¿Nick me envía señales?: encontrar paz en las promesas de Dios

Es la presencia de Dios la que está destinada a consolarnos, no la posible presencia de aquellos a quienes hemos amado y perdido.
Foto: Jhon Montaña

Hay una pregunta que me han hecho muchas veces desde que Nick se fue al cielo. Es una pregunta que me han hecho tanto personas que profesan fe en Cristo como algunas que no lo hacen, algunas que creen en el Dios de la Biblia y algunas que poseen nociones de espiritualidad oriental. Es una pregunta que se enmarca de muchas maneras, pero generalmente suena como: ¿Nick te envía señales?

La mayoría de las personas se preguntan si Nick nos da ánimos en forma de pájaros, si de alguna manera su presencia o su espíritu llega a través de pájaros que aparecen en nuestra ventana o en contextos que de otro modo serían difíciles de explicar. Algunos se preguntan si nos da a conocer su amor brillando como una estrella que reluce intensamente en la noche o su presencia como un arco iris que brilla cuando el sol se abre paso entre las nubes. Algunos nos cuentan de sus convicciones de que sus seres queridos han estado presentes con ellos de esta manera y cómo esto ha tocado sus corazones afligidos y fortalecido sus rodillas debilitadas.

Aunque mi respuesta puede ser decepcionante para estas personas, debo ser honesto. No, no tengo conocimiento de que Nick me envíe ninguna señal. Pero tampoco estoy buscando señales y tampoco las espero ni las quiero. Espero que me permitas explicarte a lo que me refiero.

Entiendo el impulso de buscar una señal y entiendo el consuelo que puede llegar cuando creemos haberla recibido. La muerte y todo lo que hay más allá de esta vida es un gran misterio. Aunque todos vamos por ese camino, ninguno regresa para describirlo, ninguno regresa para asegurarnos que el cielo es real y que las promesas de Dios son verdaderas. Nuestros seres queridos cruzan el río y los perdemos de vista y nuestros corazones arden al saber que han pasado sanos y salvos. Es natural, entonces, esperar algún tipo de información, buscar algún tipo de señal, saber que están bien.

Pero incluso ante la ausencia de una señal, estoy convencido de que Nick está bien. De hecho, estoy convencido de que está mejor que bien, está mejor de lo que nunca ha estado. Aunque la muerte lo ha separado por un tiempo de este mundo, lo ha transportado a la presencia de Dios. En el momento en que se fue de aquí, entró allí. En el instante en que llegó al cielo, todo rastro de pecado y sus efectos fueron borrados, así que ya no peca o ni siquiera quiere hacerlo y ya no sufre ni puede sufrir. Su fe se ha convertido en vista. Él está en el lugar donde todos queremos estar. Y ahora espera la consumación de todas las cosas, la reunión del cuerpo y del alma, la llegada de los nuevos cielos y la nueva tierra.

Nick Challies

Estoy convencido de que Nick está bien, pero no porque de alguna manera me lo haya hecho saber ni tampoco porque me haya enviado una señal. Estoy convencido de todo esto porque la Biblia me lo dice. “Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Heb 11:1). La fe me permite creer incluso cuando no veo, me permite tener confianza en lo que no puedo mirar con mis ojos, oír con mis oídos o tocar con mis manos. Me permite confiar al margen de las señales. Me permite creer que lo que la Biblia dice es seguro, firme y verdadero.

Pero es importante afirmar que tal fe no es un simple deseo sobre una estrella. No es esperar en contra de la esperanza o anhelar en contra de la razón. Tal fe no es irracional o sin raíces. En última instancia, se basa en el evento histórico y real de la resurrección de Jesucristo. Hay una persona que murió y volvió a la vida, hay una persona que estuvo en el cielo y vino a la tierra. Su resurrección son las “primicias”, la evidencia y la garantía de que los que están unidos a Él resucitarán como Él. La fe que garantiza nuestra salvación garantiza nuestra resurrección. La fe que salva nuestras almas del pecado es la fe que alivia nuestras almas en el dolor.

He tenido que preguntar: ¿Qué significaría para mi fe si dudara de las Escrituras, pero creyera en un pájaro? ¿Qué significaría si profesara que Cristo resucitó de entre los muertos, pero luego pusiera mi confianza en el brillo de una estrella o en la presencia de un arco iris? Dios no me da ninguna instrucción de que debo buscar señales y no da ninguna indicación de que Nick tenga la capacidad o el deseo de enviar una. Al contrario, Dios me instruye a mirar a Cristo, mirar a Su resurrección, y creer que “así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida” (1Co 15:22-23).

La familia Challies.

Y luego he tenido que considerar esto: ¿qué pasa con aquellos que no perciben ninguna señal? ¿Deberían asumir que sus seres queridos no están bien? ¿Serán perjudicados por mirar sin ver y anhelar sin recibir? ¿No hay una mejor manera de alentarlos, una mejor esperanza a la cual podamos dirigirlos?

No quiero decir que Dios nunca nos conceda un aliento especial en el camino. Una madre afligida recientemente contó sobre el inicio de un proyecto destinado a honrar la memoria de su hijo y, justo cuando el proyecto se puso en marcha, apareció un arcoíris en el cielo. Ella no cree que su hijo haya enviado un arcoíris, pero también sabe que Dios es amoroso y bondadoso, así que tomó esto como que el Señor dispuso soberanamente las circunstancias para brindarle a su afligida familia algo de aliento. Puedo hablar de las formas en las que Dios dispuso que la providencia nos encontrara de manera significativa en momentos especialmente oscuros (describo al menos uno de estos en Estaciones de aflicción). Pero seguramente estos deben entenderse como Dios expresando su amor y cuidado, no como nuestros seres queridos interviniendo en el mundo. Es la presencia de Dios la que está destinada a consolarnos, no la posible presencia de aquellos a quienes hemos amado y perdido.

Realmente entiendo por qué muchos buscan una señal. Realmente entiendo por qué muchos interpretan las circunstancias de una manera que les brinde ánimo. Pero me gustaría persuadirlos con gentileza para que miren más allá de estas señales y en su lugar miren  a Dios mismo, a Su Palabra, a Su carácter, a Sus promesas, a la resurrección de Su amado Hijo. Allí es donde debemos fundamentar nuestra esperanza. Allí es donde encontraremos nuestra confianza. Allí es donde nuestros corazones finalmente se sentirán más animados.


Publicado originalmente en Challies.

Tim Challies

Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo BLOG ( challies.com ) ha publicado contenido de sana doctrina por más de 7000 días consecutivos. Tim es esposo de Aileen, padre de dos niñas adolescentes y un hijo que espera en el cielo. Adora y sirve como pastor en la Iglesia Grace Fellowship en Toronto, Ontario, donde principalmente trabaja con mentoría y discipulado.

Artículos por categoría

Artículos relacionados

Artículos por autor

Artículos del mismo autor

Artículos recientes

Te recomendamos estos artículos

Siempre en contacto

Recursos en tu correo electrónico

¿Quieres recibir todo el contenido de Volvamos al evangelio en tu correo electrónico y enterarte de los proyectos en los que estamos trabajando?

.