El tema de los sueños sexuales puede resultar inapropiado, incómodo y hasta taboo para muchos creyentes. Sin embargo, cristianos en todo el mundo experimentan este tipo de sueños mientras tienen preguntas para las cuales no encuentran respuesta. “¿Por qué tengo sueños sexuales lúcidos con una persona distinta a mi cónyuge?”, “¿Qué significado tienen esos sueños?”, “¿Acaso estoy pecando?”.
Es complicado explicar con exactitud qué sucede cuando alguien experimenta sueños sexuales. No quiero pretender que tengo una respuesta segura desde el punto de vista psicológico, espiritual o físico-hormonal. Solo creo que, aunque está bien que alguien se sienta incómodo con esos sueños, esto no debería ser una razón para dejarse destruir por ello.
Quiero hablar de esa distinción. Presentaré cuatro ideas, basadas en cuatro pasajes de la Escritura, que pueden arrojar luz sobre la forma en la que funcionan los sueños y lo que significan. Luego terminaré con algunas breves sugerencias prácticas. Pido a Dios que estos textos sean usados por el Espíritu Santo para traer libertad sobre estos sueños que no podemos controlar, pero que Dios sí.
1. Los sueños pueden dar mensajes falsos
El primer texto es Zacarías 10:2:
Porque los terafines hablan iniquidad,
Y los adivinos ven visiones mentirosas,
Y cuentan sueños falsos;
En vano dan consuelo.
Por tanto, el pueblo vaga como ovejas,
Está afligido porque no hay pastor.
Este punto es simple: existe algo como los sueños falsos. Eso no significa afirmar que alguien tuvo un sueño cuando en realidad no soñó nada. No es como esas personas que decían tener un sueño y no lo tenían. Eso no es lo que dice el texto. Lo que sí dice es que estas personas afirmaban que sus sueños tenían un significado particular, el cual no tenían. Hay significados falsos. Los sueños vienen y nos entregan mensajes falsos.
Entonces, mi primera exhortación es: dile al Señor, al sueño y al diablo: “Ese fue un sueño falso. No significa que soy infiel. Tengo la intención de ser fiel a mi esposa. No soy infiel a ella. Esos sueños son una mentira”. Di eso basado en la realidad bíblica de que existe tal cosa como un sueño falso.
2. Los sueños pueden probarnos
El segundo texto es Deuteronomio 13:1-3:
Si se levanta en medio de ti un profeta o soñador de sueños, y te anuncia una señal o un prodigio, y la señal o el prodigio se cumple, acerca del cual él te había hablado, diciendo: “Vamos en pos de otros dioses (a los cuales no has conocido) y sirvámoslos”, no darás oído a las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el Señor tu Dios te está probando para ver si amas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
Dios usa falsos profetas y sueños mentirosos, incluso acompañados de señales y maravillas sobrenaturales, para probar a Su pueblo. Entonces, mientras esos sueños te atormentan, no está mal decir: “Sueños, Satanás, cerebro, hormonas, lo que sea que sean, no me dejaré arrastrar por esto. Veo cómo está siendo probada mi fe aquí. ¿Amo a mi esposa? ¿Amo la pureza? ¿Amo la santidad? ¿Amo a Cristo, quien murió para hacerme puro? Sí, lo hago. No seré deshecho por esta prueba. La superaré por fe en la sangre de Jesús para cubrir todos mis pecados y empoderarme para caminar en la verdad”.
Así que, creo que no está mal decir: “No sé por qué, pero estoy siendo probado por estos sueños, y voy a superar esta prueba”.
3. Los sueños pueden revelar nuestros deseos
El tercer texto es Isaías 29:7-8. Esto es lo que creo que más podría acercarse a una visión freudiana de los sueños en la Biblia, es decir, que indican necesidades o deseos profundos, incluso sexuales.
…las naciones que combaten contra Ariel,
Todos los que combaten contra ella y su fortaleza, y los que la afligen.
Será como cuando un hambriento sueña
Que está comiendo;
Pero cuando despierta, su hambre no ha sido satisfecha.
O como cuando un sediento sueña
Que está bebiendo;
Pero cuando despierta, está desfallecido,
Y su sed no ha sido aplacada.
Así será la multitud de todas las naciones
Que combaten contra el monte Sión.
El contexto más inmediato de este texto es que las naciones, que piensan que van a ganar contra Israel, no ganarán más de lo que el soñador sació su sed en su sueño. Ese es el punto.
Aquí está mi razón para señalar este texto: todos sabían que la sed podía hacer que una persona soñara con beber, solo para quedar frustrada. El hambre podía hacer que alguien soñara con comer, solo para despertarse con hambre. Yo diría que, de la misma manera, las hormonas sexuales, los deseos y los impulsos, todos nacidos de la naturaleza, podrían hacer que una persona sueñe que está teniendo relaciones sexuales, para luego despertar y ver que no tuvo sexo.
Ahora, eso no explica por qué alguien soñaría con una persona que no es su cónyuge. Eso puede deberse a viejos patrones de fantasías que se remontan a treinta años, veinte o quince años, y necesitan ser rotos. Pero el punto aquí es que no hay nada extraordinario cuando un anhelo físico como el hambre, la sed o la sexualidad causa un sueño en el que dicho deseo es satisfecho. Y la pregunta es: ¿Qué harás con ello cuando estés despierto? Ese es el punto central, incluso más importante que el hecho mismo de que tengas un sueño sexual.
4. Los sueños pueden darnos advertencias
El último texto es Job 33:14-18:
Ciertamente Dios habla una vez,
Y otra vez, pero nadie se da cuenta de ello.
En un sueño, en una visión nocturna,
Cuando un sueño profundo cae sobre los hombres,
Mientras dormitan en sus lechos,
Entonces Él abre el oído de los hombres,
Y sella su instrucción,
Para apartar al hombre de sus obras,
Y del orgullo guardarlo;
Libra su alma de la fosa
Y su vida de pasar al Seol.
Ese texto enseña que Dios realmente usa sueños para aterrorizarnos y darnos advertencias, con el fin de humillar nuestro orgullo y mantenernos alejados del pecado. Pero, si eso es cierto, una forma de ver los sueños sexualmente ilícitos, es decir, sueños en los que haces cosas ilícitas, es que Dios nos está aterrorizando con la idea de que esto suceda en la vida real, de forma que no lo hagamos.
Como lo dijimos anteriormente, volvemos a la idea de ser probados. ¿Tendrá ese sueño su efecto designado por Dios de humillarnos y aterrarnos con nuestra propia inclinación a pecar? ¿Nos aferraremos a Él para ser puros cuando estemos despiertos?
Consejos prácticos para lidiar con los sueños sexuales
Concluyo con cinco rápidas sugerencias que surgen de las observaciones bíblicas que acabamos de hacer:
1. Ora por liberación de los sueños y reúne a algunos hermanos a tu alrededor para unirse en oración ferviente.
2. Lee las Escrituras durante cinco o diez minutos justo antes de ir a la cama. Piensa en algún pasaje sobre la obra de Dios y Su valor, como Filipenses 3:8, Colosenses 1:15-18 o Hebreos 1:1-3. Sumerge tu mente en la Palabra justo antes de dormir.
3. Depura tus hábitos de películas y televisión de todo contenido sexualmente estimulante, no solo pornografía, sino también la sexualidad mundana. Eso incluye casi todos los programas de televisión y todas las películas. Lo siento por eso, pero no son necesarios. Durante dos mil años los cristianos no tuvieron necesidad de alimentar sus mentes con películas todas las noches. No te ayudará estar estimulado por películas supuestamente PG-13 que tienen escenas sexualmente excitantes en ellas.
4. Quizás deberías realizarte un estudio del sueño para ver si hay alguna irregularidad física.
5. Cuando todo está dicho y hecho, confía en las promesas del Salmo 25:15 y di con confianza:
De continuo están mis ojos hacia el Señor,
Porque Él sacará mis pies de la red.
Este artículo se publicó originalmente en Desiring God.