Si alguna vez has visto una foto de una montaña o una cascada, de algo grandioso y majestuoso, sabes lo importante que es captar también un objeto en primer plano. Al ubicar un objeto identificable delante de una montaña, se proporciona una pista visual sobre el tamaño de lo que hay detrás. A partir de una foto, esa montaña puede ser grande o pequeña, cercana o lejana. Pero cuando el objeto está delante de tus ojos, empiezas a comprender su grandeza y a maravillarte de ella. De todos los géneros de no ficción, no creo que haya ninguno que disfrute tanto como una buena biografía. Una buena biografía es como poner un objeto delante de una montaña: reduce la inmensidad de la historia al proporcionar un punto focal para entender e interpretar un periodo distinto. Este es exactamente el caso con Susie, una nueva biografía de Susannah Spurgeon, escrita por Ray Rhodes.
Susannah Spurgeon era, por supuesto, la esposa de Charles Spurgeon. Nacida como Susannah Thompson, se crió en un contexto cristiano, pero no se convirtió en creyente hasta que tuvo casi 21 años. Poco después de esa experiencia, comenzó a luchar con dudas sobre su estado espiritual y encontró ayuda a través del cuidado de un joven pastor llamado Charles Spurgeon, que estaba recién llegado a la ciudad de Londres. Primero le proporcionó un ejemplar de El progreso del peregrino y le escribió en la dedicatoria: “Señorita Thompson, deseando que progrese en la bendita peregrinación”. La preocupación pastoral de Charles pronto se convirtió en afecto, luego en romance y ambos se casaron en 1856.
Los Spurgeon se establecieron en una vida matrimonial que generó algunos de los altibajos más extremos que una pareja podría experimentar. Charles alcanzó una gran fama como el “príncipe de los predicadores”. Dondequiera que iba, hablaba a grandes multitudes y todo lo que escribía era absorbido por un público ávido. Durante gran parte de su vida, fue uno de los hombres más reconocidos del mundo. Susie ejerció su propio ministerio, primero como esposa de Charles y madre de sus dos hijos, y después se dedicó a proporcionar libros de teología a los pastores necesitados. Fue una entusiasta amiga por correspondencia para muchos e incluso escribió varios libros propios.
A pesar de todos estos grandes logros, los Spurgeon sufrieron mucho. Charles tenía a menudo una carga que superaba su capacidad para soportarla, y pasaba largos periodos de su vida cansado o enfermo de cuerpo y mente. A finales de la década de 1860, Susannah estaba postrada en la cama con una misteriosa enfermedad, probablemente relacionada con la maternidad. Los médicos y cirujanos la libraron de algunos de los peores dolores, pero permaneció discapacitada durante la mayor parte de su vida. La tragedia y el conflicto teológico marcarían a marido y mujer. Sin embargo, ambos perseveraron en la fe y dejaron una huella indeleble en la historia del cristianismo.
En este relato de la vida de Susie, Rhodes la define acertadamente tanto en relación con Charles como al margen de él. Como esposa del gran predicador, Susannah Spurgeon desempeñó un papel clave en el apoyo de un gran ministerio. Fue una roca espiritual en la vida de su esposo, que oraba por él y le ministraba la verdad. A menudo, fue fuerte por él cuando su marido no tenía fuerzas propias y no es difícil ver cómo ella fue una parte crucial del éxito de su esposo.
Pero lo que aprecio de manera especial es que Rhodes no se ha limitado a escribir una biografía de la esposa de Charles Spurgeon. Más bien, ha preparado una biografía de Susie, alguien que tenía carácter y logros propios. Por supuesto, su vida no puede contarse al margen de la de su marido, pero se merece algo más que estar a la sombra de este. Fue una mujer de enormes gracias y logros, y todos ellos se describen con claridad. No es solo Susannah Spurgeon, sino también, sin dudas, Susie.
Esta narración de la vida de Susie debería haberse realizado hace tiempo. Está bien documentado, bien escrito y vale la pena leerlo. Se ha convertido merecidamente en el relato insuperable de una vida importante.
Publicado originalmente en Challies.
