Hay un montón de diferentes sermones que un predicador puede predicar: doctrinales, evangelísticos, tópicos y tantos otros tipos de sermón que no son malos en sí mismos y tienen su lugar. Pero eso no cambia mi profunda convicción que el mejor camino para predicar la Palabra de Dios precisa y fielmente es predicando sermones expositivamente. La mejor dieta estable para que un pastor alimente a su congregación con la Palabra de Dios semana tras semana es por medio de sermones expositivos. Para aquellos que no están familiarizados con este tipo de sermones, un sermón expositivo es un sermón que fluye y se construye por completo sobre un texto, no una idea o tópico. Lo explico de esta manera. Imagina una pila de bloques de construcción cuyo bloque inferior es un texto de las Escrituras (no un tópico) y todos los demás bloques son puestos sobre ese. Hay muchas razones por las cuales estoy convencido de que los sermones expositivos, en especial aquellos que van a través de todos los libros de la Biblia, son la mejor, más útil y fiel manera para que un pastor alimente a su congregación con regularidad. Aquí hay algunas razones que parecen seguir surgiendo en las discusiones entre pastores que no están familiarizados con este enfoque de la predicación:
- Los sermones expositivos afirman la autoridad, poder y suficiencia de la Escritura.
- Los sermones expositivos ayudan a que nuestra congregación sepa como leer su Biblia como es debido.
- Los sermones expositivos ayudan a que un pastor se mantenga enfocado en predicar la Palabra de Dios en lugar de las palabras humanas.
Si eres un pastor, no ignores mi insistencia en que prediques con regularidad sermones expositivos, que alimenten a tu congregación con la Palabra de Dios. La palabra de Dios da vida a la iglesia, pero debemos darla regular y fielmente para que la semilla de la Palabra caiga en buena tierra y dé frutos. Estoy convencido que la predicación expositiva es la mejor forma de sembrar esas semillas.