Rosas por Cenizas es un libro que nos arrancará muchas lágrimas de nuestro corazón sin pedirnos permiso. Como otros libros de la misma editorial, posee un tono cálido, una prosa sencilla y un contenido profundamente bíblico. No hay dudas que Miguel Ángel Pozo Plumed realizó un trabajo exquisito en la obra. Este precioso libro está basado en la narrativa de la vida de Noemí, Rut y Booz. Consta de cuatro capítulos, en cada uno de ellos el autor comenta y analiza la vida de estas mujeres antiguas y, al final de cada uno coloca una sección de aplicación personal y auto análisis. La fortaleza de esta obra se encuentra la transmisión bondadosa de palabras consoladoras. Escribir sobre el libro de Rut es, inevitable escribir sobre el dolor, el sufrimiento, el hambre, la pobreza, el fracaso, la desesperanza, la viudez y la pérdida de un hijo. ¡Ah! Estas mujeres vieron al hambre bajarse de su flaco caballo alado, contemplaron el feo rostro de la muerte en todo su esplendor y bebieron el cáliz de la hiel hasta embriagarse con su amargor. Fueron personas que lo perdieron todo, que tocaron fondo, incluso una de ellas se enojó con Dios abandonando toda perspectiva de la vida y, créeme que no es fácil escribir de temas como estos. Sin embargo, la virtud del autor se halla en ese tacto pastoral que posee a la hora de reflexionar con perspectiva bíblica en estas cuestiones tan delicadas para el ser humano. Hablar de la historia de Rut es hablar sobre la historia de Jesucristo. Este libro de las Escrituras está centrado en el Mesías y mientras navegamos por las páginas de Rosas por Cenizas vamos descubriendo mejor por qué esto es así. El nacimiento del niño de Belén proveniente de Booz y Rut tipificaban un evento mayor; que el hijo de Booz y Rut se injertaba en la descendencia de David tipificaban una genealogía superior. En cada capitulo Miguel Ángel Pozo nos ofrece meditaciones centradas en Jesucristo, de tal manera que el alma puede crecer en el conocimiento del amor y la gracia del Señor. Lo asombroso en la historia de estas dos mujeres es que están unidas por un hilo de plata a la fabulosa historia de la Redención. En conclusión, Rosas por Cenizas es un libro que trasmite el consuelo de Dios al corazón afligido. En su comentario al libro de Rut John Piper dijo: «Lo que el libro de Rut hace por nosotros es darnos una visión de la obra oculta de Dios durante los peores momentos […] Uno de los principales mensajes de este librito es que el Señor obra en los tiempos más difíciles. Incluso a través de los pecados de Su pueblo, Dios planea la gloria de los Suyos. Esto fue verdad a nivel nacional, y veremos que también es cierto a nivel personal y familiar. El Señor está en acción en los peores momentos; actúa haciendo mil cosas que nadie más que Él puede ver […]. Como un medio para ese fin —y todo es un medio para glorificar a Cristo— el libro de Rut revela esa mano oculta de Dios en las experiencias amargas de Su pueblo. Lo importante de este libro no es tan solo que le Señor está preparando el camino para del Rey de gloria, sino que lo está haciendo en tal manera que todos deberíamos aprender que los peores momentos no se deprecian ni global, histórica o personalmente […] Cuando hemos decidido que Dios está contra nosotros, por lo general, exageramos nuestra desesperanza. Nos amargamos tanto que no vemos los rayos de luz que se asoman tras las nubes». Con el debido respeto, y sin intenciones de sacar nada de su contexto original, lo que Piper dijo sobre el libro de Rut me atrevo a decirlo sobre el libro de Miguel Ángel Pozo. Porque cuando creemos que nuestros cántaros se han roto y que nuestras vidas se han incendiado hasta dejar solo cenizas; cuando sentimos que la providencia divina nos da hiel en lugar de miel y Su trago es demasiado amargo para beberlo, la realidad es que Dios está obrando de maneras misteriosas que no podemos entender para poner un fundamento que resulte en una mayor felicidad en nuestras vidas. Como dice el antiguo himno de William Cowper: No juzgues con débil sentido al Señor; Más bien confía en Él por Su gracia; Detrás de una providencia agobiante Él esconde Su rostro sonriente.
