¿Cuánto pueden aprender los cristianos de los no cristianos?

Mario Está la pregunta del día de hoy: Estimado Pastor John, Soy una estudiante en una universidad pública. Tengo una hermosa relación diaria con Dios. Sin embargo, la maldad a mi alrededor me entristece. El día de hoy en una conferencia a, apenas pude evitar llorar, hablamos de una novela llena de depravación que decidí leer solo el índice del libro en lugar de todo el libro, pero incluso el resumen me fue difícil leer. Mi corazón esta tan cargado y roto. Siento que soy la única que percibe todo este mal a mi alrededor, lamento estar en un entorno que me obliga a un conocimiento que parece prematuro. No entiendo sus justificaciones pragmáticas. Cada poema, cuento, y novela que hemos abarcado esta repleto de sexo, violaciones, graficas y grotescas descripciones de asesinatos, infanticidio, esclavitud y maldiciones, además les llaman situaciones moralmente ambiguas. Me siento tan cargada. ¿Qué debo de hacer?  Pastor John, ¿Qué le dirías a esta estudiante universitaria? Nathan Formulando un pensamiento Wow, hay tantos diferentes ángulos que podríamos tratar aquí. Me refiero a que podría estacionarme en esta frase; “moralmente ambigua” y decir: ¿Estas bromeando? Simplemente hagan que violen a uno de sus hijos y vean si lo pueden llamar moralmente ambiguo. Esto suena a una tontería. Pero no voy a hacerlo de esa manera. Esta puede ser una buena oportunidad para reflexionar sobre mi comprensión de la forma en que los cristianos deben buscar ser educados. Esa es la dirección a la que voy a ir, y solo me disculpo por adelantado si esto no responde su pregunta. Pero sentí que debía hacer esto. Cuando digo «cómo debe un cristiano ser educado», quiero decir, primero, ¿cómo debe formarse nuestro carácter desde que somos pequeños hasta que tenemos ochenta años? En segundo lugar, ¿cómo debería moldearse nuestra visión del mundo? ¿Quién debería darle forma? ¿Cómo se debe dar forma? ¿Quién debería dar dirección a la forma en que vemos todo? Y tercero, ¿cómo deberíamos estar equipados con las habilidades necesarias para el llamado particular que tenemos? Esas tres cosas son lo que quiero decir con educación. Cada Padre debe ser un Maestro Quiero Empezar con la convicción, de que los seres humanos no vienen al mundo como pájaros y ardillas, con instintos increíbles incorporados en su ADN que les permiten volar, cazar y saltar. Vi a una ardilla afuera de mi ventana saltar de un extremo a otro. Y pensé: «Es absolutamente increíble que pueda hacer eso y saber exactamente dónde aterrizar, la plataforma desde la que está saltando está bajo sus pies, y tiene que saber qué tan fuerte debe de impulsarse». Puedes ver que me asombro todos los días. Los seres humanos vienen al mundo con prácticamente sin nada de educación, excepto tal vez el reflejo de saber cómo succionar su alimento, Gracias a Dios por este reflejo. Es Increíble. Absolutamente increíble. Pero los pobres humanos tenemos que aprender casi todo a través de lo que otros nos enseñan o por ensayo y error. Así que, casi todo lo que necesitamos saber, lo aprendemos a través del aprendizaje y la educación. Toda nuestra educación viene de alguien o alguna experiencia que hayamos tenido. La Biblia les encarga primero a los padres, ante todo, el trabajo de educar a pequeños seres humanos que no saben nada y que perecerían si los dejan solos. Deuteronomio dice: Y estas palabras que yo te mando hoy estarán en tu corazón. Y las repetirás a tus hijos, y hablaras de ellas estando en tu casa. Debes enseñarles diligentemente a tus hijos. (Deuteronomio 6:6-7). Esa es una de las instrucciones mas importantes en la Biblia. En Efesios 6 dice: “Padres, no provoquen a sus hijos a ira, sino críalos en la disciplina y la instrucción del Señor” (Efesios 6: 4). No dejes a tus hijos para que ellos aprendan cosas por sí mismos. Es una locura dejar a los niños sin importar que sean instruidos en el camino del Señor. Aprendiendo de la Sabiduría Además de los padres, la Biblia dice que hay personas sabias, hombres y mujeres de quienes podemos obtener mucha sabiduría y conocimiento. Es otra dimensión de la educación: La enseñanza del sabio es fuente de vida. (Proverbios 13:14) Los labios de los sabios difunden el conocimiento. (Proverbios 15: 7) El Nuevo Testamento dice que Dios ha ordenado que haya maestros en la iglesia y para ayudarnos a crecer en conocimiento y comprensión. Porque, debiendo ser ya maestros. (Hebreos 5:12) Dios ha nombrado en la iglesia a los primeros apóstoles, a los segundos profetas, a los terceros maestros. (1 Corintios 12:28) Desde el momento en que somos niños, debemos de seguir aprendiendo, seguir creciendo en el conocimiento y en la comprensión del Señor (2 Pedro 3:18). La educación, por lo tanto, no es solo una etapa en la vida. No es solo que tengamos que ir a la escuela por doce o dieciséis años o lo que sean. Sino que es parte de la vida hasta el final de nuestros días. Observemos a las hormigas Hasta ahora, todo lo que he dicho es que la Biblia apunta hacia la formación de nuestro carácter, de nuestra cosmovisión y la adquisición de habilidades. Por parte de la familia de la fe, de nuestros padres, personas sabias y maestros. Y a esto quiero llamar su atención. Los incrédulos no podrán enseñarnos las cosas más importantes que necesitamos saber sobre Dios y sobre sus caminos en este mundo. Pero, esto no es todo lo que la Biblia tiene que decir sobre la educación. Nos dice que debemos tener los ojos abiertos y convertirnos en observadores atentos del mundo. Ve a la hormiga, oh perezoso; Considera sus caminos, y sé sabio. (Proverbios 6: 6) Considere los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan. (Mateo 6:28) Mira a las aves del aire: no siembran, ni cosechan, ni se juntan en graneros, y sin embargo tu Padre celestial las alimenta. (Mateo 6:26) O «Estudia el clima» (Mateo 16: 1–4), «aprende a leer» (Efesios 3: 4), «usa tu razón» (Isaías 1:18), «no seas niños en tu pensamiento» (1 Corintios 14:20). En general, podríamos decir que hay dos tipos de conocimiento que los cristianos adquieren en la escuela y en la educación permanente. Uno es el conocimiento de Dios y sus caminos y su mundo. Eso es distintivamente cristiano. El otro es el conocimiento que se superpone con lo que saben los incrédulos. Por ejemplo, dos más dos son cuatro, reglas gramaticales, procesos químicos, leyes de la física, anatomía humana. Estos son los miles de aspectos de la experiencia común del mundo que compartimos con los incrédulos. Profesores no cristianos Te estás preguntando, «¿A dónde voy con todo esto?» Bueno, ahora estoy empezando a llegar a tu pregunta poco a poco. En la medida en que un conjunto de conocimiento pueda ser entendido por un incrédulo, en ese estándar podemos ser educados por un incrédulo, teniendo en cuenta, por supuesto, que este cumulo de conocimiento se interpretara completamente solo en su relación con la mano de Dios en la creación. Su mano en la providencia, su mano en llevarla a sus propósitos finales. Pero hay una contraposición entre el conocimiento que tienen los incrédulos y el conocimiento que necesitamos. Podemos ser educados en alguna dimensión en la medida en que ese conocimiento sea compartido. Veremos la otra cara de este mismo punto. Parece que usted está en una clase de literatura, puede ser, literatura estadounidense moderna. En la medida en que un incrédulo malinterprete y evalúe erróneamente un conjunto de conocimiento, en ese grado deberíamos evitar ser educados por un incrédulo En otras palabras, es una cuestión de grado académico. En la medida en que proporcionen mala información y una mala evaluación, serán menos útiles para el creyente o, de hecho, para cualquier persona. Elije sabiamente Lo que esto significa generalmente en la universidad, es que en las ciencias exactas, es mayor su intercalación de conocimiento entre creyente e incrédulo. En las humanidades y las ciencias sociales, la intercalación es menor y se vuelve cada vez más discutida. En otras palabras, estas disciplinas revelan casi de inmediato que los juicios de valor forman la trama y el objeto del tema. Los juicios de valor, por ejemplo, acerca de lo que es bello y feo en esta literatura, lo que es correcto e incorrecto, lo bueno y lo malo, lo útil y lo dañino, lo  justo e injusto, amoroso y sin amor. En la medida en que un maestro vea el tema de una manera que sea contraria a las Escrituras,  y contraria a una cosmovisión bíblica; en ese grado académico será difícil obtener el tipo de educación en esa clase que el Señor quiere que obtengamos . Todo esto para decirle a nuestra amiga que está tan angustiada en su clase de la universidad que se siente avergonzada: Que intente discernir con anticipación qué maestros y qué clases distorsionarán el cumulo de conocimientos que desea obtener. Intente discernir qué distorsiona los juicios de valor que desea formar y evite las clases y los profesores en general. Esto podría significar cambiar de escuela. O puede significar simplemente ser más selectivo en las materias y profesores que elija. Pensadores Cristianos Terminaré diciendo que personalmente estoy celoso de que los jóvenes, especialmente los jóvenes cristianos, están siendo expuestos a un gran pensamiento cristiano. La mayoría de los estudiantes en escuelas seculares ni siquiera se exponen a un gran pensamiento cristiano. Para mí, eso es una tragedia. Yo animaría a los jóvenes que van a la universidad a hacer de eso una prioridad. Encuentre una escuela donde pueda exponerse al mayor pensamiento cristiano sobre los temas que ama.

John Piper

John Piper

John Piper (@JohnPiper) es fundador y maestro de desiringGod.org y ministro del Colegio y Seminario Belén. Durante 33 años, trabajó como pastor de la Iglesia Bautista Belén en Minneapolis, Minnesota. Es autor de más de 50 libros.

Artículos por categoría

Artículos relacionados

Artículos por autor

Artículos del mismo autor

Artículos recientes

Te recomendamos estos artículos

Siempre en contacto

Recursos en tu correo electrónico

¿Quieres recibir todo el contenido de Volvamos al evangelio en tu correo electrónico y enterarte de los proyectos en los que estamos trabajando?

.