Puede resultar incómodo acercarse a quienes están profundamente sumidos en el dolor. Puede ser difícil saber qué decir, y a su vez fácil creer que nuestras palabras tienen más probabilidades de ofender que de consolar, de empeorar la situación en lugar de mejorarla. Sentimos que nuestras palabras deberían de ser pocas, pero también que lo peor que podemos decir es no decir absolutamente nada. Recientemente consulté con otros padres que han experimentado la pérdida de un hijo y quieren compartir algunas ideas acerca de qué decir a los padres en duelo para animarlos, darles un destello de luz en su momento de profunda oscuridad. Estas frases pueden ser útiles para quienes experimentan otras clases de duelo, pero las ofrezco especialmente para quienes lamentan la pérdida de un hijo. «Estoy orando por ti». Esto es algo que todas las personas pueden hacer y lo más fácil de decir. Cuando una familia ha experimentado una pérdida profunda, puedes interceder por ellos y luego, para animarlos, simplemente déjales saber que lo has estado haciendo. Incluso puedes decirles cómo has estado orando por ellos y, tal vez, las escrituras que has estado orando a su favor. Una palabra de la Palabra es mil veces más valiosa que una de cualquier otro lugar. «Nunca me cansaré de tu dolor». Una pérdida profunda lo consume casi todo. Puede dominar completamente una vida durante semanas e incluso meses. La persona que está experimentando el dolor puede comenzar a temer convertirse en una molestia para los demás, temiendo que se pregunten por qué aún no lo ha superado. Por lo tanto, es una gran bendición, tener uno o dos amigos de confianza que ofrecen esta garantía: «Nunca me cansaré de tu dolor». Esto convierte a esos amigos en un puerto seguro para expresar su dolor, ya sea semanas, meses o incluso años después. Es una bendición para quien sufre saber que siempre habrá alguien que escuchará con paciencia mientras derrama su corazón roto. «Me quedaré contigo todo el camino». Muchas personas expresarán sus condolencias en los primeros días, pero pocos seguirán presentes y disponibles semanas, meses o años después. Desde luego, esto es completamente comprensible. Sin embargo, hay lugar para que un pequeño número de amigos cercanos digan: «Me quedaré contigo todo el camino». Este es un compromiso de que continuarán estando disponibles y seguirán iniciando buenas conversaciones en los días posteriores a la pérdida sufrida , así como lo hicieron en los primeros. Estas personas, posiblemente desearán programar reuniones y chequeos regulares, quizás desayunando o tomando café, inicialmente cada dos semanas y luego, con un intervalo más amplio a medida que pasa el tiempo. También querrán asegurarse de que cumplen su palabra y realmente se apegan a sus amigos en todo momento. «Envíame un mensaje de texto en cualquier momento y solo di: “Estoy teniendo un mal día”». En días de profundo dolor, puede ser difícil para un padre afligido pedir ayuda porque sería muy abrumador tener que dar explicaciones y responder preguntas. Hay libertad cuando se puede enviar un mensaje de texto solo para decir: «Estoy teniendo un mal día» sin necesidad de más explicaciones, ni preguntas de seguimiento. Esta es una invitación, no para que la persona llame y aconseje, sino simplemente para que se detenga y ore. Esa persona puede ser de mucho ánimo simplemente al responder: «Oraré por ti ahora mismo». «La cena corre por mi cuenta». Cuando las personas están profundamente sumidas en el dolor, las cosas pequeñas pueden volverse grandes. Las personas afligidas llevan una pesada carga de trauma espiritual y emocional, que hace que, incluso tareas tan simples como preparar la comida sean onerosas o casi imposibles. Una de las cosas más útiles que puedes hacer es proporcionar comida, ya sea llevando comida (preferiblemente caliente y lista para comer a la hora de la cena), o pidiéndola a través de Uber Eats, Just Eat o Globo, o enviando tarjetas de regalo. Esto cumple una tarea fundamental, al quitarla de las manos de quien experimenta tal dificultad. (Adicionalmente, si estás en el supermercado, envíale un mensaje de texto y pregúntale: «Estoy en la tienda, ¿te puedo llevar algo?»). «Uno de mis recuerdos favoritos es …». El temor de todos los padres que han perdido a un hijo es que su hijo sea olvidado (lo que les haría sentir que su vida no era importante). Por esta razón, compartir buenos recuerdos es una manera de animarlos. La mayoría de los padres anhelan conocer esas historias y reír y llorar al escucharlas. «Estoy pensando en ti hoy». Después de los primeros días, semanas y meses posteriores a una pérdida, el dolor tiende a reafirmarse en ocasiones especiales y en los aniversarios. Una manera de expresar tu amor y cuidado, es ponerte en contacto con la familia el día del cumpleaños del hijo fallecido, así como en el aniversario de su muerte. Si es relevante, también puede ser una bendición contactarlos el día en el que se habría casado o se habría graduado, etc. Esto, tal vez, es fundamentalmente importante en el primer año, el año de tantas primicias. «¿Qué puedo hacer por tus hijos?». La muerte de un hijo afecta a toda la familia, incluyendo a los hermanos mayores y menores. Puede ser de gran ayuda que los amigos se involucren cuidando a los niños más pequeños, y pasen tiempo, o incluso aconsejen de manera informal a los hijos mayores. Los regalos pequeños o las demostraciones de amor para con los hijos pueden ser de mucha bendición. «¿Puedo presentar mis respetos?». Para muchas familias, que los amigos visiten la tumba de su ser querido, es una señal de amor y respeto. Algunos preferirán estar allí cuando los visiten, y otros estarán animados simplemente al saber que se han tomado el tiempo para acercarse. Pero, de cualquier manera, la familia será bendecida al saber que has visitado la tumba y has presentado tus respetos. (Una palabra acerca del protocolo en el cementerio: simplemente quédate en silencio junto a la tumba, recordando al difunto, orando y agradeciendo a Dios por su vida y pidiéndole que bendiga a la familia que atraviesa el duelo. Aunque no es absolutamente necesario, puede ser significativo llevar flores y simplemente dejarlas en la tumba. Algunos cementerios tienen reglas estrictas acerca de lo que se puede llevar y dejar, otros no tienen absolutamente ninguna regla. Si visitas la tumba por tu cuenta, la familia puede ser alentada al saberlo, así que considera decírselo). Este artículo se publicó originalmente en Challies.