Ocho maneras en las que Satanás te tienta a dudar de tu salvación

Hoy, quiero hablar sobre algunas de las formas en las que Satanás tienta a los cristianos a dudar de su salvación. 

Como cristianos, creemos que existe un diablo, creemos que Satanás existe. Ahora bien, es importante saber que él no es lo opuesto a Dios, no se iguala a Dios en poder o autoridad. Nada de eso. Él fue creado por Dios. Es un ser creado, finito y limitado; aun así, es muy poderoso. Él es el gran enemigo de la humanidad; especialmente, el gran enemigo de la humanidad que ha sido salvada, es decir, de los cristianos. Hoy, quiero hablar sobre algunas de las formas en las que Satanás tienta a los cristianos a dudar de su salvación. 

  1. Hoy, me encuentro hablando sobre cómo Satanás convence a los cristianos para que cuestionen su salvación, y aquí va la primera forma. Él hace que pienses más en tu pecado que en tu salvador. Me pregunto si has escuchado esta cita de Robert Murray McCheyne, él dijo: “Por cada mirada a ti mismo, mira diez veces a la cruz, diez veces a Cristo”. Satanás quiere que hagas exactamente lo contrario. En lugar de mirar a Cristo y Su gran obra acabada, quiere que te mires a ti mismo y a tu santificación sin terminar. En lugar de mirar a la gran obra expiatoria de Jesucristo, quiere que mires y te fijes en tu propio pecado. ¿Qué hace Satanás? Él quiere que te enfoques en ti, en tu pecado, en vez de enfocarte en tu Salvador.
  1. La segunda forma en la que Satanás te hace dudar de tu salvación es haciendo que definas la salvación erróneamente. Él te “ayuda” a definir la salvación como un término demasiado general. Quiere que definas la salvación de tal manera que la misma incluya una completa seguridad de salvación. Sin embargo, la Biblia no dice que la justificación, es decir la salvación, incluya esa seguridad completa. Podemos transitar por períodos de duda, podemos transitar por ese tipo de tentación, por ese tipo de prueba. Así que, Satanás quiere que definas tu salvación incluyendo la seguridad de salvación, para que cuando carezcas de dicha seguridad, dudes incluso de que has sido salvado por Jesucristo.
  1. La tercera forma en la que Satanás hace que dudes de tu salvación es haciendo que llegues a conclusiones erróneas sobre tus circunstancias. Entonces, has orado con empeño por algo, has anhelado tener algo, has reclamado promesas de la Escritura y, aun así, Dios no te lo ha concedido. Lo que Satanás quiere que hagas en ese momento es que digas: “Bueno, si Dios realmente me ama, tendría lo que le pido. El hecho de que no tenga lo que anhelo, el hecho de que no tenga aquello por lo que he estado orando, es una prueba de que no soy cristiano. Porque seguramente, si fuera salvo, Dios me concedería aquello que anhelo, y que es bueno anhelar. No tengo lo que pedí, por tanto, creo que Dios no me ama, por tanto, creo que no soy salvo”.
  1. La cuarta forma en la que Satanás te tienta para que cuestiones tu salvación es sugiriendo que las evidencias de gracia en tu vida no son genuinas, sino falsas. Él quiere que mires a aquellas cosas que podrían ser fruto de la obra del Espíritu, pero, en vez de decir: “Dios ha hecho esto en mí, esto es una prueba de que el Espíritu está obrando en mí”; quiere que digas: “Bueno, simplemente estoy dotado naturalmente de esa manera. Es solo un don, siempre he estado capacitado para hacer esto”. Él quiere que mires el fruto del Espíritu, esa evidencia de la gracia de Dios; y, en lugar de atribuirlo a la obra interna del Espíritu Santo, lo atribuyas a ti mismo, a que se trata de un asunto de tus propias fuerzas, de tu propia habilidad. Quiere que te desvíes de lo que Cristo es y de lo que el Espíritu Santo ha obrado dentro de ti. En lugar de eso, quiere que concluyas diciendo: “No, simplemente fui yo”. 
  1. La quinta forma en la que Satanás te tienta a cuestionar tu salvación es convenciéndote de que la batalla que estás experimentando con el pecado es una batalla que solo un incrédulo podría tener. Quiere que creas que este tipo de batalla —una batalla dura en la que peleas mucho y tienes poco éxito — no es una prueba del obrar de Dios dentro de ti para que odies y venzas el pecado. Más bien, es una prueba de que Dios no está en tu vida en absoluto. “Seguramente, ningún creyente verdadero podría batallar contra el pecado hasta este punto, hasta este grado, con tanta dificultad. Seguramente, esto debe significar que no soy salvo en lo más mínimo”. 
  1. La sexta forma en la que Satanás te tienta a dudar de tu salvación es sugiriéndote que la razón por la cual ahora tu alma tiene menos gozo en Cristo que antes es una prueba de que realmente no has sido salvado. Entonces, lo que quiere que hagas es que pienses en aquellos buenos tiempos de antaño, que pienses en aquellos tiempos pasados cuando tu alma sobreabundaba de gozo, cuando te deleitabas en el Señor. Quiere fijar eso en tu mente para que lo compares con tu presente. O tal vez te sientes apagado, tal vez tu corazón no se conmueve de la misma manera, o tal vez el gozo no fluye fácilmente y él quiere que mires hacia atrás y concluyas: “No debo ser salvo en absoluto. Seguramente, no estoy en Cristo si hoy no estoy experimentando ese tipo de gozo”. Él quiere que te enfoques en ese pasado para que dudes de tu presente.
  1. La séptima forma en la que Satanás hace que dudes de tu salvación es que él quiere obrar en ti para hacerte creer que cualquier recaída en el pecado, incluso si has trabajado muy duro para vencerlo, es una evidencia de que no eres creyente. Entonces, tú sabes que has estado trabajando con ese pecado y has visto cierto éxito contra ese pecado particular. Sabes que Satanás ha estado trayendo olas de tentación contra ti, y has experimentado éxito, has visto que ese pecado ha muerto; y aun así, tienes una recaída. Aun así, pecas de nuevo. Satanás quiere que te aferres a esa recaída, olvides toda la gracia, olvides todo el éxito que has tenido. Quiere que te aferres a esa recaída como prueba de que no eres un cristiano en absoluto, de que no tienes el Espíritu morando en ti; si así fuera, no seguirías sucumbiendo ante ese pecado. 
  1. Y, finalmente, número ocho, él te convence de que solo un incrédulo podría encontrarse con una tentación de ese tipo y de esa fuerza. Él quiere que creas que el tipo de tentación que estás enfrentando es una tentación con la que solo un incrédulo se encuentra. Piensa esto: Satanás te conoce muy bien, te ha estado estudiando desde el momento en que naciste. Él sabe cómo hacer que una tentación encaje perfectamente en tu vida; sabe cómo diseñar una tentación que esté perfectamente alineada con tu deseo pecaminoso, y te traerá olas de esa tentación específica diferente a la mía, diferente a la de cualquier otra persona, diseñada especialmente para ti. Él traerá ola tras ola de esa tentación y, entonces, usará eso para intentar convencerte de que solo un incrédulo podría enfrentar esa tentación específica. “Seguramente, si de verdad estuviera en Cristo, esa tentación no me habría dominado, no tendría ningún poder sobre mí”. ¿Ves su genialidad? ¿Ves su astucia al hacerte dudar de tu salvación? 

Quiero leerte una cita. Todo lo que he estado diciendo ha sido extraído de un teólogo llamado Thomas Brooks, el cual ha sido muy, muy importante para mí. Quiero que te lleves una cita de él, la cual espero que te anime y te dé fuerzas. Escucha lo que dice: “Nosotros que somos cristianos, tenemos todas las cosas en Cristo. Cristo es todo para el cristiano. Si estamos enfermos, Jesús es un médico. Si estamos sedientos, Jesús es una fuente. Si nuestros pecados nos perturban, Jesús es nuestra justicia. Si necesitamos ayuda, Jesús es poderoso para salvar. Si tememos a la muerte, Jesús es vida. Si estamos en oscuridad, Jesús es luz. Si somos débiles, Jesús es nuestra fortaleza. Si estamos en pobreza, Jesús es abundancia. Si deseamos el cielo, Jesús es el camino. El cristiano que tiene a Jesús tiene todo lo que necesita, completa, perfecta y eternamente”. Mi querido amigo, si pones tu fe en el Señor Jesucristo, eres salvo, estarás seguro, porque en Cristo tienes todo lo que necesitas.  Este artículo se publicó originalmente en Challies. 

Tim Challies

Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo BLOG ( challies.com ) ha publicado contenido de sana doctrina por más de 7000 días consecutivos. Tim es esposo de Aileen, padre de dos niñas adolescentes y un hijo que espera en el cielo. Adora y sirve como pastor en la Iglesia Grace Fellowship en Toronto, Ontario, donde principalmente trabaja con mentoría y discipulado.

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