Identificando diferentes tipos de rebeldes

No todos los necios están en el mismo escenario: algunos tienen más tiempo recorriendo ese camino y están más sumidos que otros en su necedad.

El temor del Señor es el principio de la sabiduría. Proverbios 1:7 (LBLA) En Proverbios, encontramos la definición de un necio (o de un rebelde); esa persona es exactamente lo opuesto a un hombre sabio. Proverbios dice que un necio no escucha la instrucción: es rebelde. El necio rechaza la instrucción y la dirección que le da alguien con autoridad, ya sea la instrucción de un padre, de un tutor o de un pastor. No todos los necios están en el mismo escenario: algunos tienen más tiempo recorriendo ese camino y están más sumidos que otros en su necedad. Como padre o tutor, es importante que determines qué nivel de rebelión estás enfrentando en tu hogar. Identificar el tipo de necedad te ayudará a saber qué dirección práctica y bíblica debes seguir. En última instancia, todos los caminos de rebelión alejan a nuestros hijos de Dios, así que nuestra esperanza está en dirigir sus miradas a Dios a través de la cruz de Cristo. En Isaías 53:6, la Biblia dice que Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre Él [Jesucristo] la iniquidad [el pecado] de todos nosotros. Ora para que tu hijo adolescente perciba la necedad de sus elecciones. Si tu hijo adolescente no recibe un nuevo corazón y una vida en Dios que provenga de la presencia de Cristo en su interior, cualquier cambio será meramente externo y no durará. El necio simple Me puse a ver a los inexpertos, y entre los jóvenes observé a uno de ellos falto de juicio.        Proverbios 7:7 El necio que vemos aquí, el “necio simple”, es abierto y receptivo a influencias buenas o malas, pero es inmaduro. El adolescente que podría caracterizarse como un necio simple también puede ser inconsciente, ingenuo, carente de percepción sobre las consecuencias de su comportamiento o ignorante por falta de instrucción. El necio simple es inexperto. ¿Cuáles son algunas de las formas en las que el necio simple se rebela? Los padres de un necio simple podrían decir: “No hagas tal o cual cosa”. Pero un amigo del adolescente luego le dice: “¿Pero qué tiene de malo hacer eso?”. Y el adolescente toma la mala decisión. Al necio simple tal vez se le ha dicho que no haga algo, pero deja de lado esa instrucción al no saber el “por qué” detrás de ella. La instrucción fue débil; por lo tanto, el adolescente inmaduro decide hacer una mala elección debido a una falta de conocimiento. Esta rebelión no es justificable, pero el razonamiento detrás de ella difiere de lo que está detrás de otros tipos de rebelión. Si eres un padre en esta situación, debes abordar la desobediencia con cuidado e instruir más a tu hijo adolescente. Aquí tienes un ejemplo. Unos padres le dicen a su hijo adolescente que no debe exceder los límites de velocidad al conducir su vehículo. Un día, cuando sale con un amigo, el adolescente espontáneamente decide competir con otro amigo en la carretera. El adolescente es detenido por la policía y recibe una multa por exceso de velocidad. Este es un ejemplo de necedad simple. Las consecuencias naturales para las acciones del adolescente incluyen una prima de seguro más alta y el pago por la infracción de exceso de velocidad. ¿Cómo deberían responder los padres de este adolescente? Los padres deben sentarse y hablar con su hijo para ver si está triste por haberlos desobedecido y si comprende que pudo haber tenido peores consecuencias. Si muestra pena y expresa remordimiento, esta reacción confirma su inexperiencia —simple necedad— y su disposición a cambiar. Los padres deben expresar su agradecimiento a Dios porque su hijo no resultó herido, aunque saben que en otro momento podría ser diferente. Los padres no deben pagar la multa y un seguro de auto más caro; el adolescente debe conseguir un trabajo si es necesario para pagarlo él mismo. Con esta respuesta medida de los padres, la esperanza es que el adolescente sea más sabio después de la experiencia. Ahora ha recibido instrucción sobre una elección incorrecta. Los padres deben tener en cuenta que esto es una señal de advertencia para ellos, de que tal vez se necesita más enseñanza para guiar a su hijo de modo que pueda tomar decisiones sabias. Este evento no debe pasarse por alto porque “los niños son niños”; más bien, los padres deberían pensar: “Los necios simples manifiestan necedad y simpleza en su comportamiento”. El necio lento El necio se divierte con su mala conducta, pero el sabio se recrea con la sabiduría.                                Proverbios 10:23 El necio detesta alejarse del mal. Proverbios 13:19 Este necio “lento” (aletargado, apagado y obstinado) tiene una tendencia a tomar decisiones equivocadas. Sabe distinguir el bien del mal, pero le atraen más las amistades equivocadas. Este necio lento disfruta de la compañía de ese tipo de amigos y de la diversión en la que se involucran, aun sabiendo que esas personas están pecando. Para volver a la ilustración del adolescente que excedió el límite de velocidad: esta vez, a pesar de que sus padres le han dicho que estarán muy disgustados si vuelve a recibir una multa por exceso de velocidad, planea otra carrera en la carretera. La premeditación indica una profundidad más seria de necedad. El adolescente esconde el incidente de sus padres, por temor a su reacción. Sin embargo, Dios usa a los padres del otro conductor para sacar el incidente a la luz. Los padres deben responder gentilmente, pero también deben percatarse de que su hijo está exhibiendo un patrón definido de tomar decisiones equivocadas: por lo tanto, hay un pecado que debe abordarse. Los deseos de control en el corazón del adolescente lo están impulsando en esta dirección. Ya no es inmaduro y falto de instrucción; ahora está tomando decisiones a pesar de saber claramente que esas elecciones son incorrectas y que sus padres le aman y están preocupados por él. Si tu hijo adolescente se encuentra en esta etapa, te recomendamos que te sientes con él para tener una plática familiar; debes tratar de ver los deseos del corazón de tu hijo (como la aprobación de los amigos, el temor a ser rechazado por sus amigos o el placer y la emoción de lo prohibido). Lo que debes buscar es la respuesta a esta pregunta: ¿Por qué está dispuesto a arriesgarse a perder el uso de un auto, a lastimar a sus padres o a arriesgar su vida por esta emoción pasajera del exceso de velocidad? Este tipo de rebelde podría estar a la defensiva o algo arrepentido, o podría culpar a sus amigos. En nuestro ejemplo, después de que se hayan establecido las consecuencias (pagar la multa por exceso de velocidad, perder el derecho al uso del auto y limitar el tiempo libre con amigos), los padres orarán para que estas consecuencias ayuden a conducir a este “necio lento” por el camino que lleva a la sabiduría. El tiempo que este adolescente durará sin usar el vehículo dependerá de la magnitud de su remordimiento y arrepentimiento genuinos, y de la evidencia de su fruto durante las siguientes semanas. Este es un extracto del libro ¡Ayuda! Mi adolescente es rebelde, Páginas 10–15. Por Editorial Poiema. Puedes adquirir el libro en el siguiente link: https://poiema.co/products/ayuda-mi-adolescente-es-rebelde?utm_source=WEB&utm_medium=extracto&utm_id=SDJ&utm_term=SDJ

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