Mi experiencia con el Programa Bíblico Logos se remonta a mediados de los años 90, durante mis días de seminario. Desde ese entonces, hasta el día de hoy, Logos ha sido parte de mi vida y de mi ministerio. En otras dos entregas quisiera hablarles del gran beneficio que constituye este poderoso programa/biblioteca para la vida de los creyentes en general, y para los pastores y líderes en particular. Pero en esta ocasión me gustaría sencillamente presentarles a un buen amigo; un amigo que no sólo me imparte conocimiento, sino que también me ayuda a solucionar problemas.
Los libros de nuestras bibliotecas han sido identificados como compañeros. Algunos autores, aunque ya no están con nosotros, todavía nos enseñan y nos aconsejan. El hecho es que, vivos o no, podemos acudir a ellos en cualquier momento y encontrar respuestas a nuestras interrogantes. Siendo esto así, podemos afirmar con toda propiedad que Logos es un amigo muy especial. Es más que un libro; es una biblioteca. Es más que una biblioteca, es como contar con un bibliotecario personal para guiarnos en nuestro estudio de las Sagradas Escrituras.
¿Qué deseas estudiar? ¿Qué texto de las Escrituras quisieras escudriñar? ¿Hay un tema en el cual necesitas profundizar? Puedes contar con Logos. Aunque las versiones originales del programa fueron en inglés, pronto pusieron a disposición del pueblo de habla hispana algunas versiones de la Biblia en español. Pero desde hace ya más de quince años la compañía cuenta con un departamento hispano y está produciendo contenido con el mundo hispano-parlante en mente.
Componentes generales
Podemos decir que el Programa Bíblico Logos consta de dos grandes componentes principales: por un lado están las bibliotecas, y por el otro sus funcionalidades.
Bibliotecas
En primer lugar, hablemos de los libros. Todos sabemos que los libros electrónicos llegaron para quedarse. Son versátiles y económicos. Personalmente creo que debemos aprender a convivir con ambos mundos: el de los libros físicos y el de los libros digitales. Podemos tener nuestras preferencias por los libros de tapa dura o de bolsillo, pero también debemos reconocer que los libros electrónicos tienen sus ventajas. ¿Alguna vez has tenido que mudar una biblioteca? Puede ser una tarea muy complicada y pesada, especialmente si te mudas a otro país. Con Logos es tan sencillo como llevar con nosotros nuestra laptop, tableta o teléfono. Vivo en la República Dominicana. Comprar y traer libros puede resultar muy costoso —siempre debo revisar el peso y la cantidad de páginas. Pero si viajo a otro país para dar una conferencia o predicar en una iglesia hermana, puedo cargar con toda una biblioteca de apoyo, pues Logos va conmigo.
Inicialmente Logos ofrece una amplia gama de bibliotecas que se adaptan no sólo a los propósitos para los cuales usarás el programa, sino también a tu bolsillo. Y con las actualizaciones, verás crecer tus bibliotecas. Puedes añadir grandes colecciones o volúmenes individuales. Aquellos que pueden leer tanto en inglés como en español, cuentan con lo mejor de ambos mundos, porque el usuario puede añadir libros en ambos idiomas al repertorio que ya posee.
¿Prefieres no leer con un computador? Pues bien, Logos también ha pensado en esto, pues ha provisto de aplicaciones que podemos utilizar en nuestras tabletas o teléfonos inteligentes. Podrás resaltar tus libros prácticamente como lo haces con uno físico. Con tan sólo un movimiento de tu dedo puedes ver otro libro, comparar versiones bíblicas, buscar una palabra en toda la Biblia, y muchas otras cosas más. Podrás incluso generar planes de lectura para la Biblia o para los libros de tu biblioteca, asegurándote así de mantener el ritmo de lectura que te has propuesto.
Funcionalidades
En segundo lugar, respondamos la pregunta: ¿Qué puede hacer el programa? Por razones de espacio tenemos que ser selectivos. Logos 9, que es la última versión, puede realizar muchas cosas. Pero antes de mencionar algunas de ellas, permíteme aclarar algo muy importante.
Imagínate que los libros de tu biblioteca física estuvieran todos interconectados unos con otros. Es decir, que con solo tocar una palabra de tu Biblia, inmediatamente pudieras tener acceso a diccionarios y enciclopedias y a todo lo que tienen que decir sobre ese vocablo; que automáticamente se abrieran concordancias y léxicos. Con Logos esto es una realidad. Podemos hacer que todos nuestros comentarios bíblicos se abran en determinado pasaje de las Escrituras, o que al investigar un tema tengamos al alcance de la mano ilustraciones y ejemplos que arrojen luz sobre nuestro estudio… todo a un clic de distancia.
Pero Logos ofrece mucho más. Puedes escribir los resultados de tus estudios sin tener que salir de Logos. Cuentas además con guías de estudio que te conducen paso a paso en el camino, ya sea que estás estudiando una sección, una palabra o un tema de las Escrituras. Si debemos escudriñar la Palabra como a un tesoro, Logos viene a ser una herramienta ideal para el minero de Dios.
Por todo esto, Logos ha sido un compañero inseparable desde hace ya muchos años. Y sin embargo, el compromiso de la compañía matriz, Faithlife, nunca se ha detenido, buscando incansablemente cómo mejorar el programa. En ese sentido, sé que si el Señor no viene antes, la versión 9 no será la última. Mientras tanto, aprovecha la amistad de este programa bíblico, porque sin duda te ayudará a conocer más las Escrituras, y por ende a conocer mejor a nuestro Dios. En nuestra próxima entrega hablaremos más acerca de esto.