicación semanal pueden no apreciar cuán significante es este beneficio, pero los pastores experimentados saben que hace un mundo de diferencia. El contexto es esencial para entender y enseñar un pasaje de forma precisa, y la predicación expositiva provee este beneficio. En vez de aislar pasajes, (por ejemplo, los “Yo soy” de Jesús en el evangelio de Juan), la congregación sigue el camino puesto por el apóstol para acercarse y descubrir el mensaje de Cristo como el Espíritu Santo lo dio.
La predicación expositiva devela todo el consejo de Dios (Hch 20:27)
Tomar en serio a Pablo cuando dice que “toda la Escritura” es “útil” (2 Tim. 3:16-17). Cuando el predicador trabaja a lo largo de libros enteros de la Biblia, se abstiene de enfocarse de continuo en sus temas favoritos para enseñar lo que el autor inspirado escribió. De esta manera, todo el aliente de la enseñanza bíblica viene a enriquecer a la congregación de gran manera.
La predicación expositiva es emocionante y satisfactoria
Cuando un pastor está trabajando a través de todo un libro de la Biblia, la congregación se emociona por el libro y los miembros no quieren perderse ningún sermón. Cuando la serie es completada, hay un sentido de logro, pues todo un libro de la Escritura ha sido estudiado a profundidad y claramente entendido. En muchas iglesias, nuevos miembros identifican su llegada a la iglesia por el libro y el capítulo que estaba siendo estudiado en ese tiempo. Hace poco pasé tres años y medio predicando a lo largo de Génesis, y muchos en la congregación expresaron su tristeza cuando terminamos el increíble camino a través de libro. Más aún, la predicación expositiva permite a la congregación, sobre los años, a aprender gran cantidad de Escritura, incluidos los muchos diferentes tipos y situaciones encontradas ahí. En mis trece años en la Segunda Iglesia Presbiteriana en Greenville, Carolina del Sur, he predicado a lo largo de los siguientes libros (mañana o tarde), los cuales han provisto un conocimiento significativo de la Escritura a la congregación: Juan, Hebreos, Efesios, Salmos, Samuel 1 y 2, Jonás, Miqueas, Tesalonicenses 1 y 2, Apocalipsis, Génesis, Juan 1-3, Oseas, 2 Timoteo, y Tito (en la actualidad estoy predicando en Colosenses y 2 Crónicas).
La predicación expositiva hace crecer al ministro de manea espiritual e intelectual
Es indudable que la principal razón por la que muchos pastores descartan la predicación expositiva es que requiere un arduo trabajo. Pero ¡qué rica labor es! A lo largo de los años el pastor desarrolla un creciente entendimiento mayor de las Escrituras. La labor semanal de entenderlas, y después predicarlas, desarrolla su capacidad de desear estudiar la Palabra de Dios. Pocas resoluciones harán un mayor impacto en una iglesia que cuando el pastor se compromete a una predicación expositiva semanal. Especialmente si tú estás comenzando el ministerio del púlpito, ¡imagínate el beneficio para tu vida si dedicas años de enseñar la Palabra de Dios desde la Palabra de Dios!