¿Cómo tratar con la adicción de un hijo? 

Sus hijos solían ir y hacer un banquete en la casa de cada uno por turno, e invitaban a sus tres hermanas para que comieran y bebieran con ellos. Y sucedía que cuando los días del banquete habían pasado, Job enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque Job decía: Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones. Así hacía Job siempre. Y he aquí, vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y esta cayó sobre los jóvenes y murieron; solo yo escapé para contártelo” (Job 1:4-5,19). 

Lidiando con el temor, control y protección como padre 

Tienes un hijo o hija y el mundo se te ilumina, es lo más precioso y grandioso que has visto, es creación de Dios, tienes planes para él o ella, les deseas lo mejor. Quieres que sea un ciudadano respetuoso, diligente, responsable, buen estudiante, buen hijo, simpático, cariñoso, amable, amistoso, trabajador, que se case con una buena mujer, te abra la puerta del coche, y te envié mensajes y que sirva al Señor en algún ministerio.    Quieres inculcarle valores, y que vaya a las mejores escuelas, cristianas, que cuando se case, busque una chica linda y piadosa, temerosa de Dios, que ame a Dios y asista a los cultos. Pero de repente se te derrumba el mundo. ¡Los hijos no son tuyos, son prestados! Y un día descubres que tu hija o tu hijo anda en malas compañías.   Dios es quien gobierna, Él es Soberano. Tu hijo le pertenece, tu niño o niña, está escuchando cierta clase de música, está visitando lugares como bares o discotecas, hasta has descubierto que fuma yerba y puede ser que ya no quieras seguir pensando en qué más. Tal vez duerme con su novia o quizás, tiene atracción por el mismo sexo; quizás esta viendo pornografía. ¿Cuándo sucedió? -te preguntas- si siempre lo tuve delante de mis ojos, siempre lo cuidé, lo llevé, hicimos devocionales, oramos.   

¿Qué puedo hacer? 

Estudia, aprende, investiga acerca del abuso de sustancias.  

¿Qué es? ¿Cuáles clases hay? ¿Cómo reconocer síntomas de que mi hijo está usando drogas? Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación y embriaguez, y con las preocupaciones de la vida” (Lc. 21:34). 

Debemos velar, vigilar o supervisar, entender qué pasa en la vida de nuestro hijo. Es recomendable conocer a sus amigos, estudiar sus gustos, sus tentaciones, flaquezas y debilidades y entonces orar por ellas, por sus amigos, por su mentores o consejeros.   Muchas veces vendrán amigos y por la presión de estos, serán tentados a probar a abandonar lo que los padres con tanto sacrificio hemos sembrado. En otras ocasiones será la influencia de las redes, los medios, el marketing. Hay hijos con un corazón inclinado hacia Dios y otros con un corazón inclinado al mundo y sus deseos y pasiones.   No toda la culpa y causa es por presión de amigos. Recordemos que tenemos un corazón inclinado totalmente hacia el mal, depravado. La inclinación de tu hijo está dentro de él, viene de su corazón. Él quiso, él probó, él tiene una voluntad y deseo, nadie lo forzó. ¿De dónde nacen las pasiones?  no es de nuestros miembros, sino de nuestro corazón.  

Consecuencias futuras de la adicción 

“¿De quién son los ayes? ¿De quién las tristezas, EL DOLOR, LAS RENCILLAS? ¿De quién las contiendas? ¿De quién las quejas? ¿De quién las heridas sin causa, de VALDE? ¿De quién los ojos enrojecidos, LO AMORATADO DE LOS OJOS? De los que se demoran DETIENEN mucho con el vino, de los que van en busca de vinos mezclados” (Pr. 23:29-30)  

La adicción y drogadicción de mi  hijo está destruyendo mi vida  

Hay pecados nuestros que alcanzan a nuestros hijo, pero no siempre es nuestra toda la culpa, hay padres creyentes con hijos incrédulos y padres incrédulos con hijos piadosos. Cristo llevó este pecado de las drogas y adicción sobre sus hombros en la cruz.    Puedes orar: “Señor, protege a mi hijo de esas consecuencias, guárdale, líbrale, obstruye su camino de pecado, usa tratados, personas, películas, música, Señor que tu gracia le alcance. Llámale con cuerdas de amor, no con cuerdas de dolor. Hazle entender el fin de los que te olvidan, hazle conocer sus días, llénale de discernimiento, dale una visión, responsabilidad y diligencia, en Cristo Jesús, amén”.   

Solo Dios libera 

“para decir a los presos: «Salid»; a los que están en tinieblas: «Mostraos».  Por los caminos pacerán, y en todas las alturas desoladas tendrán sus pastos” (Is. 49:9). 

Además de clamar y gemir,  no menospreciamos los centros de desintoxicación, los tratamientos, los métodos pueden ayudar, las reuniones de apoyo,  los medicamentos, los lugares de internamiento. Procuremos ayuda, es sabio buscar un médico, consejería. Amemos el alma de nuestro hijo.     Señor, llevo a mi hijo a buscar ayuda, pero mi socorro no viene de los montes, mi socorro viene de Jehová que hizo y creó a mi hijo, quien tiene todos sus cabellos contados. Tú tienes la última palabra para levantar del sepulcro. Que sea libre del abuso sustancias y evite las amistades que contribuyan a esas cosas.   

Influencia de otros 

No todo es su culpa, aunque es por su propio corazón. Pide que el quiera ser libre, abra sus ojos y vea las consecuencias de sus acciones. 

“Porque el tiempo ya pasado no es suficiente para haber hecho lo que agrada a los gentiles, habiendo andado en sensualidad, lujurias, borracheras, orgías, embriagueces y abominables idolatrías” (1Pe. 4:3). 

Deseo de saborear algo mejor 

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados. Que quiera comer y beber tus palabras como el rey Josías, cambia su apetito: como tus palabras, que pueda gustar y ver que tu eres bueno” (Mt. 5:6).    

Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu” (Ef. 5:18). 

Promesas de Dios 

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad” (2Cor. 3:17). 

Ayúdale Señor, él es prisionero, tú viniste a dar libertad a los cautivos y liberar, dale las buenas nuevas de salvación.    

“El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque me ha ungido el Señor para TRAER buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los CAUTIVOS y liberación a los prisioneros” (Is. 61:1 énfasis agregado). 

El pecado es veneno con cubierta de caramelo, esclaviza, es dulce pero su fin es amargo. Incapacita.   Ora que alcance la libertad gloriosa de los hijos de Dios (Rom. 8:21)   Ora porque el Señor es poderoso para cuidar y guardar a tu hijo sin recaídas (Jud. 1:24).  Ora, con esperanza de rescate y salvación (Sal.4:7).  “Señor, si quieres lo puedes volver limpio como dijiste a los leprosos: sé limpio de pies a cabeza. Hazlo un trofeo de tu gracia, un ejemplo vivo de tu poder, testimonio de tu bondad y fidelidad”. 

Mientras esperas el milagro del poder de Dios 

  • Ayúdalo sin garantía de que obtendrás lo que anhelas. Imita a Dios recíbelo, cocínale, lava su ropa, tiende su cama.  
  • Detente, escucharle, habla con él, tócale, abrázale, ora sobre él imponiendo manos. 
  • Hazle preguntas profundas, no tengas miedo o temor a escucharlo.  
  • Envíale textos bíblicos, versículos, mensajes de textos. 
  • Llévalo por ayuda, a consejería, con un líder de jóvenes o un pastor y costea si es posible su rehabilitación.  
  • Pero sobre todo mi hermana, no pierdas la fe ni la esperanza.

Vilma Mata de Méndez

Vilma Mata de Méndez, es consejera Biblica, entrenada por Faith Biblical Counseling y maestra de Estudios Bíblicos. Tiene un certificado Estudio de mujeres de AACC. La salvó el Señor en sus años de universidad cuando estudiaba Arquitectura. Está casada hace 32 años con el pastor Luis Méndez, tienen tres hijos, dos casadas. Sirvieron 11 años en Minneapolis, Minnesota bajo el ministerio del pastor John Piper, donde tomó clases de Fundamentos de Teología. Hoy día sirven en el Ministerio JUNTOS y Unidos, @juntosyunidos donde entrenan a parejas por medio de vídeos, y a consejeros bíblicos. Son miembros de la Iglesia Bautista Internacional. Sirven a los jugadores de béisbol y a sus esposas en MLB en Arizona, lugar donde residen.

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