Por qué el maltrato doméstico es tan malo

Todo pecado consiste en no ser como Dios en el uso de estas capacidades personales, el abuso va un paso más allá al disminuir las capacidades personales de otra persona.
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Existen pocas iglesias que no tengan miembros con cicatrices dolorosas relacionadas con el abuso doméstico. Hay pocas iglesias donde los pastores y los miembros no son llamados a responder bien y sabiamente a denuncias preocupantes y a situaciones dolorosas. En su libro, «When Home Hurts» [Cuando el hogar causa dolor], Jeremy Pierre y Greg Wilson ofrecen orientación para esos momentos y, al hacerlo, explican por qué el abuso doméstico es tan malvado. Yo, por mi parte, lo encontré muy útil. «El abuso ocurre», dicen, «cuando una persona en una posición de mayor influencia usa sus capacidades personales para disminuir las capacidades personales de aquellos bajo su influencia, con el fin de controlarlos». Las capacidades físicas y espirituales destinadas a ser utilizadas para amar y edificar, se utilizan, en su lugar, para dañar y destruir. Así, el abuso se identifica en dos direcciones diferentes: en la intención manipuladora y la fortaleza del comportamiento de quien se encuentra en una posición de influencia, y en el efecto de disminuir a quienes se encuentran bajo su influencia. Con esto en mente, aquí comparto cinco formas en las que el abuso causa un daño particular y provoca una herida grave. El abuso deshonra la personalidad del que está siendo abusado Dios creó a cada persona a Su imagen para que pudiéramos representarlo en el mundo que hizo. Toda persona ha recibido el privilegio de parte de Dios de usar sus capacidades personales para representarlo a Él, trayendo orden y bondad al mundo. Todo pecado consiste en no ser como Dios en el uso de estas capacidades personales, el abuso va un paso más allá al disminuir las capacidades personales de otra persona. «Una persona abusiva usa sus capacidades personales para obligar a otras a cumplir sus deseos personales. La fuerza que ejerce inflige daño, es decir, el efecto de debilitar a alguien para que sea más fácil controlarlo». Ese daño es lo que llamamos trauma, y tiene efectos perniciosos y duraderos en aquellos que han sido victimizados. El abuso es una peligrosa alteración del amor Dios nos da fortaleza personal, pero no para que podamos usarla para controlar a otros. Más bien, Dios nos diseñó a Su imagen con ciertas facultades divinas para que podamos comprometernos a usarlas con el propósito del amor. «Amar es usar nuestras capacidades personales para lograr el bien para los demás en el mundo, ordenarlo, cuidarlo, arreglarlo para que produzca el mayor beneficio, no para uno mismo, sino para otras personas». Pero una persona abusiva altera peligrosamente este diseño al usar sus capacidades divinas para dominar esas facultades en otra persona, para así poder obtener lo que quiere. «En lugar de usar sus poderes para arreglar el mundo para la gloria de Dios, usa sus poderes para arreglar el mundo para sí mismo». El abuso es una forma de opresión Dios odia la opresión y espera que odiemos lo que Él odia. Muy a menudo en las Escrituras vemos a Dios respondiendo a los clamores de aquellos que han sido oprimidos y de la misma manera debemos responder a esos clamores. Cuando Dios nos libera de la opresión del pecado, nos llama a oponernos al pecado en nuestras propias vidas, al pecado en la iglesia y al pecado en el mundo. En otras palabras, «comenzamos a responder como lo hace Dios cuando vemos el pecado, incluido el pecado de la opresión humana. Dios ve a los oprimidos, escucha sus gritos y actúa con compasión, misericordia y justicia. Él nos dice que debemos hacer lo mismo». El abuso distorsiona el propósito del matrimonio La alteración del amor que viene del abuso, es particularmente peligrosa en el matrimonio debido al diseño único del mismo. Dios llama al esposo a usar sus fortalezas únicas y complementarias para edificar a su esposa. «Dios quiere que el hombre tome la iniciativa de emplear sus esfuerzos por el bien de su esposa. Su bien es ser formada no a la imagen de las preferencias de su esposo, sino más bien a lo que Dios determina para su llamado individual de parecerse a Jesucristo». Pero el abuso toma aquello que puede ser usado tan poderosamente para el bien y lo usa para el mal. «Cuando un esposo lidera usando sus capacidades para el propósito opuesto y para menospreciar a su esposa, la daña de manera particularmente destructiva. Y Dios le pedirá cuentas de manera más estricta. Lo que hace que el abuso doméstico sea una forma de violencia particularmente cruel es que se supone que el hogar es el lugar donde la personalidad florece en su mayor potencial. Cuando el hogar causa dolor, el mundo sufre». (Por supuesto, hay ocasiones en las que la esposa es la perpetradora en lugar de víctima del abuso doméstico, pero son muy raras en comparación con lo contrario). El abuso corrompe el testimonio de la iglesia En el diseño de Dios, las familias no son unidades completamente independientes y autónomas, sino que rinden cuentas ante una comunidad más amplia: la iglesia. Una familia que se esconde y se aísla de la influencia de la comunidad pone a sus miembros en mayor riesgo. Y en situaciones de abuso doméstico, la familia a menudo hace exactamente eso mismo: se aísla de la supervisión y la rendición de cuentas de la iglesia local. «Dios hizo a la iglesia para ser el pueblo de la Palabra lleno del Espíritu, para que juntos aprendan a amar lo que Dios ama y a odiar lo que Dios odia. Las creencias y valores transmitidos en las páginas de las Escrituras encuentran su encarnación en las personas vivas. Jesús quería que la iglesia fuera una clase de comunidad única en el mundo que demuestra autoridad como un servicio abnegado por el bien de los que están bajo la misma. En la iglesia, la grandeza se demuestra en el servicio». Pero cuando el abuso está presente o, peor aún, se tolera, la iglesia está negando la perspectiva de Dios e impidiendo que las víctimas de abuso se orienten acerca de quiénes son. Por el contrario, cuando el abuso es extraño e indignante para el pueblo de Dios, la iglesia está reforzando la perspectiva de Dios y ayudando a las víctimas a orientarse y a sanar sus corazones. Puedes obtener más información acerca del abuso doméstico, lo que implica y cómo puedes ayudar a quienes lo padecen en «When Home Hurts» [Cuando el hogar causa dolor]. Disponible sólo en inglés. Este artículo se publicó originalmente en Challies.

Tim Challies

Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo BLOG ( challies.com ) ha publicado contenido de sana doctrina por más de 7000 días consecutivos. Tim es esposo de Aileen, padre de dos niñas adolescentes y un hijo que espera en el cielo. Adora y sirve como pastor en la Iglesia Grace Fellowship en Toronto, Ontario, donde principalmente trabaja con mentoría y discipulado.

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