Al estudiar un pasaje bíblico, ¿qué haces primero? Pasos como pedir la iluminación del Espíritu y leer el pasaje varias veces, sin duda, son importantes. Pero, hay algo más que debes hacer al comenzar tu estudio: identificar los párrafos en el pasaje. Quizás me preguntas, “¿Por qué preocuparse por los párrafos? ¿Por qué no usar la división de versículos?” Buena pregunta. Pensemos por un momento en como los autores originales escribieron sus libros. Lo hacían unidad de pensamiento por unidad de pensamiento; cada unidad contribuyendo al desarrollo del libro. Entender el mensaje del autor requiere captar el enfoque de las unidades de pensamiento (lo que llamamos “párrafos”). Entonces, ¿qué de los capítulos y versículos? Esta división de las Escrituras fue hecha entre 1200 – 1550 para facilitar la ubicación de pasajes, pero lamentablemente no siempre sigue el flujo del pensamiento del autor. Raras veces un versículo contiene la idea completa del autor. Generalmente, es solamente parte del desarrollo del tema de una unidad de pensamiento. Por ello, enfocarse en versículos lleva el riesgo de una interpretación fuera del contexto. Entonces, al comenzar un estudio de la Palabra, identificar los párrafos debe ser uno de los primeros pasos porque abre la puerta para entender el desarrollo que el autor dio al pasaje. Lo bueno, es que la mayoría de nuestras versiones de hoy en día nos ayudan con este paso porque ya están divididas en párrafos. Usar estas divisiones nos da un buen comienzo al estudio del pasaje. Notaría de paso que, si no tienes una copia de la Escritura dividida en párrafos, valdría la pena conseguir una. Ahora, sería importante hacer una clarificación. Los autores originales siguieron una línea de pensamiento al escribir sus manuscritos, pero no usaron párrafos. Esto no fue el formato usado al ser escrita la Biblia. La división en párrafos fue hecha por los editores de nuestras versiones. Dado que determinar donde comienza y termina cada párrafo es cuestión de interpretación, vas a notar cierta variación de versión en versión en relación con la identificación de los párrafos. Mi recomendación sería comenzar con las divisiones como aparecen en la versión que generalmente utilices. Mas adelante, puedes ajustar la división de los párrafos si piensas que refleja mejor el pensamiento del autor. Ejemplos Para ilustrar el principio de enfocar en párrafos veamos Colosenses 3:1–17 (LBLA). 3 Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira] en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria. 5 Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría. 6 Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia por causa de estas cosas, 7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8 Pero ahora desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje soez de vuestra boca. 9 No mintáis los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus malos hábitos, 10 y os habéis vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de aquel que lo creó; 11 una renovación en la cual no hay distinción entre griego y judío, circunciso e incircunciso], bárbaro, escita], esclavo o libre, sino que Cristo es todo, y en todos. 12 Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia]; 13 soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo] de la unidad. 15 Y que la paz de Cristo] reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones. 17 Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre. Puedes notar que el pasaje ha sido dividido en tres párrafos: vs. 1 – 4, 5 – 11, y, 12 – 17. Al determinar el enfoque de cada párrafo, podríamos resumir el flujo del pensamiento del Apóstol Pablo como sigue: 3:1–4, Enfocar en nuestra posición en Cristo. 3:5–11, Aplicar nuestra posición en Cristo, lo negativo—desechad la vida vieja. 3:12–17, Aplicar nuestra posición en Cristo, lo positivo—revestir de la vida nueva. Además de prosa, la Escritura también incluye poesía. Al estar estudiando un Salmo, uno de los primeros pasos sería dividir el salmo en unidades de pensamiento (llamado estrofas). Otra vez, nuestras versiones nos ayudan con este paso. Notar el siguiente ejemplo de Salmo 6 (LBLA): Señor, no me reprendas en tu ira, ni me castigues en tu furor. 2 Ten piedad de mí, Señor, pues languidezco; sáname, Señor, porque mis huesos se estremecen. 3 Mi alma también está muy angustiada; y tú, oh Señor, ¿hasta cuándo? 4 Vuélvete, Señor, rescata mi alma; sálvame por tu misericordia. 5 Porque no hay en la muerte memoria de ti; en el Seol, ¿quién te dará gracias? 6 Cansado estoy de mis gemidos; todas las noches inundo de llanto mi lecho, con mis lágrimas riego mi cama. 7 Se consumen de sufrir mis ojos; han envejecido a causa de todos mis adversarios. 8 Apartaos de mí, todos los que hacéis iniquidad, porque el Señor ha oído la voz de mi llanto. 9 El Señor ha escuchado mi súplica; el Señor recibe mi oración. 10 Todos mis enemigos serán avergonzados y se turbarán en gran manera; se volverán[i], y de repente serán avergonzados. Puedes notar que el Salmo ha sido dividido en cuatro estrofas. Al identificar el enfoque de cada estrofa, se podría resumir el flujo de pensamiento del Salmista como sigue:
- 1–3, Jehová, no me reprendas mas.
- 4–5, Jehová restáurame.
- 6–7, La crisis me ha desgastado.
- 8–10, Jehová me escuchó.
Conclusión Al comenzar un estudio bíblico, debes preguntar: “¿dónde se ubican los párrafos?” No es un paso difícil de hacer y te llevará a una mejor interpretación del pasaje. Sin duda, has escuchado a alguien decir, “vamos a hacer un estudio bíblico, versículo por versículo”. Están diciendo que será un estudio detallado de la Palabra. Esto es bueno. Solamente notaría que sería mejor decir, “vamos a hacer un estudio bíblico, párrafo por párrafo”.