“Que buen trabajo… buen sermón… realmente me habló”. La lista de frases que un pastor suele escuchar de los miembros de la iglesia cuando estos salen de la iglesia continúa. Inevitablemente, sea que el sermón haya sido bueno o no, estos rápidos comentarios nos serán dichos con varios niveles de sinceridad y es importante que sepamos responder de una forma que honre a Dios. Aquí tenemos 4 sugerencias: Diga “gracias” Es triste cuando un pastor intenta vestirse de falsa humildad o bien para esconder sus inseguridades o inhabilidad para responder a una palabra de animo. Lo que normalmente vemos en la respuesta de un pastor ante un comentario amable es esto: “Oh… no fue un buen sermón. Me perdí aquí, confundí allá”. Solo para, y dí “gracias por tus amables palabras”. Se agradecido por el estímulo Mas allá del comentario, si fue para animarte, agradece por sus palabras amables. Se agradecido por muy pequeño que sea, simple o poco profundo, alguien tomo tiempo para compartir sus pensamientos contigo. Se agradecido y recíbelo de esa forma. Se humilde porque el Señor quiso usarte Que mas debería humillarnos que un oyente tome tiempo para darnos palabras de aliento sobre un sermón, es el hecho de que Dios escoge usar vasos rotos como nosotros semana tras semana, domingo tras domingo para alimentar al pueblo de Dios con la Palabra de Dios. Debería sorprendernos cada palabra de amable dicha a nosotros. Cuando deja de sorprendernos comienza a aburrirnos. Dale toda la gloria a Dios La gran tentación cuando recibimos un cumplido sobre un sermón es pensar que el fruto de nuestra labor en ultima instancia es sobre nosotros y por nosotros. Cuando recibimos una palabra de animo sobre un sermón, asegúrate de que Dios reciba la gloria y el crédito. No de forma superficial, sino con sinceridad. Puedes dar la gloria a Dios con tus labios en respuesta, pero por dentro ser comido de orgullo. Respuestas sugeridas A la luz de estas sugerencias, aquí hay algunas respuestas que pienso que son apropiadas para responder ante una palabra de animo dada a nosotros luego de un sermón.
- “Gracias por tus palabras amables, ¿no es buena la forma en que Dios habla a cada uno de nosotros?”
- “Gracias por tu animo, estoy agradecido a Dios de que haya usado Su Palabra en ese sentido”.
- “Estoy agradecido de que hayas tomado tiempo para compartir como Dios ha usado Su Palabra en ti. Este pasaje tuvo un efecto similar en mi. Dios es tan gracioso”.
Pastores, reciban las palabras amables que les ofrecen. Sean animados por ellas. Serán de ayuda cuando estén pasando por momentos de desanimo que usualmente llegan los lunes. Y permanezcan humildes, porque en 6 días tendrán que hacerlo todo de nuevo.