¿Qué significa “oren sin cesar”?

En este artículo, John Piper explica el verdadero significado de este mandamiento a la luz de su contexto.
Foto: Envato Elements

Puedes escuchar este artículo en formato podcast:

¿Qué significa “oren sin cesar”?

Vamos a analizar un poco del contexto del pasaje que tenemos frente a nosotros, porque este realmente tiene cosas importantes que decir sobre nuestra pequeña frase. Aquí está 1 Tesalonicenses 5:15: “Miren que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino que procuren siempre [notemos la palabra siempre] lo bueno los unos para con los otros, y para con todos”.

Comienzo aquí con el versículo 15 para que podamos ver que la carga de Pablo no es solo una especie de piedad privada cuando habla de la oración. Este es un llamado radical al amor contracultural y que no es intuitivo. No devuelvan a las personas el mal por el mal. Hagan siempre el bien a todos.

En 1 Tesalonicenses 5:16, Pablo dice: “Estén siempre gozosos”, lo cual no es la respuesta emocional que normalmente tendríamos cuando somos maltratados y tratamos a otros mejor de lo que somos tratados. Podrías estar herido. Podrías ser rechazado. Podrías estar en la cárcel si te han tratado mal.

Esta es una forma de vida realmente asombrosa en la mente de Pablo, incluso milagrosa. Ser tratado mal, devolver bien por mal y, al mismo tiempo, regocijarse. Siempre. Siempre hacer el bien a aquellos que te hacen mal, siempre regocijarse. Esto es increíble.

Para entender el significado del imperativo “orad sin cesar”, necesitamos comprender el contexto del pasaje mismo. / Foto: Jhon Montaña

La vida en absolutos

Y luego viene la frase, pero ahora tiene un poco más de sentido: “Oren sin cesar” (1Ts 5:17). Si esa vida te parece difícil —“oren sin cesar”—, entonces él da un ejemplo específico del tipo de oración en 1 Tesalonicenses 5:18. No es solo: “Ayúdame, Señor”, que, por supuesto, oraríamos todo el tiempo. Necesito ayuda para vivir de esta manera. Pero Pablo continúa y dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1Ts 5:18).

Mantengamos en mente dos cosas sobre ese contexto. Primero, los siempre y los todos: “Hagan siempre el bien a todos”, “estén siempre gozosos”, “oren siempre [o sin cesar]”, “den gracias siempre [o en toda circunstancia]”. La otra observación contextual es que parece haber un énfasis en la pregunta: “¿Cómo hacer eso? ¿Cómo vivir así?”.

Respuesta: hagan siempre el bien a todos, incluso cuando ellos no lo hagan con ustedes. ¿Cómo? Estén siempre gozosos. Encuentren su gozo en algo más que en la manera en que los tratan. ¿Cómo? Oren sin cesar. ¿Cómo? Mantengan una disposición continua de agradecimiento a Dios.

Al comprender el contexto del pasaje, nos damos cuenta de que el mandato de 1 Tesalonicenses 5:17 trasciende el mero acto de orar continuamente. / Foto: Getty Images

Tres significados

Entonces, en esos contextos, ¿qué significa “oren sin cesar”? Aquí veo al menos tres significados:

1. Espíritu de dependencia

Primero, significa que hay un espíritu de dependencia que debería impregnar todo lo que hacemos. Este es el espíritu y la esencia misma de la oración: la dependencia. Entonces, incluso cuando no estamos hablando conscientemente con Dios, hay una dependencia profunda y duradera en Él que está tejida en la esencia misma de nuestra fe.

En ese sentido, estamos orando. Estamos experimentando un espíritu de dependencia continuamente, y ese tipo de disposición está, creo, en el corazón mismo de lo que Dios crea cuando crea a un cristiano.

2. Repetida y frecuentemente

El segundo significado que tiene (y creo que este es probablemente el que está más presente en la intención consciente de Pablo aquí) es que orar sin cesar significa orar repetida y frecuentemente. Baso esto en la forma en que él usó la expresión “sin cesar” (en griego adialeiptōs) en Romanos 1:9. Mira cómo usa la misma palabra aquí. Él dice: “Pues Dios, a quien sirvo en mi espíritu en la predicación del evangelio de Su Hijo, me es testigo de cómo sin cesar [adialeiptōs] hago mención de ustedes”.

Ahora, podemos estar seguros de que Pablo no mencionaba a los romanos en cada minuto o segundo de sus oraciones, días o predicaciones. Él oraba y hablaba sobre muchas otras cosas además de los romanos. Sin embargo, sí los mencionaba una y otra vez, de manera frecuente y regular. Así que dice: “Sin cesar hago mención de ustedes”.

No significa que siempre estuviera, de manera verbal y mental, mencionándolos a cada segundo. Significa que una y otra vez, siempre, repetidamente, sin fallar, cuando se arrodillaba a orar, ellos estaban en su oración. Básicamente, creo que esto es lo que quiere decir con “oren sin cesar”: repetida y frecuentemente.

3. Estar firmes

El tercer significado que creo que tiene es no abandonar la oración. “Sin cesar” significa que nunca deberías llegar a un punto en tu vida en el que digas: “La oración no funciona. He terminado. Renuncio a la oración”. Eso sería lo contrario de “sin cesar”. Significa: “Nunca hagas eso. Nunca llegues a ese punto”.

Entonces, la clave para regocijarse siempre es orar continuamente, es decir, apoyarse en Dios todo el tiempo y acudir a Él repetida y frecuentemente. Nunca dejes de buscar Su ayuda. Acude a Él repetidamente durante el día y ven a Él a menudo. Haz que el estado predeterminado de tu mente sea un anhelo dirigido a Dios y un agradecimiento dirigido a Dios.

Orar sin cesar implica elevar oraciones de manera continua, dependiendo del Espíritu y manteniéndose firmes en ellas. / Foto: Envato Elements

Disciplina en oración

Una última cosa que considero útil decir. Creo que es importante notar que, en la vida real, cierta disciplina en momentos regulares de oración durante el día mantiene viva este tipo de oración “sin cesar”. He escuchado a suficientes personas decir que quieren orar espontáneamente, que quieren estar siempre en un espíritu de oración. No necesitan tiempos establecidos de oración; dicen “eso es legalista”.

Creo que eso es ridículo. Creo que es antibíblico y que, si se conocieran a sí mismos, sabrían que es irreal, pues son los tiempos de oración disciplinados y regulares los que nos preparan para el tipo de espíritu que nos permite disfrutar de un caminar espontáneo, hora tras hora, con Dios.

El buen Daniel en el Antiguo Testamento es un gran ejemplo de esto, porque sabemos que en momentos críticos de crisis en su vida, ofrecía rápidas oraciones a Dios: “Oh Dios, ayúdame. Me están pidiendo algo aquí para lo que no tengo respuesta”.

¿De dónde saqué eso? Bueno, Daniel 6:10 dice: “Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento”, es decir, que nadie podía orar a nadie excepto al rey, “entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como solía hacerlo antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios”.

Ese era su patrón. Continuó su patrón de oración disciplinada tres veces al día: orando y dando gracias “como solía hacerlo antes… delante de su Dios”. Entonces, el punto es que Daniel vivió una vida que combinaba disciplina —tres veces al día— con encuentros espontáneos con Dios, y creo que así debería ser con nosotros.

Si esperamos orar sin cesar día y noche de la manera en que Pablo nos llama a hacerlo, disfrutando de ese tipo de comunión continua con Dios y ese acercamiento repetido a Él, también necesitaremos desarrollar tiempos disciplinados de oración.


Este artículo se publicó originalmente en Desiring God.

John Piper

John Piper

John Piper (@JohnPiper) es fundador y maestro de desiringGod.org y ministro del Colegio y Seminario Belén. Durante 33 años, trabajó como pastor de la Iglesia Bautista Belén en Minneapolis, Minnesota. Es autor de más de 50 libros.

Artículos por categoría

Artículos relacionados

Artículos por autor

Artículos del mismo autor

Artículos recientes

Te recomendamos estos artículos

Siempre en contacto

Recursos en tu correo electrónico

¿Quieres recibir todo el contenido de Volvamos al evangelio en tu correo electrónico y enterarte de los proyectos en los que estamos trabajando?

.