John Piper me acompaña hoy en el teléfono para esta importante pregunta. ¿Qué debemos entender por el bautismo del Espíritu Santo? La frase parece significar cosas diferentes en la Biblia; de seguro significa cosas muy diferentes para distintas denominaciones y prácticas eclesiásticas. Aquí está la pregunta de hoy, enviada a nosotros de manera anónima desde Berlín, Alemania. “¡Hola, Pastor John! He luchado para entender y para abrazar el ‘bautismo del Espíritu Santo’, en especial si se manifiesta con alguien que se ríe a carcajadas y da vueltas en el suelo o incluso que se desmaya durante treinta minutos o más. He visto iglesias que hacen esto y que colocan un gran enfoque en estas experiencias y eso me pone muy incómodo. ¿Puede explicar qué quiere decir la Biblia con el ‘bautismo del Espíritu’ con respecto a estas dos cosas: (1) nuestra experiencia inicial de salvación y, luego, (2) si hemos o no de esperar bautismos subsecuentes del Espíritu en nuestra vida cristiana?”.
Anhelar experimentar el Espíritu
El pentecostalismo usualmente se define como un movimiento en el cristianismo que piensa que el bautismo del Espíritu Santo es una segunda experiencia, normalmente después de la conversión, marcada por hablar en lenguas. Ese es el estereotipo, al menos, de lo que significa el pentecostalismo. Esa en realidad es una simplificación excesiva. Recién terminé un libro de Allan Heaton Anderson titulado To the Ends of the Earth: Pentecostalism and the Transformation of World Christianity [Hasta lo último de la Tierra: El pentecostalismo y la transformación del cristianismo mundial]. Él muestra que existen entendimientos mucho más diversos del Espíritu Santo y de Su trabajo entre el pentecostalismo global de lo que pensábamos. Lo común entre muchas ramas del pentecostalismo no es una única visión del bautismo en el Espírito, sino un fuerte énfasis en la naturaleza experiencial del Espíritu en la vida del creyente. Creo que este énfasis en la naturaleza experiencial del Espíritu es precisamente la razón por la que el movimiento ha sido tan dinámico y efectivo en el mundo entero. Las personas de todos lados están hambrientas de realidad experiencial, no solo de hechos doctrinales ni históricos que deben ser afirmados con la mente. Esa es la manera estereotípica de pensar sobre el cristianismo occidental. Tenemos una lista de doctrinas; tenemos una lista de comportamientos. Creemos las doctrinas, actuamos los comportamientos e inferimos que le pertenecemos a Dios y que algo sobrenatural está sucediendo, pero nadie experimenta nada. Por eso, el pentecostalismo tiene el éxito que tiene, porque están en lo correcto en este punto. Están en lo correcto al decir que tener al Espíritu Santo es tener una realidad que uno experimenta.
Dos usos distintos
Es importante que aclaremos el significado bíblico de términos como “bautismo en (o con) el Espíritu Santo”, porque es un término bíblico. Es parte de la experiencia cristiana. Lo que voy a sugerir es que la manera en la que Pablo utiliza la frase en 1 Corintios 12:13 no es la misma que la manera en la que Lucas la utiliza (o Jesús como lo reporta Lucas) en Hechos 1:5. Esa es mi premisa básica y evitaríamos mucha confusión si las personas la entendieran. Puedes revisarla por ti mismo. Esto quiere decir que, cuando preguntamos: “¿Qué significa la frase ‘bautismo en (o bautismo con) el Espíritu Santo?”, tenemos que preguntar: “¿Estás hablando del uso que le da Pablo o del uso que le da Lucas cuando cita a Jesús?”. No son contradictorias. No estoy argumentando que existe un conflicto. Estoy diciendo que utilizan las mismas palabras en dos maneras diferentes. Utilizan la misma frase de dos maneras distintas. Permíteme aclarar cada una.
Recibir el Espíritu en la conversión
En 1 Corintios 12:12-13, Pablo dice: “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres. A todos se nos dio a beber del mismo Espíritu”. Ahora, creo que casi todos estamos de acuerdo en que el entendimiento de Pablo aquí del bautismo del Espíritu es el acto por medio del cual el Espíritu nos une a Jesucristo y a Su cuerpo, la iglesia. En otras palabras, es la conversión. Es volverse cristiano. Eso es lo que significa ser cristiano: ser movidos por el Espíritu Santo de tal manera que somos llevados a la fe y unidos con Jesús.
Llenos del poder del Espíritu
Ahora, no creo que esa sea la forma en la que Jesús y Lucas utilizan esta frase similar en Hechos 1:4-5. Aquí, Jesús dice (y Lucas lo cita): “Y reuniéndolos, les mandó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre: ‘La cual’, les dijo, ‘oyeron de Mí; porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días’”. Está citando a Juan el Bautista en Lucas 3:16, cuando dice: “Yo los bautizo con agua; pero viene Uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar la correa de Sus sandalias. Él [Jesús] los bautizará con el Espíritu Santo y fuego”. Ahora, no creo que Jesús quisiera decir que sus discípulos se convertirían de incrédulos a creyentes en este bautismo que debían esperar en Jerusalén. Creo que Lucas ve a los apóstoles como creyentes genuinos vueltos a nacer antes del bautismo prometido. Lucas termina su Evangelio con una descripción de los apóstoles antes de la experiencia que debían esperar llamada el bautismo del Espíritu. Dice en Lucas 24:52-53: “Ellos, después de adorar a Jesús, regresaron a Jerusalén con gran gozo, y estaban siempre en el templo alabando a Dios”. Aquí está un grupo de varones adorando a Jesús. Con gran gozo. Están experimentando a Dios a través de Jesús en el templo. Estos no son discípulos no regenerados esperando volver a nacer con la llegada del Espíritu Santo.
Pide un nuevo bautismo
Bueno, ¿qué quiere decir Jesús en Hechos 1:5 y en Lucas 3? Creo que, cuando dice que serán bautizados por el Espíritu Santo, quiere decir que recibirán poder extraordinario para un ministerio que exalta a Cristo. Esto es lo que pienso que significa. Recibirán poder extraordinario para un ministerio que exalta a Cristo. Ahora, esa experiencia puede venir en una experiencia inusual y decisiva después de la conversión (un día, una semana, un año o un minuto), seguido de subsecuentes derramamientos o llenuras o bautismos del Espíritu periódicamente durante la vida. O esa experiencia puede venir en el momento mismo de la conversión seguido de subsecuentes experiencias durante toda la vida del poder del Espíritu Santo. Puede venir de varias maneras y llenuras y bendiciones durante una vida entera que pueden ser impredecibles y variadas. Creo que sería un error limitar el bautismo en, o por, o con el Espíritu Santo a un segundo evento después de la conversión. Aunque pudieras experimentar uno, eso no significa que es la manera normativa en que este bautismo debe ser entendido. Creo que el tipo de llenura y poder que recibimos en esas experiencias se necesitan una y otra y otra y otra vez en la vida cristiana. No son las mismas consistentemente en cada temporada de la vida cristiana. Es correcto, creo yo, pedir un nuevo bautismo. Ese es el lenguaje de los puritanos. Ese es lenguaje de Martyn Lloyd-Jones. Ese es mi lenguaje una y otra vez cuando me acerco al púlpito y busco predicar. Digo: “Oh, Dios, necesito un nuevo bautismo. Necesito una nueva unción. Necesito una nueva llenura. Necesito un nuevo derramamiento del Espíritu Santo”.
Lleno y rebosando de poder
Creo que el lenguaje es diverso en el libro de los Hechos para este tipo de cosas que no son continuas. Tenemos a Pablo en Chipre y está por hablar. Él dice ser lleno del Espíritu Santo y luego él tiene un poder extraordinario para lidiar con este mago en esa isla (Hechos 13:8-12). Eso es precisamente a lo que pienso que Jesús se refería: “Quiero que conozcan experiencia al salir a evangelizar el mundo”. Permíteme dar cuatro rápidas razones por las que pienso que Lucas y Jesús utilizaron el término de esa manera. En primer lugar, Lucas describe el primer bautismo del Espíritu como “ser lleno”. Él utiliza el lenguaje de llenura en Hechos 2:4. Él dice: “Esperen este bautismo” (ver Hechos 1:4-5), y luego cuando lo describe en el 2:4, dice: “fueron llenos del Espíritu Santo”. Para él, estas eran realidades que se traslapaban, llenura y bautismo. Luego, durante el libro de los Hechos, el término “llenos del Espíritu Santo” es una experiencia recurrente en la vida del creyente, no una experiencia única. En segundo lugar, Lucas dice que ser bautizado con el Espíritu es el cumplimiento de la promesa de Joel 2 (“Esperen la promesa”). Entonces, la promesa de Joel se cumple y se explica a partir de Hechos 2:16. La promesa de Joel 2 no es la promesa del nuevo pacto del nuevo nacimiento. Es la promesa del pacto de poder profético: hablarán con poder extraordinario. En tercer lugar, Lucas describe ser bautizado con el Espíritu como recibir poder para ser testigos (Hechos 1:8). Él dice: “Cuando reciban al Espíritu Santo, tendrán poder para ser mis testigos hasta lo último de la tierra”. Esa es la descripción inmediata de lo que sucederá si esperas el bautismo. Así que es el poder para una efectividad global que exalta a Cristo. En cuarto lugar, Lucas dice que ser bautizado en el Espíritu es ser investido de poder de lo alto para que el mensaje de Cristo pueda ser llevado con efectividad a todo el mundo. Ese es el lenguaje de Lucas 24:49, donde Él les dice: “Permanezcan en [Jerusalén] hasta que sean investidos con poder de lo alto”.
¿Qué hay de las lenguas?
Mi entendimiento del bautismo del Espíritu Santo es que Pablo utiliza una forma de esta frase para referirse a lo que sucede en el nuevo nacimiento. Lucas utiliza una forma de esta frase, cuando cita a Jesús, para el poder del Espíritu. Para responder esta pregunta sobre señales particulares, puede o no incluir diferentes señales como las lenguas u otras manifestaciones inusuales. Creo que cada cristiano debe buscar un nuevo bautismo en este sentido una y otra y otra vez para tener un ministerio efectivo.