Hace un tiempo hable con un pastor amigo mío cuyas dificultades pastorales se habían extendido a su familia. Muchas veces esto es inevitable, pero cuando sus hijos comienzan a preguntar “Papi, ¿porque nuestra iglesia nos odia?” pasa a un nivel de preocupación más alto. ¿Qué hace un pastor? Tengo muchas ideas, pero voy a comenzar con esta: Ayude a sus hijos a que vean cuán importante es su trabajo para Dios. Dios dijo a través del apóstol Pablo que la obra del pastor es una buena obra (1 Tim. 3:1). Es un trabajo que nos mantiene en el borde de la vida y la muerte, lo temporal y lo eterno de manera constante. El pastor dirige los medios centrales (la iglesia local) lo cual Dios elige para introducir Su reino venidero en el mundo. El trabajo del pastor es un trabajo importante, como ningún otro trabajo en este mundo. Los pastores deben darse cuenta de esto ellos mismos, recordarlo en medio de las dificultades, y luego enseñarlo a sus hijos. Incluso si eso implica sufrir en las manos de aquellos por quienes te preocupas. El pastor necesita ayudar a sus hijos a darse cuenta de que cuando su papa está trabajando (y lejos en muchas ocasiones), no está haciendo tonterías. Él no está matando el tiempo ni deseando irse lejos de ellos. Cuando papá esta fuera, él está haciendo un buen y único trabajo para construir el reino que sirve a Cristo en una forma especial. Pastores, enseñen a sus hijos cuán importante es su trabajo para Dios, cuán esencial es para el cuidado del pueblo de Dios, y que vale la pena sufrir por ello. La pregunta es: ¿tu pastor, crees eso, especialmente cuando nuestras familias están sufriendo por ello?