[dropcap]N[/dropcap]uestras vidas son breves. Son, en palabras del autor de Eclesiastés, un poco más que el vapor, polvo soplado por el viento. Pero el mismo pensamiento que te puede amedrentar o deprimir también te puede motivar. Aquí están algunas bendiciones que serán tuyas cuando te detengas a considerar tu breve y pequeña vida. Considerar tu vida como breve y pequeña enfriará tu amor por el mundo Somos deleitados fácilmente por las cosas de este mundo, pero también somos engañados fácilmente por ellas. Como esculturas talladas de hielo, los placeres de este mundo están aquí por un momento y luego se desvanecen. Con tan poco tiempo ¿por qué ponemos nuestros corazones en cosas que no podemos retener? Es ser imprudente y derrochador codiciar cosas que no permanecen y que no proveen verdadero contentamiento. Es ridículo hacer provisiones de largo plazo para una estadía corta. Si tenemos lo suficiente para llevarnos al cielo, tenemos suficiente. Considerar tu breve y pequeña vida te humillará El orgullo es nuestro pecado principal y la humildad la gracia principal de Dios. Para crecer en devoción a Dios debemos dar muerte al orgullo. Considerar nuestra mortalidad ayuda en esta tarea. Después de todo, ¿cómo podemos inflarnos de orgullo cuando sabemos que muy pronto caeremos en la tumba? Cualquiera que use este vestido de mortalidad debería también estar vestido de humildad. Considerar tu breve y pequeña vida te llevará al arrepentimiento Arrepentirnos es nuestro deber delante de Dios, pero es una tarea la cual somos propensos a retrasar. Pero cuando pensamos en la incertidumbre del tiempo y su absoluta brevedad, veremos el peligro de retrasarnos. Veremos que debemos arrepentirnos hoy en lugar de aplazar el arrepentimiento para un futuro que es incierto. ¿Quién sabe si nos será dada esa oportunidad? Considerar tu breve y pequeña vida te instará a resistir la tentación La tentación es el trabajo principal de Satanás en este mundo y lo hace con destreza. Igual como el labrador usa la semilla correcta para la tierra, Satanás adapta sus tentaciones para cada persona. Él tentó a Acán con riquezas, a David con belleza, a Pedro con seguridad. Es trabajo arduo resistir la tentación, pero nos armamos para el conflicto cuando consideramos nuestras vidas breves, que muy pronto tendremos que dar cuentas en el día del juicio. ¿Cómo podemos sucumbir a la tentación en la mañana, cuando pudiéramos estar en la presencia de Dios al atardecer? ¿Por qué pecar hoy cuando mañana pudiéramos morir? Considerar tu breve y pequeña vida traerá consuelo en el dolor Te consolará en todo tipo de dolor, pero especialmente en el dolor experimentado en el luto cuando uno de nuestros amados ha muerto. La fe verdadera no desvanece el luto, pero sí lo limita. Podemos aun llorar, pero no lloraremos como aquellos que no tienen esperanza. Podemos dejar al lado la amargura de la pérdida al considerar que el tiempo es breve y que cada una de nuestras pérdidas muy pronto serán recompensadas en el cielo. Considerar tu breve y pequeña vida te ayudar a valorar la gracia El tiempo es corto, pero la gracia es para siempre. La gracia no se marchita con la muerte si no que es trasplantada en mejor y más rico terreno. La gracia no es un alquiler que caduca, más bien es una herencia que dura para siempre. La gracia perdurará más allá del tiempo y continuará por toda la eternidad. Considerar tu breve y pequeña vida ayudará a que valores la gracia que te sostiene desde hoy y para siempre. Este artículo fue publicado originalmente en inglés en Challies.com.