¿Cómo responde Dios a los escépticos hoy?

Entrevista Mario: ¿Acaso Dios me creó para castigarme? ¿Por qué me creó en primer lugar? ¿Con qué fin? Enormes y masivas preguntas llegan todos los días al buzón de correo de ustedes, nuestros amigos que nos escuchan. Recibimos preguntas como este correo electrónico de un oyente del podcasts en la ciudad de Nueva York. Aquí está su correo electrónico, y es uno muy fuerte.  «Querido Pastor John, ¿por qué nos creó Dios? Crecí en el Corredor Bíblico. En mis veintes me mudé a la ciudad de Nueva York. He estado aquí por más de una década y mis creencias han sido muy desafiadas. Los últimos dos años, la vida ha sido dura, no sólo para mí sino también para algunos de mis amigos más cercanos. Sólo unas pocas veces en mi vida he estado enojado con Dios. El mes pasado lo estaba.  «Creo que sé por qué nos creó: para servirle y adorarle y para amar a los demás. En la ciudad de Nueva York he conocido a todo tipo de personas que rechazan a Dios. He oído cosas como: «A Dios le gusta ver sufrir a los demás». «Dios no es real porque hay personas que sufren». «Dios no responde las oraciones». «Dios no nos habla». «Mira la Biblia: permitió el sufrimiento, la matanza, la poligamia». «Es egoísta y te quiere todo para él». Y así sucesivamente.  «En el pasado, sentía que aunque no entendía por qué Dios permitía las cosas, todavía tenía fe para creer en él y trataría de defenderlo. Entonces, ¿por qué nos creó? ¿Y por qué debería maravillarme de que venga a salvarme? Debería hacerlo, ¿no? Él me creó. O si no iba a salvarme, ¿por qué me creó? Me he arrepentido de mis ideas, y creo en él, pero mi fe permanece sacudida por estas preguntas. ¿Puede ayudarme, Pastor John?» JP Bueno, espero poder ayudar. A veces ayuda el escuchar a Dios mismo responder a las críticas que se le hacen. Eso es lo que vamos a hacer en un minuto. Esta, por supuesto, es una de las preguntas más grandes que se pueden hacer. ¿Por qué somos creados? ¿Por qué hizo Dios el universo? ¿Por qué hizo Dios esto? ¿Por qué hay humanidad? Tenme un poco de misericordia, pues me atreveré, en diez minutos, a responder preguntas que han hecho que se escriban miles de libros. *El propósito de Dios* Quizás la respuesta más clara a por qué fuimos creados, por qué fue creado este amigo en Nueva York, es Isaías 43:6-7: «Trae a mis hijos desde lejos y a mis hijas desde los confines de la tierra, a todo el que es llamado por mi nombre y a quien he creado para mi gloria, a quien he formado y  a quien he hecho«. Esa es probablemente la frase más simple y directa de la Biblia en respuesta a la pregunta. Luego aclara algunos versículos más tarde en Isaías 43:21: «… el pueblo que yo he formado para mí proclamará mi alabanza». Esta es la forma en que Pedro lo pone en 1 Pedro 2:9: «...a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable» Existimos para reflexionar, para proclamar, para mostrar las excelencias de nuestro creador redentor, Dios. Finalmente, Dios trajo el universo a la existencia y a los seres humanos a la existencia para que la gloria de Dios, su grandeza, belleza y valor (ese es mi esfuerzo por llenar un poco ese término de gloria), pudiera estar en exhibición en las realidades objetivas de su obra (como la creación), y especialmente como esa gloria es magnificada en el gozo que su pueblo tiene al conocerlo y reflejarlo y alabarlo. Esa es mi larga respuesta a la pregunta «¿Por qué estamos hechos?» Pero parece que hay más obstáculos en el camino de nuestro amigo, llamémoslo nuestro amigo de Nueva York. Nueva York suena como un lugar difícil. No hay lugares fáciles para defender todo lo que Dios nos dice, pero parece estar en un lugar particularmente difícil. Lo que parece ser un obstáculo para que afirme esta realidad bíblica es el tipo de cosas que la gente le ha dicho sobre Dios, su mundo y su palabra. El menciona cinco cosas, así que voy a dar una breve respuesta bíblica a cada una de ellas. Eso es lo que quise decir hace un minuto cuando dije que a veces ayuda escuchar las críticas de Dios. Voy a dejar que Dios responda a estas cinco críticas. *No le produce placer la muerte de un pecador* Primero, la gente ha dicho que a Dios le gusta ver sufrir a los demás. La Biblia tiene dos respuestas. Numero uno: No, no lo hace, no de la forma en que los críticos lo dicen. Ezequiel dice: «Vivo yo, declara el Señor Dios, “que no me complazco en la muerte del impío, sino en que el impío se aparte de su camino y viva» (Ezequiel 33:11). O Lamentaciones 3:32-33: «Antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia. Porque El no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres«. Aquí está la segunda respuesta de la Biblia a la afirmación de que Dios disfruta viendo sufrir a otros. Cuando Dios finalmente juzgue al mundo, su juicio será perfectamente justo, y no desaprobará su propia justicia. Cualquiera que sea el gozo que haya en su acto final, no se debe al sadismo de un monstruo, sino a la perfecta justicia de aquel que nunca ha hecho mal a nadie y que dio a su Hijo para que muriera por los pecadores. *Dios lo dispone para bien* Segundo, dicen: «Dios no es real porque la gente sufre», o «Mira la Biblia: permite el sufrimiento, la matanza, la poligamia». En realidad, no sólo lo permite, sino que lo gobierna. Él es Dios. Dios nunca es acorralado para hacer o permitir algo que su sabiduría, justicia y misericordia no gobierne. En vez de decir que Dios no es real porque permitió el sufrimiento y el pecado, debemos decir lo que dice Génesis 50:20: «Vosotros(los pecadores) pensasteis hacerme mal, pero Dios lo tornó en bien«. En la NTV se lee: “Ustedes (los pecadores) se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien”. Creo que ese es el baluarte de todo pecado en este mundo. Dios es Dios, no a pesar de permitir el pecado, sino porque constantemente está convirtiendo el pecado para sus propósitos sabios, justos y misericordiosos para aquellos que confían en él. *Él da buenos regalos* Tercero, nuestro amigo oye a la gente de Nueva York decir: «Dios no responde a las oraciones». Bueno, esta es su palabra contra la palabra de Jesús. Tienes que elegir. ¿A quién le vas a creer? Jesús dice en Mateo 7:9-11: «¿O qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?” En otras palabras, un niño puede no obtener exactamente lo que pide, pero obtendrá cosas buenas porque pide, porque ora. Eso es lo que Jesús dice. Si un neoyorquino dice lo contrario, tienes que decidir a quién creerle. *El Dios que habla* Cuarto, «Dios no nos habla». Respuesta: Sí que lo hace. Se comunica a sí mismo en la naturaleza y en la Escritura con inmensurable plenitud. Lo diré de nuevo: una plenitud inmensurable, mucho más allá de lo que merecemos o necesitamos. “Porque lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de ellos, pues Dios se lo hizo evidente. Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno pode y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa”. (Romanos 1:19-20) Esa es su forma de comunicación a través de la naturaleza. Aquí está 2 Timoteo 3:16: «Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia». Si puedes leer cualquiera de los miles de idiomas en los que se traduce la Biblia, puedes escuchar la voz de Dios infaliblemente. Que usted reconozca que él está hablando es otra cosa, pero él está hablando. *La cúspide del amor* Quinto, estos neoyorquinos dicen: «Es egoísta y te quiere todo para él». La respuesta de Dios: No en ambos casos. Primero, no es egoísta que Dios te quiera para sí mismo porque él es el ser más grande que existe. Acogerte en su comunión para disfrutar de él para siempre no es egoísta; es amor. Es la cúspide del amor. Él mismo es el regalo más grande que puede darnos, y no se detiene. Pagó el precio de su Hijo para que la gente pudiera estar con él. En segundo lugar, no nos guarda sólo para sí mismo. En el mundo venidero, seremos los seres más sociales. Él nos dará el uno al otro para el amor y la admiración mutuos eternos. La imagen bíblica de Jesús que nos da la Biblia es la de él celebrando un gran banquete con todos sus seguidores sentados a la mesa en una gran compañía, disfrutando de la comida y disfrutando unos de otros. Él viene, y nos sirve con alegría y poder para siempre. Usted puede ver eso en Lucas 12:35-37. Vuelvo a la pregunta con esta respuesta bíblica de por qué fuimos creados. En última instancia, Dios creó el universo y nos hizo nacer para que la gloria de Dios se manifestara en las realidades objetivas de su obra, y sobre todo porque esa gloria se magnifica en el gozo que su pueblo tiene al conocerlo, reflejarlo y alabarlo, especialmente por su gracia.

John Piper

John Piper

John Piper (@JohnPiper) es fundador y maestro de desiringGod.org y ministro del Colegio y Seminario Belén. Durante 33 años, trabajó como pastor de la Iglesia Bautista Belén en Minneapolis, Minnesota. Es autor de más de 50 libros.

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