«Mi iglesia no es de sana doctrina, ¿me debo transferir a otra?» Esta es una de las preguntas que muchos jóvenes me hacen, y mi respuesta es siempre la misma: ¿Define qué es una doctrina saludable o bíblica? Hay muchas interpretaciones de lo que es sana doctrina. De hecho, existe una mala interpretación que si no es «reformada» no es bíblica. Algunas iglesias no son reformadas pero predican el Evangelio, son iglesias saludables, predican a Cristo pero quizás no comparten algunas cosas que estos jóvenes han aprendido recientemente. Así que debemos tener cuidado de catalogar a una iglesia como que no es sana, y por eso no debo estar allí, porque quizás el Pastor no predica o enseña como Miguel Núñez o Paul Washer. Mi consejo a esos jóvenes es primero que oren y le pidan a Dios que les capacite para mostrarle con gracia a sus pastores lo que ellos ahora conocen. Fíjense que dije «con gracia». Uno de los fenómenos de hoy en día, son los jóvenes que conocen la sana doctrina y al otro día quieren “gritarles” a todos los que los “engañaron”. Muchas veces sin darnos cuenta, los que nos dirigen están en error por ignorancia y no de manera intencional. Otra vez, el problema de la juventud es la impaciencia. Debemos compartir, sembrar la Palabra y lo que estamos aprendiendo y esperar. Quizás el plan de Dios es usar a ese joven que ahora tiene sana doctrina para ayudar a sus pastores, pero debe ser humilde y paciente. ¿Qué pasa si al cabo un tiempo razonable, en vez de ver cambios en los pastores lo que ve es una oposición y una agenda personal contra su persona por sus posturas luego de traerlas con amor y con gracia? Entonces sugiero que debe orar para que Dios le dirija a otro lugar. Si le es imposible manejar a una iglesia de sana doctrina, entonces mi sugerencia es que se conecte a ministerios e iglesias de sana doctrina «en-línea» que transmiten sus servicios y estudios o tienen sus sermones disponibles en el internet, pero con cuidado: Los pastores virtuales no sustituyen a los reales, a los de carne y hueso. Sin embargo, puede ser una alternativa temporera. Bruce Milne dijo que «la vida cristiana es inevitablemente corporal», y J.I. Packer dijo:
“No debemos pensar que nuestra comunión con otros cristianos es un “lujo espiritual”, una adición opcional a la disciplina del devocional privado. La comunión es una de las grandes palabras del Nuevo Testamento: denota algo vital para la salud espiritual de un cristiano y central para la vida verdadera de la Iglesia… la Iglesia florecerá y los cristianos serán firmes solamente cuando haya comunión.”
La koinonía, rendición de cuentas, el acompañamiento de cristianos, no se consigue fuera de la iglesia local. Así que ore a Dios, porque Él conoce su necesidad y en Su tiempo y a Su manera proveerá. Una última recomendación es que comience a compartir lo que ha aprendido con aquellos que están en sus círculos concéntricos. Que haga evangelismo en su familia inmediata, amigos, compañeros de estudio y/o de trabajo. Que comience a dar por gracia lo que ha recibido por gracia.