¿Cuáles son algunas de las metas clave que un pastor debe establecer para sí mismo en sus primeros días como pastor?
1. El ser pastor ya es, de por sí, una tarea complicada porque implica aspectos espirituales, de liderazgo y organizacionales. Por eso un pastor debe tener como metas principales, especialmente en sus primeros días como pastor, las siguientes cosas:
- Conocer bien la organización de la iglesia. Saber cómo está estructurada la iglesia es fundamental para entender quién hace qué y por qué. Eso ayudará a evaluar bien la situación actual de la iglesia a la que se está llegando
- Conocer a sus líderes. Esta es la parte más importante. Podemos conocer cómo se supone que debe funcionar la iglesia a partir de su organización. Sin embargo, al conocer bien a los líderes, el pastor puede darse cuenta de cómo realmente funcionan. El carácter de los líderes a menudo determina la dirección de un ministerio o departamento. También, al conocer bien a los líderes, el pastor forma una relación con ellos, los entiende mejor y así puede apoyarlos mejor.
- Conocer a su congregación. Conocer las necesidades de la congregación tomará tiempo, así que el pastor debe comenzar a observarla desde el primer día. Algunas necesidades serán obvias; otras no. Empezar a relacionarse personalmente con los miembros ayuda mucho en este paso.

2. ¿Cuáles son algunas de las cosas que un pastor podría necesitar aprender sobre su nueva congregación y comunidad?
- El pastor necesita comprender la cultura de la iglesia a la que se está incorporando. Todas las iglesias, aunque pertenezcan a la misma denominación, tienen culturas distintas. Muchas pueden parecerse, pero es casi seguro que nunca serán iguales en su totalidad.
- Esto también aplica a la comunidad a la que se está integrando el nuevo pastor. Conocer la cultura de la comunidad, especialmente si el pastor y su familia se están mudando a un nuevo vecindario, una nueva ciudad o incluso a un nuevo estado, debe tener prioridad en su lista de objetivos de las primeras semanas o meses.
- Hablando de la iglesia, una cosa también muy importante de aprender, son las reglas escritas y las no escritas. Sabemos que cada iglesia tiene documentos que le ayudan en su gobierno (llámense constituciones, convenios, pactos, libro de orden, etc.). Todo eso, el pastor debe conocerlo bien desde el principio. Pero también el pastor debe conocer las reglas no escritas de la iglesia. Es decir, aspectos que no están en ningún documento, pero que ayudan a mantener la paz en la congregación.

3. ¿Cuáles son algunos grupos o individuos clave con los que un pastor debe asegurarse de conectarse al comenzar un nuevo pastorado?
Con quién se relacione el pastor durante las primeras semanas puede marcar el rumbo de su liderazgo en esa iglesia. Parece obvio decirlo de nuevo, pero el pastor debe conectar bien con los líderes de la iglesia. Después de conectar con ellos, hay que pedir mucho discernimiento a Dios, pues en la iglesia pueden encontrarse otros líderes laicos clave para el sano crecimiento de la iglesia. Con ellos, sería bueno conectar desde el principio.
Claro que el pastor tiene que conectar con su congregación como un todo en las primeras semanas. Después, debe tratar de conectar con el mayor número posible de los miembros de la congregación a nivel de individuo o de familia.

4. ¿Cuáles son algunos errores comunes que los pastores suelen cometer en sus primeras semanas?
El error más común que muchos pastores cometen en las primeras semanas es querer llegar haciendo cambios “grandes” y muy visibles. Es probable que sea inevitable hacer algunos cambios “pequeños” al llegar a una nueva congregación. Simple y sencillamente, porque al tener otro pastor, la iglesia pasará por un periodo de cambios. Sin embargo, es sabio pensar que, aun para los cambios pequeños, es bueno tener paciencia y esperar un par de semanas antes de sugerirlos. Para los cambios “grandes”, es recomendable ganarse la confianza de los líderes de la iglesia primero y, después, planear su implementación.
Hay una excepción a esta regla: cuando el pastor nuevo llega y la iglesia, al igual que su liderazgo, ya están listos y, probablemente, esperando ese cambio “grande” que el pastor considera necesario. Entonces, es bueno considerar ejecutarlo pronto. En este escenario, solo se sugiere que el pastor y su familia tomen su tiempo para asentarse en la nueva iglesia y la comunidad, especialmente si se mudaron a un hogar nuevo.

5. Mudarse a una nueva iglesia puede ser estresante y emocionante para la familia de un pastor. ¿Cuáles son algunas de las cosas que la familia de un pastor necesita de él durante esta transición?
Las necesidades de una familia pastoral que se muda pueden variar según su composición. Si hay niños pequeños o adolescentes, o si es una familia compuesta por adultos, sea que tengan hijos o no. Sin embargo, en términos generales, lo que toda familia necesitará del pastor durante este proceso, es tiempo. El pastor necesita dedicar tiempo a su familia en esta etapa de transición. Necesita hablar con ellos a su nivel, y explicar:
- Por qué se están mudando.
- Cómo fue que Dios lo llamó a esa nueva iglesia.
- Cómo es el lugar a donde van.
- Dónde van a vivir.
- Cuándo empieza la transición y cuándo termina.
- A qué nuevas escuelas van a ir (si es que hay hijos en esta etapa).
- Qué tipo de diversión van a tener (hay que “vender” bien el lugar).

Claro que también debe haber tiempos de oración para conectar a la familia con Dios y con su llamado. Esto ayudará a todos a entender que este movimiento forma parte de obedecer a Dios. Una recomendación extra es que el pastor haga lo posible por conseguir ayuda para la mudanza. El empacar, cargar, mover y repetir todo eso en el nuevo hogar, pone mucho estrés en la familia, y si se puede evitar, sería mejor.
6. ¿Cómo podría un nuevo pastor pedirle a su congregación que ore por él?
La iglesia siempre debe orar para que su pastor esté lleno de la sabiduría de parte de Dios y del poder del Espíritu Santo. Sabiduría para manejar su tiempo y los problemas y asuntos de la iglesia y de sus congregantes. Y el poder del Espíritu Santo, para todo lo anterior y para predicar y enseñar con autoridad. La iglesia también debe hacerse responsable de cuidar bien a su pastor. Así que es bueno que la iglesia ore para que puedan obedecer el mandato de considerar a su pastor digno de doble honor.