Jesús digo:[Yo] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Con mucha frecuencia, en los títulos de las iglesias a las que pertenecemos -“esta iglesia” oaquella iglesia”- se encuentran los nombres de sus denominaciones. En verdad, deberíamos decir que la iglesia en los Estados Unidos son todas las iglesias que creen en la Biblia y que llevan las marcas de ella. Esta es la iglesia en los Estados Unidos. La base de todo eso es la Gran Comisión y muchos otros pasajes que nos dicen, como Hechos 2:42 y en otros lugares, cuáles son los elementos principales que hacen que una iglesia sea una iglesia. Todo se resume en esto: la Palabra es proclamada con fidelidad y precisión, los sacramentos son administrados apropiadamente el bautismo y la Cena del Señor son administrados conforme a lo que Cristo instituyó, sin idolatría, sin superstición, sin sacrilegios blasfemos asociados a ellos— y donde se hacen discípulos. La iglesia cuida de los suyos, tanto en cuerpo como en alma; es por ello que hay ancianos y diáconos. Tú sabes que hay una iglesia especialmente donde se predica el evangelio. Pueden haber otras cosas que son las marcas de una iglesia saludable, pero si no las tiene, entonces no es una iglesia. Se trata de un club o de alguna otra cosa.   Las denominaciones por sí solas no son la iglesia. Pero allí está el punto, pues ves claramente en el Nuevo Testamento un énfasis en que las iglesias se conecten entre sí. Hay personas que creen que las Escrituras enseñan que hay diferentes formas de gobierno, y otras personas creen que no existe ninguna forma de gobierno, que no hay ninguna diferencia. Pero claramente, hay un sentido de que todas las iglesias locales se conectan entre sí. Las iglesias no deben ser “llaneros solitarios” que andan por ahí. Ninguna iglesia es una isla.  Las iglesias deben conectarse entre sí como cuerpo de Cristo. Las denominaciones ayudan en este propósito. Sé que con frecuencia pensamos que las denominaciones dividen la iglesia, deshaciéndola para convertirla en vainilla, frutilla, cereza y así, sucesivamente, en diferentes sabores. Eso es verdad, pero es mejor que no tener ningún grupo de iglesias conectadas entre sí. En verdad, creo que las denominaciones no son lo ideal. Lo que sería ideal es que todas las iglesias particulares esparcidas en todo el mundo estuvieran unidas simplemente bajo una sola bandera organizativa e institucional, la de Jesucristo.  

Unidad en la iglesia

Cuando hablamos de la unidad de la iglesia, lo primero que necesitamos decir acerca del tema es que el cuerpo de Cristo es uno, objetivamente. ¿Cómo lo sabemos? Efesios 1:4 nos dice, por ejemplo, que en amor, Él nos predestinó para ser adoptados como Sus hijos y nos escogió en Él en Cristo antes de la fundación del mundo. Luego, redimió a Su iglesia. Luego, envió a Su Espíritu Santo para unir a quienes son pecadores, tanto judíos como gentiles, a Cristo quien es la cabeza y al Espíritu Santo que es nuestra fianza, la que nos garantiza nuestra redención final. Estamos unidos como un solo cuerpo porque estamos conectados a una cabeza, Jesucristo. Él es la cabeza y nosotros Sus miembros; Él es la vid y nosotros Sus ramas. Es muy importante que empecemos por ahí: la iglesia es una.  La iglesia que será presentada en el último día cuando Cristo vuelva no será una congregación mixta, pues no estará conformada por creyentes e incrédulos. No habrá hipócritas, no habrá personas que tienen el nombre de cristianas pero que en verdad no confían en Jesucristo. Será una iglesia perfecta, una iglesia santa, el número total de los que Dios le dio a Cristo antes de la fundación del mundo. Ahora bien, vemos a la iglesia visible y parece un caos. Bueno, así era Israel. Quiero decir, mira toda la historia de Israel. Era un caos enorme, y con todo, Dios siempre preservó a un remanente. Dios siempre mantuvo Su fidelidad a pesar de la infidelidad de Israel. En la actualidad Él hace lo mismo. Jesús dijo: [Yo] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. Cuando vemos Su oración en Juan 17, tenemos que decir que la oración de Jesús fue contestada.  Cuando Él ora que sus discípulos sean uno, así como Él y el Padre son uno, y que eso será un gran testimonio al mundo, esto ya ha sido cumplido. Jesús sigue orando por eso a la diestra del Padre, eso se cumplirá más y más en la vida de la iglesia. Entonces, ¿por qué hay tantas denominaciones con tantas divisiones? Al fin de cuentas, tenemos que decir, “Gracias al Señor que ya ha cumplido con este objetivo, la unidad de Su iglesia, a pesar del hecho que no la hemos promovido en la medida que deberíamos«. 

El vínculo de la unidad

En Efesios 4, Pablo exhorta a los efesios a preservar el vínculo de la unidad. ¿Y cómo lo hacen? Dice:reconociendo que el vínculo de la unidad es un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Si alguien no concuerda con que hay un solo Señor, por creer en otros salvadores u otros errores o herejías graves con respecto a Jesús, no es parte de la unidad de la iglesia. Si alguien enseña otra fe, el evangelio básico que las Escrituras proclaman, el cual está resumido en los credos y como Pablo le dice a los gálatas, entonces, sea anatema. Si alguien enseña otro bautismo que es distinto del que Cristo instituyó como el lavamiento de la unión con Él y con el prójimo, está quebrantando la paz, no pertenece a la comunidad de Cristo. Pero salvo esas faltas decisivas, debemos trabajar arduamente como Pablo dijo, para preservar el vínculo de la comunión con las iglesias con las que no estamos necesariamente de acuerdo. Pero es difícil. A veces nos resulta muy difícil. Pero aquí está el punto: no estamos igualmente en lo correcto en todo. Debemos sostener, con la misma confianza, perspectivas en particular en cuanto al fin de los tiempos, por ejemplo, o las que tenemos en cuanto a la deidad de Cristo.  Tenemos la unidad del cuerpo de Cristo, que es objetiva y verdadera, y también tenemos la unidad visible del cuerpo de Cristo que está plagada de toda clase de divisiones y escándalos. La oración de Jesús no quedará sin responder, pues ya ha sido, es y será contestada por el Padre cuando la iglesia, que es una, objetivamente, será revelada de manera visible según el propósito eterno de Dios como una en el mundo. Nunca me olvido de cómo me animaba mi madre. Mientras crecíamos, ella nos decía a mis hermanos y a mí: «Tienen que llevarse bien entre ustedes porque son familia«.  Nuestra unidad no es algo que nosotros creamos aquí en la tierra. La unidad no es algo que nosotros creamos desde los cimientos, sino que es algo con lo que Dios ya nos ha bendecido por medio del bautismo y la fe en Jesucristo. Dado a que esto es una realidad, estamos unidos a Cristo o unidos a Su cuerpo y debemos llevarnos bien con nuestros hermanos, debemos amarnos unos a otros y mostrarnos solidaridad unos a otros.   Adaptado de las respuestas dadas en los Episodios 171 y 180 del programa de radio de Core Christianity.  

Michael Horton

Es el Profesor de Teología Sistemática y Apologética en el Seminary Westminster en California, Estados Unidos. Es autor de varios libros y anfitrión de un programa radial y un programa de preguntas y respuestas que se transmite en todo los Estados Unidos. Él vive con su esposa Lisa y cuatro hijos en Escondido, California.

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