¿Qué hay después de la muerte?

Muchos opinan sobre la muerte, pero solo la Biblia muestra lo que realmente viene después. ¿Estás listo para lo que sigue?
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El famoso actor de la película Terminator, Arnold Schwarzenegger, dijo en junio del año 2023 que “el cielo es una fantasía” porque “no pasa nada después de la muerte”. Asimismo, el premio nobel de literatura José Saramago, dijo en su momento: “No me preocupa la muerte, me disolveré en la nada”. Ahora, lo importante de estos dichos no es que lo diga Schwarzenegger o Saramago, sino que reflejan una opinión que hay en muchos hoy día, una opinión que dice que la única realidad es la existencia actual y que no hay nada más allá de la muerte. La pregunta es: ¿De verdad hay algo después de la muerte?

Opiniones sobre lo que sucede después de la muerte

Se dicen muchas cosas sobre lo que sucede después de morir, veamos algunas:

  • En la muerte el ser humano deja de existir (aniquilacionismo).

  • El alma del ser humano después de la muerte es trasladada a otro cuerpo (reencarnación). 

  • El ser humano después de la muerte será uno con la divinidad (creencias de las religiones orientales).

  • El ser humano con una vida correcta irá a la presencia de Dios después de la muerte (karma).

  • Todo ser humano después de la muerte estará con su Creador (universalismo).

  • El ser humano pagará con sufrimientos purificadores por un tiempo, después de la muerte (purgatorio).

  • El ser humano creyente en Cristo entrará por un tiempo en un sueño después de la muerte.
Muchas ideas circulan sobre la muerte, pero solo una ofrece esperanza real: la que descansa en Cristo y su victoria sobre la tumba. / Foto: Pexels

Verdades bíblicas sobre el hombre, la muerte y la vida post mortem

Para comprender lo que sucede después de la muerte, debemos tener claro lo que Dios dice en su Palabra. Para comenzar, el ser humano es creado por Dios con una parte física o material, que es el cuerpo, así como una parte inmaterial, que es el alma o espíritu.

La Biblia habla del concepto de la muerte como una separación. Por ejemplo, habla de la muerte física como la separación entre el cuerpo y el espíritu (Stg 2:26). También habla de la muerte espiritual como la separación entre el hombre y Dios (Ef 2:1; Ro 3:23). Además, habla de la muerte eterna como la separación eterna entre el hombre no justificado y Dios después del juicio final (Ap 20:11-15).

Otra enseñanza de las Escrituras es que el alma humana no muere con el cuerpo. La implicación de esto, entonces, es que la muerte no puede ser la aniquilación del hombre porque, aunque el cuerpo vuelve al polvo, el alma continúa existiendo, de manera tal que el hombre continúa viviendo (Ec 12:7; Lc 16:19-31; 23:43; 2Co 5:8; Fil 1:21, 23; Ap 6:9).

Para comprender lo que sucede después de la muerte, debemos tener claro lo que Dios dice en su Palabra. / Foto: Lightstock

Además, se vive una sola vez en el mundo actual. La Biblia descarta totalmente la reencarnación en citas como Hebreos 9:27: “Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio”. Las Escrituras enseñan que hay una sola vida física en este mundo actual y, en consecuencia, una sola muerte física.

No obstante, quienes rechazan a Cristo como Salvador irán a un lugar de tormento inmediatamente después de la muerte. Las Escrituras enseñan que aun antes de que los muertos no creyentes resuciten para juicio, estos ya son atormentados. El estado intermedio entre la muerte física y el día del juicio final para quienes rechazaron a Cristo es una antesala al futuro doloroso que les espera (Lc 16:19-31; Job 24:19; Sal 9:17; Jn 3:18-20; 5:27-29).

La Biblia descarta totalmente la reencarnación. / Foto: Pexels

Por el contrario, el hombre que cree en Cristo como Salvador irá a la presencia del Señor inmediatamente después de morir. Las Escrituras enseñan que el creyente, después de la muerte física pero aún antes de resucitar, ya estará junto a su Señor en el paraíso. Aunque este paraíso no es el cielo nuevo y la tierra nueva gloriosa que le espera por la eternidad a los hijos de Dios, sí es un lugar de descanso y reposo consciente con el Señor. Este es el estado intermedio entre la muerte física y la resurrección del cuerpo para quienes están en Cristo; es una antesala al futuro glorioso que les espera (Lc 16:19-31; 23:43; 2Co 5:8; Fil 1:23).

En cuanto a la resurrección, el cuerpo físico de todo hombre y toda mujer resucitará. Aunque como se dijo, en la muerte física hay una separación entre el cuerpo y el alma. Sin embargo, estos se volverán a unir después de un tiempo en la resurrección de los muertos para dar cuentas ante Dios (Dn 12:2; Jn 5:28-29; Ap 20:11-15; 1Ts 4:13-16; Heb 9:27; 1P 4:5; Mt 10:28).

Por último, el cielo nuevo y la tierra nueva serán lo más glorioso, hermoso y sublime que pueda ver y experimentar el ser humano. Primero, Dios estará en toda Su gloria, y segundo, disfrutaremos de todo lo que Dios ha preparado para Sus hijos: la gran ciudad celestial hecha de piedras preciosas, puertas de perlas enteras, calles de oro, un río cristalino y más. Además, los hijos de Dios podrán reinar, disfrutar, servir, adorar y confraternizar en un lugar donde finalmente no habrá tristeza, ni sufrimiento, ni dolor, ni hambre, ni escasez, ni maldad ni pecado. Allí el hombre estará ante su Creador. Esta es la esperanza cristiana en la vida después de la muerte (Ap 5:10; 19:1-8; 21:1-22:5; Mt 8:11; Jn. 14:1-3).

Conclusión

El testimonio de las Escrituras es que no hay tal cosa como aniquilación, reencarnación, karma o purgatorio. Más bien, lo que sucede después de la muerte depende totalmente de nuestra relación con Cristo en vida. Si eres cristiano, una vez muerto irás en espíritu o alma —y de forma consciente e inmediata— al paraíso, donde está nuestro Señor Jesucristo. Estarás en este paraíso celestial hasta que Cristo vuelva a la tierra. Luego tu cuerpo resucitará y vivirás por siempre en los nuevos cielos y nueva tierra que Dios hará. Tú estarás allí con todos los santos de todos los tiempos para disfrutar del Señor, para disfrutar de lo que Jesús ha preparado y para servir al Creador por la eternidad.

La Biblia enseña que lo que ocurre después de la muerte no depende del karma ni la reencarnación, sino de nuestra relación con Cristo. / Foto: Lightstock

Si eres alguien que aún no ha creído en Cristo para salvación y mueres sin venir al único y suficiente Salvador, entonces irás inmediatamente y de forma consciente a un lugar de tormento. Estarás en ese lugar hasta el día del juicio final, donde tu cuerpo resucitará y serás condenado eternamente al lago de fuego para pagar por tus pecados.

Así como Dios es real, la vida después de la muerte también es real. Ya sea que creas o no en el cielo y el infierno, estos son lugares reales. La persona que más testificó del amor es la persona que más testificó en las Escrituras de la realidad del cielo y del infierno: Jesús. Como conocía la realidad de ambos lugares, testificó de ellos. Espero que tú, querido lector, estés entre los que creen en la realidad de estas verdades, pero sobre todo entre los que creen en Cristo para salvación. De ser ese el caso, nos veremos en el cielo glorioso con nuestro Dios y Salvador.

Douglas Torres

Douglas Torres

Graduado del seminario bíblico Río grande (Edinburg, Texas), en la actualidad cursa una maestría en teología en el seminario Teológico bautista de Venezuela. Es facilitador del Seminario Teológico Ministerial (SETEMI), prosefor del Centro de Capacitación bíblica para pastores y maestro de la iglesia bautista Nuevo Amanecer en Bocono Edo Trujillo. Está casado con Erika de Torres y juntos tienen dos hijos, Douglas Davet y Naryet Orel Torres.

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