Nota del editor: Esta es la Introducción a una serie especial titulada «Hombre y Mujer: Dignos y Diferentes», donde el Pastor Daniel Puerto explora lo que las Escrituras nos dicen acerca del hombre y la mujer y su relación como criaturas dignas y diferentes. En las próximas semanas trataremos los temas: ¿Quién es un hombre?; ¿Quién es una mujer?; ¿Complemento o Igualdad Total?; El rol de la esposa en el matrimonio; El rol del esposo en el matrimonio; y Hombre y Mujer en la iglesia local.
Introducción
Un nuevo usuario de Facebook dentro de los Estados Unidos tiene más de 50 opciones para especificar su identidad sexual. Anteriormente una persona podía elegir entre hombre y mujer. Las cosas han cambiado y para muchos estas son buenas noticias. El sentimiento que está ganando terreno velozmente en el mundo Occidental parece decir: “¿Cómo te identificas? ¿Transgénero, género indefinido, doble género, transexual, bisexual, hombre, mujer? Tú eliges. Eres lo que sientes ser”. Los ejemplos de esta popular confusión son numerosos. En República Dominicana[1] se pelea por establecer una ley de educación sexual que abre la puerta para la reinterpretación de preferencias sexuales. En México se organizan marchas. En Argentina se preparan bodas y se abren oportunidades de turismo para parejas del mismo sexo. En la Universidad de Tennessee[2] han comenzado a usar pronombres neutrales para referirse o dirigirse a personas que no desean que les llamen “él” o “ella”. Incluso, los traductores/editores de la Biblia Nueva Versión Internacional 2011 en inglés eliminaron o hicieron neutras docenas de palabras que aparecían en masculino en la versión 1984.[3] Además, un hombre que ha hecho todo lo posible por hacerle entender al mundo que es una mujer ganó el premio a atleta con más coraje en el 2015, premio entregado por la internacional cadena deportiva ESPN. Con toda razón John Piper ha escrito que “estamos a la deriva en un mar de confusión sobre los roles sexuales”.[4] ¿A dónde vamos para encontrar una definición clara, correcta y universal sobre quién es un hombre y una mujer? El primer paso es reconocer que necesitamos una fuente de verdad confiable. Nuestra imaginación, experiencia, nuestros deseos u opiniones no cumplen con ese requisito. El relativismo que gobierna el pensamiento del siglo XXI invita engañosamente a todo ser humano a crear su propia realidad. Es común escuchar la frase “lo que es verdad para ti no es verdad para mí”. La idea de absolutos o verdades universales ha sido rechazada por millones de personas que han creído la gran mentira que afirma “Tú puedes ser el creador de tu propia realidad y vivir de acuerdo a ella”. Sin embargo, la mente y razón humana nunca han sido barómetros confiables, especialmente cuando se busca definir quién es un hombre y una mujer. ¿Cuáles han sido las consecuencias de que el ser humano siga su propia sabiduría en la definición de la masculinidad y femineidad? Muerte. El escritor en Proverbios lo explica claramente: “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte” (14:12; 16:25). “A través de las edades, las ideas depravadas acerca de qué es la virilidad han afectado negativamente a hombres y mujeres. En el mundo antiguo hubo de todo en el trato a la mujer: desde malos tratos relativamente leves al barbarismo en gran escala. En la cultura griega primitiva, los “hombres de verdad” despreciaban a sus esposas, considerándolas sencillamente paridoras de hijos y amas de casa. No les permitían sentarse a la mesa no estar presentes en asambleas. En la cultura romana, no eran más que medios para tener hijos legalmente pudiéndolas desechar a capricho”.[5] Por otro lado, en la actualidad, la feminización del hombre ha producido una miríada de jóvenes irresponsables, pasivos, indiferentes e inmaduros que viven en un mundo de fantasía siendo incapaces de proteger, servir, dirigir, proveer y amar a quienes les rodean. Esto trae consecuencias trágicas, como por ejemplo: 4 de cada 10 niños que nacen en hogares hispanos en Estados Unidos tienen una mamá soltera. Interpreta ese dato. Ya que no podemos descansar en las múltiples definiciones que la sabiduría y experiencia humana han dado sobre lo que es un hombre y una mujer, debemos poner nuestra mirada en la única fuente de verdad absoluta: la Palabra de Dios. Entendemos que la Biblia revela la naturaleza de la masculinidad y femineidad al describir diversas responsabilidades para el hombre y la mujer, estas responsabilidades son basadas en el diseño de la creación de Dios, no en costumbres culturales temporales.[6] “La Escritura es muy clara cuando describe el lugar que Dios ha diseñado para hombres y mujeres en la sociedad, la familia y la iglesia. Y es a la Biblia que debemos regresar para reafirmar las maravillas del diseño de Dios”.[7] Es preciso recordar las palabras de nuestro hermano Isaías quien escribió: “Se seca la hierba, se marchita la flor, Pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.” (Isaías 40:8). Las Escrituras interpretadas fielmente nos mostrarán con toda claridad y certeza quiénes somos, para qué existimos y cómo funcionamos según el plan de nuestro Creador. Tanto hombres como mujeres, esposos y esposas y líderes de la iglesia deben regresar a la Palabra para buscar respuestas en este tema tan espinoso y ferozmente debatido. Ahora bien, debes ser advertido que la descripción de Dios de lo que es un hombre verdadero y una mujer verdadera no se ajusta con ninguno de nuestros estereotipos forjados por ideas y experiencias humanas.[8] En las próximas semanas vamos a explorar lo que las Escrituras nos dicen acerca del hombre y la mujer y su relación como criaturas dignas y diferentes. Referencias: [1] Nuestros hermanos de Acción Cristiana proveen información valiosa sobre este caso: http://www.grupoaccioncristianard.org/recursos; https://www.youtube.com/watch?v=vi-01rRwAGU&index=9&list=PLU7j_p0X_IyhLkV15jp8StMf8ypfj7xal. [2] Aquí puedes leer el análisis de Owen Strachan en inglés: https://stream.org/ze-zir-created-gender-revolt-tennessee/ [3] Teólogos prominentes como Wayne Grudem, Denny Burk y Randy Stinson no recomiendan la Biblia New International Version 2011. Puede ver la evaluación en inglés en los siguientes enlaces: http://www.waynegrudem.com/wp-content/uploads/2012/02/An-Evaluation-of-Gender-Language-in-the-2011-NIV.pdf; http://cbmw.org/uncategorized/the-gender-neutral-niv/ [4] John Piper y Wayne Grudem, Recovering Biblical Manhood and Womanhood [Recobrando la Masculinidad y Feminidad Bíblicas] (Wheaton, Illinois: Crossway Books, 2006), posición 665 en Kindle. [5] Stuart W. Scott, “Una Masculinidad Cristiana”, en el libro de John MacArthur y la Facultad de The Master’s College, Piense Conforme a la Biblia (Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 2004), 164. [6] John Piper, Recovering Biblical Manhood and Womanhood [Recobrando la Masculinidad y Femeneidad Bíblicas], posición 720 en Kindle. [7] John MacArthur, Divine Design [El Diseño Divino] (Colorado Springs, David C. Cook, 2011), 19. [8] Richard Phillips, The Masculine Mandate [El Mandato Masculino] (Lake Mary, FL: Reformation Trust Publishing, 2010), xi.