No estoy en contra de los libros digitales. De hecho, hay momentos en los que me alegro de tenerlos e incluso creo que tienen sus ventajas.
A pesar de ello, soy un apasionado defensor de la lectura y del uso de libros físicos, especialmente para los cristianos. A continuación, te comparto 15 razones:
1. Solo puedes leer y recomendar un libro digital, pero puedes leer y compartir un libro físico.
2. Un libro físico siempre está a la mano para compartirlo con otros en momentos difíciles de su vida.
3. Los libros físicos no vienen con notificaciones, anuncios o la tentación de cambiar de aplicación, lo que permite una experiencia de lectura más inmersiva y completa, ¡lo que podría decirse que es mejor para la memoria!
4. Tu estantería de libros establece un objetivo visual para los libros que planeas leer y en quién te convertirás al leerlos.
5. Los libros físicos son un recordatorio visual de lo que has leído y aprendido.
6. Los libros expuestos en un estante pueden inspirar a otros y abrir conversaciones.
7. Los libros físicos dan la experiencia sensorial de pasar las páginas, sentir la textura e incluso el olor del papel, lo que muchos lectores encuentran profundamente satisfactorio.
8. A diferencia de las pantallas, el texto impreso no causa fatiga visual digital ni exposición a la luz azul, lo que hace que los libros físicos sean más agradables para los ojos en sesiones de lectura prolongadas.
9. Los libros físicos no necesitan cargarse y pueden leerse en cualquier momento y lugar, sin preocuparse por la duración de la batería.
10. Resaltar, subrayar o tomar notas en libros físicos resulta más natural para muchos lectores y crea un registro duradero de sus pensamientos, a menudo no solo en la página, sino en su mente. (¡Cuántas veces he abierto un libro y recordado una cita porque recuerdo que está en el lado izquierdo, a mitad de página, a dos tercios del libro! ¡Eso no se puede hacer con los libros electrónicos!).
11. En un mundo saturado de tecnología, pasar tiempo con un libro físico proporciona un descanso de las pantallas, lo que ayuda a reducir la fatiga general provocada por las pantallas.
12. Terminar un libro físico da una gran sensación de logro. Ver tu progreso; ver pasar las páginas y mover el marcador; añadir tu libro terminado a tu estantería; da una sensación tangible de logro.
13. Los libros físicos no dependen de una tecnología que puede quedar obsoleta. Pueden durar décadas e incluso siglos si se cuidan adecuadamente.
14. Los libros físicos son regalos significativos y personales que pueden ser dedicados o personalizados, a diferencia de un enlace o archivo de libro electrónico.
15. Cuando se regala a alguien, es mucho más probable que se lea un libro físico que un archivo o libro electrónico. También puede ir más allá: aunque el destinatario no lo lea, puede llevarlo a una tienda de organizaciones benéficas. ¡Quién sabe quién puede leerlo entonces!
¡Sí, me encantan los libros físicos! Especialmente los que hablan de Jesús. Cuando los compres, los leas y los regales, recuerda: nunca sabes en qué manos acabarán (y a quiénes cambiarán la vida).
Publicado originalmente en 10ofthose.
