¿Cuánto entretenimiento es demasiado?

Mientras más difícil sea—si sientes que este acto realmente no encaja tan bien con el Señor— más probabilidades hay que ese acto deba ser reemplazado por algo más fructífero.
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Aquí está la pregunta de hoy: ¡Hola, pastor John! Mi nombre es Julio, tengo diecisiete años de edad y vivo en Brasil. Escuchaba el episodio en el cual trató el tema de cuándo el descuido por la Biblia se vuelve pecaminoso, y se me ocurrió una pregunta. Es la siguiente: en el mundo en el que vivimos hoy, ¿es pecado apartar tiempo para cosas que no sean la lectura de la Biblia o la oración? Disfruto mucho cosas como ver una película o jugar un juego, y me pregunto si Dios está decepcionado conmigo por usar mi tiempo libre en esto en lugar de apartar mi tiempo para Él. Leo la Biblia y oro todos los días, voy a la iglesia casi todas las semanas; pero a veces se siente mal hacer cualquier cosa que no esté directamente conectada con el Señor ¿qué piensa acerca de esto? No un necio Jesús contó una parábola que dice así. Puede que al principio suene algo desconectada del tema, pero dame tiempo. También les refirió una parábola, diciendo: La tierra de cierto hombre rico había producido mucho. Y pensaba dentro de sí, diciendo: «¿Qué haré, ya que no tengo dónde almacenar mis cosechas?». Entonces dijo: «Esto haré: derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes, y allí almacenaré todo mi grano y mis bienes. Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete». Pero Dios le dijo: «¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?». Así es el que acumula tesoro para sí, y no es rico para con Dios (Lucas 12:16-21). Ahora, inicié con esta parábola porque quiero elogiar a Julio por su lucha. El hombre de esta parábola no tiene ninguna lucha. Él se ganó su fortuna. La poseyó. La guardó. Tenía seguridad. Así que planificaba jugar, jugar y jugar. Y Jesús le dijo: «¡necio!». Estaba a punto de perder su alma. La mayoría de personas en el próspero Occidente, ya sea Brasil o Norteamérica, están cayendo en el hoyo de ese lado del camino. No se están negando a sí mismos o siendo demasiado ascetas. Sin embargo, Julio está luchando en la otra dirección y necesita ayuda en ella. ¿Qué tipo de comida, qué tipo de bebida, qué tipo de disfrute puede ser piadoso? Trabajando y descansando Su primera pregunta es esta: «¿es pecado apartar tiempo para otras cosas aparte de leer la Biblia o de orar?». La respuesta es, por supuesto, que no es pecado. Claro, puedes convertir las cosas en un ídolo, pero la razón por la que sabes que no es necesariamente pecado es porque Pablo nos dijo que trabajáramos para tener lo necesario para vivir (Efesios 4:28). Para la mayoría de personas alrededor del mundo, el trabajo siempre ha significado ocho o doce horas al día en las que hacemos cosas con las manos o con los pies o con las espaldas o con los cerebros, ninguna de las cuales son la lectura de la Biblia o la oración. Y trabajar es un mandato. Luego de una difícil temporada de trabajo, Jesús le dijo a Sus discípulos: «Venid, apartaos de los demás a un lugar solitario y descansad un poco» (Marcos 6:31). Ahora, no sabemos lo que hicieron, pero fue un descanso del intenso ministerio de la Palabra. Descanso—como «tómate un descanso de eso». También, Pablo le dijo a los creyentes cómo debían actuar cuando aceptaran una invitación a cenar de parte de incrédulos (1 Corintios 10:27). Así que, él asumió que ellos tendrían relaciones amistosas con otros y que se juntarían en momentos ordinarios a relajarse juntos. Estas son algunas de las razones por las que digo: «no, no es pecado tomar tiempo aparte de la Biblia y de la oración, y hacer lo que pudiera parecer cosas ordinarias que el mundo hace—trabajar, descansar, ir a una cena, y así sucesivamente. No es pecado». Tiempo libre fructífero Sin embargo, Julio dice: «me pregunto si Dios está decepcionado de mí por usar mi tiempo libre para hacer cosas que me entretienen en lugar de usar mi tiempo para Él. A veces siento que es incorrecto hacer cualquier cosa que no esté directamente conectado con el Señor». Este es mi principal estímulo para Julio y para el resto de nosotros. Procura conectar cada acción con el Señor. Y mientras más difícil esto sea, es más probable que esa acción deba ser reemplazada por algo más fructífero. En otras palabras, pasa todas tus acciones por este filtro. Te daré tres versículos bíblicos.

  1. 1 Corintios 10:31: «Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios». A esto me refiero cuando digo «conecta cada acción con el Señor».
  2. Colosenses 3:17: «Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre». Así que, conecta todo con el nombre del Señor.
  3. 1 Corintios 16:14: «Todas vuestras cosas sean hechas con amor».

Estas son tres pruebas o tres formas de conectar todo con Jesús: todo para Su gloria, todo en el nombre de Jesús y todo por la causa de amar a otros. Cómo la comida y el sexo se volvieron santos Podemos agregar a este filtro de comportamientos, el texto de 1 Timoteo 6:17: «A los ricos en este mundo»—y si puedes jugar un videojuego, yo diría que eres rico; tienes algo en qué reproducirlo, no te estás muriendo de hambre. Pablo continúa: «enséñales [enseña a John Piper y a Julio] que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos» (1 Timoteo 6:17). 1 Timoteo 4:5 nos dice cómo hacer esto. Está hablando de sexo y de comida, cosas muy ordinarias en las que todo el mundo participa, ya sea legítima o ilegítimamente. Pablo dice: «Porque todo lo creado por Dios es bueno y nada se debe rechazar si se recibe con acción de gracias; porque es santificado mediante la palabra de Dios y la oración» (1 Timoteo 4:4-5). En otras palabras, Pablo asume que existe una forma, una forma que es necesaria, de que los cristianos transformen los disfrutes de las cosas buenas de este mundo—buenos regalos dados por Dios—en actos de adoración que son santos, que honran a Cristo y a través de los que se ama a las personas. Esos mismos actos de comida y de sexo hacen música. Transforma esa música en una que honra a Cristo por la Palabra de Dios y la oración—trayéndolos en conexión con la gloria de Dios, con el nombre de Jesús y con el amor a los demás. En otras palabras, él no asume que usar los buenos regalos de este mundo, los cuales pudieran convertirse en ídolos, lo serán necesariamente. De hecho, estos pueden convertirse en medios para conocer mejor a Dios, disfrutar más de Él y ser de mayor bendición a otros. Lo terrenal Joe Rigney escribió un importante libro sobre este tema, llamado The things of earth [Las cosas terrenales]. El libro completo está dedicado a ayudarnos a asimilar cómo podemos llevar las cosas buenas en conexión con el Señor, sin despreciarlas pero tampoco convirtiéndolas en ídolos. Este es mi consejo final para todos nosotros: procura conectar cada acto con el Señor—ver cada entretenimiento como un regalo de Dios y como una revelación de Sí mismo, como una vía hacia la adoración gozosa y como un medio para hacer bien a otros. Procura conectar cada acto con el Señor. Mientras más difícil sea—si sientes que este acto realmente no encaja tan bien con el Señor— más probabilidades hay que ese acto deba ser reemplazado por algo más fructífero.

John Piper

John Piper

John Piper (@JohnPiper) es fundador y maestro de desiringGod.org y ministro del Colegio y Seminario Belén. Durante 33 años, trabajó como pastor de la Iglesia Bautista Belén en Minneapolis, Minnesota. Es autor de más de 50 libros.

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