El fundamento y la necesidad de este libro
“Sé líder» de Paul David Tripp, es un libro que nos llama de manera profunda a hacer lo que todos los cristianos debemos hacer con cada área de nuestro caminar: examinarlo todo con los lentes del evangelio. En palabras del autor “el evangelio de Jesucristo está destinado a ser la hermenéutica de tu vida”. Esta es la premisa de la que parte la obra, y como el título lo indica, es el liderazgo de la iglesia lo que su autor quiere ayudarnos a mirar con ojos de evangelio. Estamos experimentando una crisis de liderazgo en la iglesia. Más a menudo de lo que quisiéramos somos sorprendidos por pastores y líderes renombrados que caen, que son sorprendidos en pecado, que se rinden, que renuncian. Y por cada uno de esos hombres renombrados hay muchos más, no tan conocidos, pero que también sufren al caer. Ellos, sus familias, sus iglesias. A lo que Tripp apunta, en esta más que recomendable lectura, es al origen de la problemática y no solo a sus síntomas más visibles. Una de las razones centrales por la que hay hombres que caen, aún siendo líderes de una iglesia, es que su concepto de ellos mismos, sus relaciones y su forma de liderar no están moldeados por el evangelio. La iglesia necesita líderes que sean forjados por las Escrituras y no por tendencias culturales. La iglesia necesita líderes saturados de Evangelio. A lo largo del libro se desarrollan una serie de principios, detrás de los cuales hay una idea que los atraviesa: el ministerio pastoral es una labor en equipo. No hay manera en la que un hombre pueda llevar sobre sus hombros la carga del ministerio. Sin la gracia de Dios es imposible. Y una de las formas en las que Dios brinda esa gracia es a través del compañerismo de otros hombres.
Principios vitales
Cada uno de los capítulos del libro presenta un claro principio de la Escritura, que puede ayudar al lector en dos sentidos. Primeramente, brindan una enorme claridad acerca de cuestiones vitales del ministerio, con conceptos claros, bíblicos, equilibrados y sobre todo profundos. Y luego, brindan una guía para evaluar la vida de la comunidad de liderazgo a la luz de cada principio, presentando síntomas claros de lo que podría ser una actitud no equilibrada y haciendo las preguntas exactas para llegar a lo profundo de una posible dificultad. A modo de ejemplo, el primer principio que se expone es este: “Una comunidad de liderazgo cuyo tiempo está controlado por los negocios de la iglesia, tiende a estar espiritualmente enferma”. A través de este concepto el autor examina la relación de una comunidad de liderazgo con el éxito. ¿En qué consiste el éxito? ¿Cuán importante es para una iglesia o sus líderes? ¿Puede el éxito convertirse en algo dañino? Se nos muestra que cuando la gloria del éxito se convierte en una motivación para el ministerio reemplaza a la gloria de Dios. Y entonces el éxito se vuelve un riesgo. La búsqueda de la gloria del éxito por sobre la búsqueda de la gloria de Dios es peligrosa para la iglesia porque domina a los líderes, termina controlando la definición de lo que el liderazgo es y moldea la visión del fracaso. Esa búsqueda puede también silenciar la comunicación honesta y hacer que los líderes vean a los discípulos como consumidores, o incluso peor, como obstáculos. Cuando el éxito es el objetivo, los líderes terminan buscando el crédito por lo que nunca podrían haber hecho por sí mismos. Los logros se convierten en el principal lente de autoevaluación del líder haciéndonos olvidar que “el fracaso no es primero una cuestión de resultados; el fracaso es siempre primero una cuestión del corazón”. El éxito, finalmente, tienta a reemplazar la oración con la planificación. Así de desafiante como el primero es el resto de los capítulos. ¿Cómo la comunidad de liderazgo es un reflejo de la gracia del evangelio? ¿Cómo conocer y aceptar los límites ayuda a la dependencia del Señor? ¿Cómo reconocer y equilibrar los diversos llamamientos en la vida de un líder guarda de la idolatría? ¿Cómo trabaja una calidad de liderazgo en lo más importante de cada líder, su carácter? ¿Cómo vive una comunidad de líderes a la luz de la guerra espiritual que el liderazgo implica? ¿Cómo reflejan los líderes su carácter de siervos? ¿Cómo el evangelio es vital para que exista sinceridad dentro del equipo ministerial? ¿Dónde busca identidad un líder? ¿Cómo es posible restaurar a un líder caído? ¿Cómo se puede desarrollar una vida madura y duradera en el ministerio? ¿Cómo se ve una comunidad de liderazgo a la luz de las promesas y la gracia de Jesús?
Desafiante y necesario
Los desafíos que el mundo actual plantea a la iglesia son grandes y difíciles. Por eso mismo, se hace necesario que los líderes sean hombres conforme al evangelio. De eso se trata este libro, de cómo ser un pastor en el que la Palabra de Cristo more en abundancia (Col. 3:16). Sin dudas este libro del pastor Paul Tripp es un excelente recurso para que todo líder de la iglesia de Cristo se mire a la luz del evangelio, entienda con claridad la naturaleza de su llamado y examine su caminar a la luz de principios bíblicos, claros y profundos. “La madurez espiritual en la vida y el ministerio de un líder del ministerio consiste en ser humillado por el evangelio, ser valiente por el evangelio e infundir una esperanza sólida por el evangelio”.