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PRESENTADOR:
Recientemente hemos recibido muchas preguntas importantes sobre 1 Tesalonicenses 4:16-17, el texto sobre el arrebatamiento. A continuación, tenemos una pregunta de Jonathan, que nos escucha desde Nueva Jersey. “¡Hola, pastor John! Es muy común escuchar a los cristianos decir de alguien que ha muerto: ‘Ahora están con Jesús’. Pero en 1 Tesalonicenses 4:16-17, parece que Pablo está diciendo que los cristianos que han muerto se reunirán con Jesús en la segunda venida. ¿Los cristianos vamos a estar con el Señor cuando morimos, o nos reuniremos con Él cuando regrese a la tierra? Creo que lo que estoy preguntando es lo siguiente: cuando un cristiano muere, ¿qué sucede primero: ver a Jesús o ser resucitado de entre los muertos?”.
JOHN PIPER:
La razón por la que esta es una excelente pregunta es porque 1 Tesalonicenses 4:16-17 realmente suena como lo que Jonathan ha dicho: los creyentes que han muerto son resucitados de entre los muertos, y en ese sentido, se encuentran primero con el Señor en Su venida, en lugar de encontrarse inmediatamente con Él cuando mueren.
Suena así, pero estoy seguro que eso no es lo que Pablo quiere decir allí, y trataré de mostrar por qué. Creo que está muy claro en dos pasajes de las Escrituras que Pablo estaba seguro de que cuando él y otros creyentes murieran, irían inmediatamente a estar con el Señor Jesús y lo verían en ese momento.
Sin un cuerpo
Primero, consideremos 2 Corintios 5:6-8:
Por tanto, animados siempre y sabiendo que mientras habitamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor. (Porque por fe andamos, no por vista). Pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor.
Para Pablo, estas son las dos alternativas: estoy aquí en mi cuerpo —en un sentido, lejos de estar en casa con el Señor— o muero y estoy en casa con el Señor.
Ahora aquí está el versículo 9: “Por eso, ya sea presentes o ausentes, ambicionamos agradar al Señor”. Pablo no concibe un periodo de tiempo en el que el cuerpo muera y no estemos en casa con el Señor. Morir es perder el cuerpo temporalmente e ir a estar en casa con el Señor.
Sin embargo, esta no era la preferencia de Pablo. Esa es una de las cosas que podríamos corregir en los funerales. No queremos dar la impresión de que ir a casa con el Señor, despojándonos de nuestro cuerpo, es la preferencia apostólica. Su primera opción era que el Señor Jesús viniera antes de que él muriera y revistiera su cuerpo de vida eterna.
Pero dice que si morimos, es mejor. Entonces, su tercera opción es quedarse aquí y trabajar; su segunda opción es ir y estar con Jesús sin su cuerpo; y su primera opción es decir: “Ven, Señor Jesús, y dame un cuerpo nuevo para que nunca tenga que estar sin cuerpo”.
Gran ganancia
El otro pasaje es Filipenses 1:22-24: “si el vivir en la carne, esto significa para mí una labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger. Porque de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor. Sin embargo, continuar en la carne es más necesario por causa de ustedes”.
Ahora, esas son las dos posibilidades para Pablo. Él no miraba como una posibilidad morir y tener el alma durmiendo en la tumba hasta la segunda venida. No.
Las dos posibilidades eran seguir viviendo aquí, o ir a estar con Cristo, que es mucho, mucho mejor. Concluyo, entonces, que Pablo no tenía dudas de estar unido a Cristo con gozo consciente por la fe en esta vida, lo cual nunca sería interrumpido por la muerte. Y cuando dejara su cuerpo, cuando fuera martirizado, iría a algo mucho mejor que incluso la comunión que disfrutaba con Cristo aquí.
¿Quién va primero?
Ahora, haré algunos comentarios sobre 1 Tesalonicenses 4. Tienes que disponerte a pensar, porque la lógica de este texto es muy importante. Creo que está clara, pero es complicada.
Dice así: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con Él a los que durmieron en Jesús” (1 Tesalonicenses 4:14). Ahora bien, eso suena como si quisiera decir que los traerá consigo desde el cielo, donde, de hecho, están. En realidad, hay almas en el cielo. Acabamos de argumentarlo a partir de 2 Corintios 5 y Filipenses 1.
“Por lo cual les decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron” (1 Tesalonicenses 4:15). Ahora, eso también podría sonar como que las almas de los que han muerto ya están en la presencia del Señor —cuerpo en la tumba, almas con Jesús—, y en ese sentido, los que todavía están en la tierra no los han precedido en la presencia de Cristo.
Pero aquí está el problema: ahora viene el argumento de por qué los que quedan, que están vivos, no precederán a los que han muerto. Dice así: “Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16).
Por eso no les precederemos. Ellos resucitarán primero. Entonces, los que estén vivos, los que queden, serán arrebatados juntos —no uno primero y otro después, sino junto con ellos en las nubes para encontrarse con el Señor en el aire—, “y así estaremos con el Señor siempre” (1 Tesalonicenses 4:17).
El argumento de por qué los que estén vivos en la venida del Señor no precederán a los que hayan muerto es que los que hayan muerto resucitarán primero, y entonces iremos todos juntos. No hay clasificación: “Oh, tú tienes que ir primero”. Iremos juntos a encontrarnos con el Señor en el aire. No hay primeros, ni segundos; vamos todos juntos.
Todos iguales
Esta es mi conclusión al considerar estos tres pasajes. La palabra “precederemos” en 1 Tesalonicenses 4:15 no se refiere a los muertos precediendo a los vivos a la presencia del Señor en el cielo. Pablo no está hablando de eso. Más bien, preceder se refiere a preceder con un cuerpo de resurrección a la gloriosa experiencia de la segunda venida.
Permíteme decirlo de nuevo, porque el argumento de los versículos 16 y 17 define el significado de la palabra “precederemos”. No precederemos a los muertos, dice Pablo. ¿Preceder a dónde? Precederlos con cuerpos de resurrección en la gloriosa experiencia de la segunda venida.
En otras palabras, lo que Pablo está diciendo en 1 Tesalonicenses 4:14-16 es que los vivos no tendrán ninguna ventaja sobre los muertos cuando se trata de disfrutar plenamente de ese día —esa resurrección, el día de la segunda venida, incluyendo la vista corporal, el disfrute y la celebración corporal de la segunda venida— porque los muertos en Cristo resucitarán primero.
En otras palabras, antes de que haya cualquier reunión gloriosa para encontrarse con el Señor en el aire, los cuerpos de todos los creyentes que han muerto serán resucitados, reunidos con sus almas, y luego toda la iglesia cristiana, los vivos y los resucitados, juntos se reunirán con el Señor y le darán la bienvenida para establecer Su reino legítimo.
Episodio original en inglés: https://www.desiringgod.org/interviews/will-we-meet-jesus-as-soon-as-we-die