¡Ánimo para las líderes de grupos pequeños!

El liderazgo en grupos pequeños es un privilegio y una responsabilidad. Aunque puede ser desafiante, Dios fortalece y capacita a quienes Él llama. Su obra en cada líder tiene un impacto eterno.
Foto: Lightstock

A lo largo de los años, he tenido el privilegio de ser parte de la iglesia local en diferentes países, donde el Señor, en Su soberanía, ha decidido enviarnos. Durante este tiempo, he podido integrarme en grupos pequeños, servir como líder y enseñar a otras mujeres a liderar. Cada una de estas experiencias ha sido una valiosa parte de mi discipulado y una oportunidad para ver la obra de Dios en Su pueblo.

Sé que, en ocasiones, podemos desanimarnos en esta hermosa encomienda a la que el Señor nos ha llamado. Sin embargo, quiero compartir contigo algunas lecciones que me han fortalecido y motivado a seguir adelante. Como dice la Escritura:

Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano (1Co 15:58).

Que esta promesa nos recuerde que nuestro servicio, aunque a veces pase desapercibido o sea desafiante, tiene valor eterno. Dios es fiel para fortalecer nuestras manos y renovar nuestro ánimo si acudimos a Él en humildad.

Servir como líder de un grupo pequeño es un privilegio y una gran responsabilidad. Eres una pieza clave en tu iglesia en el cuerpo de Cristo, guiando, animando y edificando a otros en su caminar con el Señor. Sin embargo, sabemos que esta tarea también puede ser desafiante, agotadora y, a veces, solitaria. Hoy quiero animarte con la Palabra de Dios y recordarte cuán valiosa es tu labor.

Servir como líder de un grupo pequeño es un privilegio y una gran responsabilidad. / Foto Lightstock

1. Cuida tu relación con Dios

Antes de cuidar y alimentar espiritualmente a tu grupo, es esencial que cuides tu propia relación con el Señor. Dedica tiempo a la oración, la meditación de las Escrituras y la adoración. De esa comunión diaria con Cristo fluirá la sabiduría y el amor que necesitas para guiar a otros.

Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en Mí (Jn 15:4).

2. Dios te capacita

No estás sola en esta tarea. Dios mismo te ha llamado a liderar y te dará la sabiduría, paciencia y amor que necesitas. Cuando sientas que no tienes las palabras correctas o las fuerzas para continuar, clama a Él. Su gracia es suficiente (2Co 12:9).

Fiel es Aquel que los llama, el cual también lo hará (1Ts 5:24).

Dios mismo te ha llamado a liderar y te dará la sabiduría, paciencia y amor que necesitas. / Foto: Lightstock

3.  Confía en el poder de la Palabra

No subestimes el poder transformador de la Palabra de Dios. Aunque los estudios o las conversaciones parezcan simples, la Palabra tiene el poder de penetrar corazones y restaurar. Confía en ella y permite que sea el centro de tus reuniones.

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos (Heb 4:12).

Como líder de grupo pequeño, no subestimes el poder transformador de la Palabra de Dios. / Foto: Lightstock

4. Tu labor no es en vano

Tal vez no siempre veas frutos inmediatos en tu grupo pequeño. Puede que haya reuniones en las que sientas que nadie está creciendo o que los problemas parecen abrumar el tiempo de edificación. Pero recuerda que el Señor ve tu esfuerzo y está obrando en los corazones, incluso cuando no lo notes. Sé constante, confiando en que Dios usa tu servicio para Su gloria.

Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano (1Co 15:58).

5. No temas pedir ayuda

A veces, como líderes, creemos que debemos tener todas las respuestas o manejar cada situación solos. Pero el cuerpo de Cristo está para apoyarte. Busca consejo de otros líderes, pastores o mentores. Comparte tus cargas en oración con personas de confianza. Proverbios 11:14: “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad”.

A veces, como líderes, creemos que debemos tener todas las respuestas o manejar cada situación solos. Pero el cuerpo de Cristo está para apoyarte. / Foto: Lightstock

6. Recuerda la recompensa eterna

Tu servicio como líder de un grupo pequeño tiene un impacto eterno. Aunque las recompensas terrenales sean pocas o inexistentes, recuerda que el Señor te ha preparado una corona de gloria. Tu fidelidad será recompensada.

Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, ustedes recibirán la corona inmarcesible de gloria (1P 5:4).

Tu servicio como líder de un grupo pequeño tiene un impacto eterno. / Foto: Unsplash

7. No descuides la preparación teológica

La exhortación de Pablo a Timoteo en 2 Timoteo 2:15 tiene una aplicación práctica para todos los cristianos: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad”. Este llamado nos recuerda que la vida cristiana no es estática, sino una búsqueda constante de conocimiento y comprensión de la Palabra de Dios.

Es fácil caer en el error de interpretar las Escrituras según nuestras ideas preconcebidas o emociones del momento. Sin embargo, Dios ha provisto maestros y recursos para guiarnos hacia una interpretación fiel y responsable. Por eso, es crucial estudiar con humildad, utilizando herramientas teológicas y una hermenéutica sana que honre el mensaje original del texto bíblico.

Mi consejo es que cultives un corazón enseñable  y nunca dejes de aprender. La preparación teológica no es solo para líderes o pastores, sino para cada creyente que desea manejar correctamente la verdad divina y vivir en conformidad con ella.

Conclusión

Querida líder, no permitas que el cansancio o las dificultades te desanimen. El Señor te ha llamado a esta tarea, y Su Espíritu está contigo en cada reunión, cada oración y cada conversación. Sigue adelante, confiando en que Dios completará la obra que ha comenzado en ti y en aquellos a quienes guías.

Te animo a que hoy mismo tomes un momento para orar, entregando tus cargas al Señor y pidiéndole nuevas fuerzas. ¡Gracias por tu servicio fiel en el reino de Dios!

Lily Llambés

Liliana Llambés es colombiana y sirve como misionera de IMB en Panamá. Su pasión es proclamar el mensaje de salvación y hacer discípulos con el fundamento bíblico de la Palabra de Dios. Es la autora de «7 disciplinas espirituales para la mujer» y conferencista internacional. Tiene una Maestría en Estudios Teológicos del Southern Baptist Theological Seminary, y está cursando una Maestría en Divinidades con énfasis en Consejería Bíblica. Está casada con el pastor y misionero Carlos Llambés, con quien tiene 4 hijos y 9 nietos. Puedes encontrarla en Facebook, Twitter e Instagram. @lilyllambes

Artículos por categoría

Artículos relacionados

Artículos por autor

Artículos del mismo autor

Artículos recientes

Te recomendamos estos artículos

Siempre en contacto

Recursos en tu correo electrónico

¿Quieres recibir todo el contenido de Volvamos al evangelio en tu correo electrónico y enterarte de los proyectos en los que estamos trabajando?

.