¿Cuánto tiempo llevas luchando?

Dios no está limitado por el tiempo que has estado roto. Tu historia aún puede cambiar.
Foto: Envato Elements

¿Cuánto tiempo llevas luchando contra ese pecado? ¿Cuánto tiempo has estado luchando por encontrar la paz con ese trauma? ¿Cuánto tiempo has estado soportando ese dolor? De alguna manera, cada uno de nosotros lleva una carga pesada en esta vida. De alguna manera, cada uno de nosotros descubre que es un largo maratón más que una carrera corta. De alguna manera, cada uno de nosotros está llamado a soportar con fortaleza, incluso durante mucho tiempo.

Sin embargo, nunca debemos dejar de creer que Dios es capaz de escuchar nuestras súplicas y proporcionar la ayuda que anhelamos. Es posible que nosotros, como Jacob, seamos llamados a llevar una cojera hasta el final. Pero también es posible que, como Naamán, seamos completamente liberados. Dios puede glorificarse a través de nuestra resistencia o por medio de nuestra liberación. Vemos esto de manera conmovedora en el relato de un hombre que había sufrido gravemente durante la mayor parte de su vida. Y, sin embargo, se dio cuenta de que nunca había estado fuera del alcance del poder sanador de Dios.

De alguna manera, cada uno de nosotros lleva una carga pesada en esta vida. / Foto: Envato Elements

En Juan 5 se nos habla de un hombre que llevaba treinta y ocho años sin poder caminar. ¡Treinta y ocho años! Durante casi cuatro décadas había sido un inválido, y esto en una cultura que no era conocida por su misericordia hacia el sufrimiento. Día tras día había intentado aprovechar una cura mística y una vez tras otra había fracasado, pues nadie había estado dispuesto a ofrecerle ayuda. Le habían arrebatado todas las posibilidades.

Un día, Jesús pasó por el lugar donde este hombre desesperado intentaba curarse. Jesús le hizo la más obvia de las preguntas: “¿Quieres ser sano?”. Esto era como preguntarle a un hombre sangrando si quería una venda, o como preguntarle a un hombre hambriento si quería una hamburguesa, o como preguntarle a un indigente si quería una casa y un coche. Por supuesto que sí. Respondió afirmativamente y dijo por qué había sido imposible hasta ese momento. Entonces Jesús dijo las sencillas palabras: “Levántate, tu camilla y anda”. Y en ese mismo momento, el hombre no solo se curó, sino que quedó totalmente sanado, completamente fortalecido. Por primera vez en casi cuarenta años, se levantó con sus propias fuerzas. Se levantó curado y entero.

Dios puede glorificarse a través de nuestra resistencia o por medio de nuestra liberación. / Foto: Lightstock

¿Te has preguntado alguna vez por qué Juan decidió decir cuántos años había estado afligido este hombre? ¿No crees que posiblemente eligió dar ese detalle para que nos maravillemos del grado de sanación de Dios? Podría decirse que un hombre que había estado paralizado durante una semana se había recuperado de forma natural. Podría decirse que un hombre que había estado paralizado durante un año había conservado parte de su capacidad, parte de su fuerza, de modo que no era una gran hazaña ponerse de pie y caminar. Pero un hombre que ha estado paralizado durante treinta y ocho años tendría los músculos atrofiados, los ligamentos tensos y los huesos debilitados. No podría estar más de pie que lo que un bebé puede hacerlo. En circunstancias normales, necesitaría una cirugía reconstructiva y años de terapia para poder dar un paso. Y, sin embargo, en un momento estaba totalmente curado, completamente restaurado, como nuevo. Y la única explicación posible era que Dios había actuado soberana y poderosamente.

Me parece que Dios a menudo prefiere trabajar con lo que se encuentra más dañado. Le gusta mostrar Su poder con lo que está más destrozado. Le encanta contrastar las alturas de Su fuerza con las profundidades de nuestra debilidad. Le gusta demostrar que ninguno de nosotros está fuera del alcance de Su gracia. Ninguno de nosotros está más allá de Su ayuda que este inválido de cuarenta años.

Dios a menudo prefiere trabajar con lo que se encuentra más dañado. Le gusta mostrar Su poder con lo que está más destrozado. / Foto: Envato Elements

Aunque nunca debemos minimizar lo que es verdaderamente trágico, ya sea una enfermedad, un duelo o un trauma, también debemos asegurarnos de no permitir que la gravedad de nuestras tragedias y la duración con la que las hemos soportado disminuyan nuestra confianza en que Dios puede traer alivio y curación. Por eso, hacemos bien en preguntarnos: ¿cuán profundo es ese hábito de pecado? ¿Qué tan grave es el recuerdo de ese trauma? ¿Cuán grande es el dolor de esa pena? ¿Es más inamovible que unas piernas que han estado inertes durante treinta y ocho años? ¿Es más fija y constante que casi cuatro décadas de desuso y decadencia? Si Dios sanó las piernas y los pies de ese hombre, ¿no podría aliviar nuestros corazones rotos, calmar nuestras almas atribuladas, enmendar nuestros hábitos pecaminosos?

A veces, para los propósitos de Dios, es mejor dejarnos en nuestra debilidad, porque es en este estado donde mejor puede demostrar que Él es nuestra fuerza. Sin embargo, a veces, sirve mejor a los propósitos de Dios interrumpir el largo sufrimiento y recompensar la larga oración con una demostración de Su poder. No es un pecado ni una contradicción anhelar y orar por lo segundo mientras se es persistente en lo primero. Todo el tiempo podemos estar seguros de que, ya sea a través de la resistencia o de la restauración, Dios no ha ignorado ninguna oración ni ha cometido ningún error. Podemos estar completamente seguros de que, cuando la fe se convierta en vista, lo juzgaremos todo como bueno en gran manera.


Publicado originalmente en Challies.

Tim Challies

Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo BLOG ( challies.com ) ha publicado contenido de sana doctrina por más de 7000 días consecutivos. Tim es esposo de Aileen, padre de dos niñas adolescentes y un hijo que espera en el cielo. Adora y sirve como pastor en la Iglesia Grace Fellowship en Toronto, Ontario, donde principalmente trabaja con mentoría y discipulado.

Artículos por categoría

Artículos relacionados

Artículos por autor

Artículos del mismo autor

Artículos recientes

Te recomendamos estos artículos

Siempre en contacto

Recursos en tu correo electrónico

¿Quieres recibir todo el contenido de Volvamos al evangelio en tu correo electrónico y enterarte de los proyectos en los que estamos trabajando?

.