Vivimos en una comunidad que ha sido fuertemente influenciada y dañada por las drogas. La mayoría de las personas con las que trabajamos tienen una dieta constante en sus sistemas de medicamentos prescritos por médicos, así como también sin receta médica (los que consiguen en la calle). Muchos han crecido en este ambiente y otros vienen de una familia de traficantes. ¡Es el negocio familiar! Hemos visto a un número considerable de adictos atraídos a Cristo en los últimos años. Hemos visto que algunos no solo hacen profesiones de fe, sino que crecen y producen fruto continuo que es consecuente con un arrepentimiento genuino. La verdad honesta, sin embargo, es que éstas han sido excepciones más que la regla. Hemos tenido algunas experiencias dolorosas en los últimos años y éstas nos han enseñado lecciones valiosas en nuestro ministerio.
1. Espera una decepción
Jesús nos advirtió en la parábola del sembrador que debemos esperar el fracaso; y está bien. No es nuestra culpa si la gente decide dar la espalda a la verdad del evangelio. El ministerio en las zonas marginales puede ser desgarrador y necesitamos ser fuertes como el acero para hacer frente a esa realidad. La ingenuidad de algunos cristianos al entrar en este tipo de ministerio nunca deja de sorprenderme. La clave es no dejar que tu realismo se degrade a una dureza de corazón y amargura. Por otro lado, no dejes que tus nociones románticas del ministerio entre los pobres te hagan ingenuo y quedes vulnerable a ser utilizado y manipulado.
2. Deja tu complejo de salvador en la puerta
No somos los salvadores personales de la gente. No tenemos el poder de cambiar un corazón, por muy bien intencionados que seamos. No tenemos una varita mágica. Si entramos con un complejo salvador y pensamos que podemos arreglarle la vida a todo el mundo, entonces terminaremos aplastados cuando la gente nos decepcione. Y lo harán; constantemente. La Biblia nos advierte que no pongamos nuestra confianza en los príncipes y los hombres y que sin duda no debemos atribuirnos a nosotros mismos la recuperación de otra persona. Esto conlleva angustia, fracaso y ruina espiritual.
3. Recuérdate a ti mismo que solo el evangelio tiene el poder de transformar verdaderamente una vida
Es solo cuando la gente es transformada de adentro hacia afuera, que comenzamos a ver el crecimiento y el fruto a largo plazo en sus vidas. Simplemente sigue sembrando esa semilla, a veces brotará rápidamente y a veces será dolorosamente lento. Pero debemos confiar en que el Señor producirá Su cosecha en Su tiempo. No solo tenemos que recordarnos esta verdad a nosotros mismos, sino que tenemos que señalarle constantemente a la gente esta verdad una y otra vez. Los adictos se aferran a las personas muy rápidamente. Quieren que les resuelvan cada problema. Esto es aún peor en una cultura donde el sistema de beneficios los ha paralizado y los ha dejado sin ninguna motivación. Estaremos tentados a establecer reglas y metas, pero debemos recordarles que su esperanza está en la reconciliación con Dios a través de la fe genuina en Cristo y el arrepentimiento de sus pecados.
4. Conduce a los nuevos creyentes hacia la independencia lo más rápidamente posible
Tenemos la tendencia a sobreproteger a los nuevos creyentes que vienen con antecedentes difíciles. Ofrecemos excusas sobre ellos y su comportamiento. Podemos sentirnos culpables debido a sus (a menudo) antecedentes traumáticos. Debes batallar contra el impulso de dejar que se aferren a ti. Ese tipo de influencia y control sobre otro puede ser muy seductor. Queremos resolver cada problema y correr al rescate de ellos durante cada crisis. ¡Lucha contra esta tentación! Nuestro discipulado debe capacitarlos, facultarlos y prepararlos para que puedan servir; no debe mantenerlos dependientes de nosotros y de nuestra caridad durante mucho tiempo.
5. Enseña y modela el arrepentimiento
¡Estamos constantemente luchando para poder amar a las personas que siempre parecen tener la intención de querer presionar el botón de autodestrucción sin razón alguna! Pueden estar haciendo las cosas muy bien por meses, años incluso, y entonces de la nada se van con alguien a quién siempre han apreciado o son arrestados o se meten en algún lío. Sigue orando por tu corazón durante este tiempo. Sigue orando por sus almas durante este tiempo. Sabemos de quiénes son los de Cristo porque son como un boomerang. Siempre terminan en la iglesia porque el Espíritu Santo no les deja descansar en su pecado. Debemos enseñar a nuestros nuevos creyentes que van a cometer errores (todos lo hacemos) y cuando lo hagan necesitarán correr inmediatamente a la gracia que se encuentra en Jesucristo. Debemos enseñarles a no ocultar su pecado bajo obras religiosas o un lenguaje espiritual, sino más bien admitir el pecado regularmente y apreciar la gracia de Dios aún más. El arrepentimiento debe ser parte de la vida y experiencia cristiana como cualquier otra cosa.
6. Ora por discernimiento
En palabras del Dr. House, «Todo el mundo miente». Tenemos que estar en guardia para esto. Los drogadictos y, en gran medida, los alcohólicos (que, en mi experiencia, son los peores manipuladores) son mentirosos y manipuladores incorregibles. Huelen la sangre crédula fresca (cristiana) a kilómetros de distancia. Aquellos que han sido adictos a las drogas durante mucho tiempo tendrán un patrón definido para mentir, engañar y manipular. Ellos te mirarán directamente a la cara y te dirán algo que será una completa y absoluta mentira. Son maestros en ello. El discernimiento nos ayudará a escoger las verdades de entre las mentiras que nos dirán para poder salirse con la suya. Esto también llegará a ser parte en el discipulado. Tenemos que desafiar el comportamiento mentiroso desde temprano y con consistencia, incluso cuando nieguen que lo están haciendo (que es lo que siempre harán). Necesitamos enseñarles que las mentiras (incluso las pequeñas) son del diablo porque él es el padre de la mentira. Nuevamente, necesitamos señalarles a Cristo y orar para que Dios desarraigue sus mentiras.
7. Persevera
Tenemos que ser pacientes con los que estamos discipulando y recordar que es un proceso a largo plazo. Sigue adelante. Mientras estemos proclamando la verdad del evangelio es entonces que estamos haciendo nuestro trabajo. Guarda tu corazón y sigue adelante.
Una publicación del ministerio 20Schemes.com | Traducido con permiso por Ricardo Daglio La misión de 20Schemes es ayudar a construir iglesias sanas y centradas en el evangelio para las comunidades marginadas de Escocia (llamadas “schemes” en inglés).