1. ¿Cómo podemos definir el shabbat o día de reposo?
La definición del día de reposo es crucial para entenderlo en relación con los cristianos. La palabra hebrea es shabbat y significa “descansar” o “cesar” con relación al trabajo. En su relación con los Diez Mandamientos, el día de reposo o shabbat se puede definir de la siguiente manera: El shabbat es un ritual o ceremonia establecida por Dios para Israel. En este día (cada sábado) Israel debía detener su trabajo y descansar gozosamente en conmemoración a Dios y sus obras – creación, redención y promesa de un perfecto descanso (Gn. 2:1-3; Ex. 20:8-11; Dt. 5:12-15; He. 4:6-10).
2. ¿Cuáles son las posiciones teológicas más respetadas en cuanto a la relación del cristiano con el shabbat?
Existen dos posiciones dominantes entre los teólogos de sana doctrina: sabatarios y no sabatarios. El tipo de “sabatarianismo” mantenido por algunos teólogos reformados sostiene que el shabbat que Israel guardaba sigue siendo obligatorio para el cristiano, pero ha sido transferido a los domingos en lugar de los sábados. Ellos sostienen que ha habido una transferencia de día y que ahora el domingo, el día del Señor, es el shabbat cristiano. Esta posición es sostenida por la Confesión de Fe de Westminster y algunos teólogos presbiterianos prominentes (Tim Keller, Sinclar Ferguson, Ligon Duncan, etc.). Sin embargo, ningún texto bíblico explícitamente obliga al cristiano a practicar el shabbat, ni tampoco expresa una transferencia del shabbat del día sábado al día domingo. Los teólogos no sabatarios sostienen que Jesús es nuestro sábado, nuestro verdadero día de reposo. Ya que el shabbat es un ritual tal y como el sacrificio de animales, ambos tienen su cumplimiento en Cristo y no hay necesidad de continuar practicándolos. Algunos teólogos prominentes que sostienen esta posición son: John MacArthur, Wayne Grudem, D. A. Carson, Thomas Schreiner, Stephen Wellum, y Craig Blomberg.
3. ¿Distinguieron los primeros cristianos entre el domingo y el día de reposo?
Probablemente sí, los primeros judíos cristianos distinguían entre el shabbat y el día del Señor. En otras palabras, probablemente ellos no mezclaron el concepto del día de reposo (donde era prohibido trabajar) con el día del Señor (donde se adoraba congregacionalmente a Cristo). Recordemos que en ese tiempo los domingos se parecían a los lunes de nuestra época moderna. Así como todos en Israel, los discípulos de Jesús también cesaban de trabajar los sábados y se reunían en las sinagogas (Hch. 13:14, 42; 15:21; 18:4) pero los domingos todos los habitantes trabajaban, aun los cristianos. Algunos eruditos bíblicos han presentado razones para creer que los primeros cristianos trabajaban los domingos y se reunían en la noche para adorar como iglesia (Hch. 2:46; 20:7). Una de las obras teológicas más importantes sobre este tema es el libro editado por D. A. Carson From Sabbath to Lord’s Day. En el leemos lo siguiente: “La práctica del primer día preservado en Hechos 20:7 tiene una referencia tan solo a una porción del día, la noche, después de que el día regular de trabajo había concluido” (p. 386). También leemos: “De la epístola de Plinio (10:96) es claro que al final del primer siglo los cristianos en Betania, al menos, se reunían antes del amanecer y nuevamente (posiblemente después de trabajar) en la noche del mismo día” (p. 239). Si los primeros judíos cristianos realmente trabajaban los domingos como todos los demás habitantes de Israel, entonces es imposible que ellos hayan visto al domingo como el nuevo día de reposo. Ellos, entonces, distinguieron entre el día de reposo y el domingo.
4. ¿Cuáles son las diferencias entre el shabbat y el domingo?
El domingo y el día de reposo son distintos en naturaleza. Uno conmemora la resurrección de Jesús y se pone en práctica con adoración congregacional. El otro es un mandamiento de la ley mosaica y se pone en práctica al cesar nuestras obras de trabajo. El domingo no es un ritual o un mandamiento, es un día de la semana elegido por los primeros cristianos para adorar en conmemoración a la resurrección de Jesús. No hay un mandamiento claro en la Biblia que obligue a todas las iglesias a reunirse los domingos exclusivamente, pero sí vemos un patrón bíblico que hacemos bien en imitar (Mt. 28:1; Mr. 16:2; Hch. 20:7; 1 Co. 16:2). Por otro lado, la Biblia explícitamente trata al shabbat como una ceremonia perteneciente al antiguo pacto que ya no debe considerarse como una obligación cristiana. Pablo claramente dice que el shabbat no es un mandamiento para el cristiano (Ro. 14:5-6) y prohíbe que algunos presionen a sus hermanos a guardar el día de reposo (Col. 2:16) aclarando que el shabbat es la sombra mientras que Cristo es la realidad (Col. 2:16-17).
5. ¿Cómo obedece el cristiano el cuarto de los diez mandamientos ––“guardar el día de reposo”?
Cuando un cristiano se acerca a los Diez Mandamientos con intención de hacer la voluntad de Dios, ¿cómo debe reaccionar ante el cuarto mandamiento? La respuesta es: teniendo fe en Cristo, el verdadero reposo. Los cristianos nos relacionamos con este mandamiento de la misma forma que nos relacionamos con otros rituales del Antiguo Testamento. La forma cristiana de obedecer mandamientos a sacrificar corderos es teniendo fe Cristo, en el perfecto sacrificio. Asimismo, obedecemos el cuarto mandamiento al depositar nuestra fe en Jesús.
6. ¿Si no debemos guardar el shabbat los domingos, entonces puedo faltar a la iglesia?
Aunque la Biblia no nos prohíbe trabajar los domingos, sí nos ordena a no dejar de congregarnos (Heb. 10:25). No nos es permitido ser inconstantes en nuestra asistencia a la iglesia. Está prohibido desatender el día del Señor. Guardar el shabbat no es un mandamiento para el cristiano, pero congregarse regularmente para adorar sí lo es, y desatender este mandamiento es deshonrar a nuestro Dios, rechazar su convocatoria semanal y rebelarnos en contra de su voluntad.
7. ¿Debemos tomar un día para descansar de nuestro trabajo cada semana? ¿Es una obligación?
Debemos tomar un día para descansar cada semana, pero no es una obligación. Este deber cristiano cabe en la categoría de principios bíblicos para vivir una vida sabia. Desde la creación Dios nos dejó un patrón para seguir: trabajar seis días y descansar uno. Este es el ritmo de la creación y sería necedad de nuestra parte destruirnos a nosotros mismos al eliminar el descanso necesario de nuestros cuerpos y mentes. Descansemos, pero no como judíos. Más bien, descansemos como cristianos que son sabios en entender y obedecer las Sagradas Escrituras.
